Isabel Agúndez, hecha a sí misma, es una artista que pinta versos y paisajes en la confesión de su identidad extremeña.
Castor Moreno, que llegó a ser dueño de la Imprenta Minerva, la de mayor solera de Cáceres, fue representante de Vino de Misa.
Aquella Feria de Cáceres, del 1927, fue, como todas, una manifestación de alegría y diversión en la que se dio rienda suelta a la participación popular.
Una serie de imágenes del Cáceres de Aquellos Tiempos figuran en la siempre dulce senda del Chocolate Amatller.
Gil Hoyos y Modas Pérez conforman una página en la historia de las tiendas y el comercio de Cáceres.
Un día el poeta extremeño J. Delgado Valhondo escribió: José Canal era un lujo para Cáceres. Hoy, tantos años después, el articulista quiere ratificarlo públicamente.
Gabriel Romero fue un señalado comunicador cacereño de Aquellos Tiempos que dejó su nombre en el Libro de la Ciudad de Cáceres.
Un año más Extremadura ha sufrido el agravio de celebrar el Día de la Comunidad, en el epicentro de Guadalupe, diócesis de Toledo, a la que pertenece desde 1222.
La Orden de la Preciosa Sangre lleva vinculada a Cáceres 118 años, tras la donación por el Marqués de Ovando de la Casa del Sol y la de la Cuesta de la Compañía.
Enrique Polo de Lara apostó por Cuba y Filipinas, donde ocupó altos cargos, estuvo preso, pasó 45 días en la selva, y creó la Cantina Escolar de Cáceres.