Y así nos encontramos, por ejemplo con restos de un opíparo banquete como estas conchas de ostras que parecen haber sido comidas hace unos días y sin embargo lo fueron hace casi dos mil años.
El extraordinario estado de conservación de la casa sorprende tanto o más como encontrar estos restos de moluscos. Los mosaicos, salvo daños localizados, ofrecen un aspecto casi pompeyano, al igual que las pinturas, el revoco de las columnas de granito o unas fantásticas escaleras de mármol aparecidas. De esta casa se cree que se dividió en...
Ver noticia completa