Esta semana, por desgracia, no traigo una buena noticia. Traigo una noticia horrible, una noticia que habla de abuso de autoridad por parte de la policía militar brasileña cuando ejecuta operaciones en la favela. En la operación llevada a cabo a inicios de mes con duración de 18 horas (18 horas de terror, de tiroteo indiscriminado, de muerte y de mucho miedo).
Tras la muerte de un estudiante sin relación ninguna con el tráfico de drogas la frase del policía que estaba en campo fue literalmente “Merecía ser golpeado porque todos residente de favelas es un delincuente”
Fuerte, muy fuerte, pero no queda ahí.
La operación fue una solicitud de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) para cerrar una estación de radio comunitaria en Maré, que supuestamente estaba causando interferencia en el espacio aéreo del aeropuerto Santos Dumont de Río. La operación, que comenzó alrededor de las 5:50 am y duró más de 18 horas, dejó rastros de violencia y violaciones en las vidas de muchos residentes de Maré.
Pedro de 59 años y Lucas de 19 años fueron asesinados en la operación policial.
Pedro Souza, más conocido como “Seu Pedro”, un anciano residente del Parque União, un barbero con mucha historia y un personaje importante en la historia de Maré, fue asesinado a tiros dentro de su propia casa a las 4 pm. Sin embargo, los miembros de su familia tuvieron que esperar hasta altas horas de la noche la llegada de los forenses que, después de muchos intentos de contactar a la Policía de Homicidios (DH) por el equipo de seguridad pública de Rede da Maré, llegaron alrededor de las 11 p.m.
Desafortunadamente, la familia de Pedro no estaba sola al tener el derecho negado de enterrar a un ser querido de una manera digna. El padre de Lucas, de 19 años, quien fue asesinado a tiros por la mañana, pasó dos días completos (viernes y sábado) buscando el cuerpo de su hijo. La información dada a la familia fue que el cuerpo del joven fue llevado al Hospital General de Bonsucesso. Sin embargo, a lo largo de este período, la familia no pudo realizar el reconocimiento corporal. El Hospital, el Instituto Médico Forense (IML) y la Policía de Homicidios (DH) no sabían exactamente dónde estaba el cuerpo. Él cree que la dificultad en el enjuiciamiento tiene que ver con el prejuicio de que su hijo es un negro, habitante de barrio marginal y visto como un posible sospechoso. Pero nada más lejos de la realidad, Lucas era un estudiante que regresaba de la universidad y se encontró con este infeliz desenlace al volver a casa.
Desde el 14 de agosto, el Juez Torres, de la 2da Cámara Civil de la Corte de Justicia de Río, restableció la Acción Civil Pública (ACP) de Maré (de la que os hablaba en días anteriores), pero las determinaciones de la acción no se cumplieron en la operación policial que hoy os relatamos. Entre otros incumplimientos, la acción policial no tuvo una ambulancia para ayudar a los heridos, tal como lo hizo durante la entrada y salida de la escuela y se extendió hasta la noche.
Más injusticias, más prejuicios y más muertes innecesarias en barrios donde los derechos brillan por su ausencia.
Gracias por este ratito, mantengamos la esperanza a pesar de todo.