Camino, de forma despaciada y lenta, acaso de forma de forma somnolienta, por el recorrido de las calles y de los silencios, del Cáceres de Aquellos Tiempos...
“Valeriano Gutiérrez Macías se conforma como uno de los últimos humanistas de Cáceres”.
“Rodríguez-Arias renunció a ser Ministro de la Guerra en el Gabinete de la Reina Regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena, por su vocación de servicio militar y no política”.
Ahí está el amigo, que ni corto ni perezoso, anda apurando la parva, como decimos los extremeños, o sea, la colilla. Hasta casi quemarse los dedos.
“Aquellas mujeres, las lavanderas, dejaron una estela impresionante de trabajo, esfuerzo y sacrificio en el Cáceres de entonces”.
Pepi Suárez fue otra de aquellas cacereñas populares al frente de los Coros y Danzas de la Sección Femenina.
Mariano Amaral, el Nano, (1932-2011) fue un predicador, un icono del Cáceres de Aquellos Tiempos, que se distinguió por sus continuas “homilías”...
“Gómez Clemente fue un alcalde técnico y entregado a Cáceres, que prestó un gran servicio a la ciudad”.
“Extremadura, por unas u otra causas, siempre suele quedar –salvo honrosas excepciones—al Oeste de España”.
“La estampa histórica de vendedores ambulantes, tirando de sus caballerías, por la Ciudad Antigua, resultan de una manifiesta belleza”.