05 marzo 2020
Quienes tienen piscinas, sobre todo en casa, saben lo imprescindible que es contar con algún sistema para protegerlas de la suciedad o de los agentes de la intemperie que puedan contaminarla, así como para evitar algún tipo de accidente cuando se tienen niños, adultos mayores o personas con alguna discapacidad, sea motora o psicológica. En cualquiera de estos casos, la opción más inteligente es usar una cubierta, las cuales tienen muchas ventajas, más allá que simplemente taparlas.
Dependiendo del fabricante, de su tipo y diseño, las cubiertas para piscina pueden utilizarse de diferentes formas, para ello se deben tener en cuenta las necesidades y el espacio donde vayan a utilizarse. Existen varios tipos de cubiertas, las bajas, las altas, las planas, las de redes de hojas, las cubiertas para invierno, las solares, las de anillos solares y las cubiertas para seguridad
Indistintamente de la cubierta para piscinas que se escoja, que obviamente tienen características muy particulares, todas proporcionan a las piscinas una apariencia única y permiten darle un uso más amplio al espacio.
Las cubiertas más utilizadas
De todos los tipos de cubiertas para piscinas que hay, las más utilizadas son las bajas, las altas y las planas. En el caso de las cubiertas altas, el tiempo de utilización de las mismas suele ser más largo y tienen muchas finalidades, entre ellas están las que son climatizadas, ideales para acondicionar la temperatura en la piscina durante las épocas frías o lluviosas.
Además, este tipo de cubiertas le añaden al lugar un elemento arquitectónico único, gracias a sus variadas formas y diseños, así como proporcionan un gran ahorro energético, en vista de que reducen en un 70% la pérdida del calor, y en consecuencia, representan menos gasto en la climatización. También brindan más protección, porque reducen la incidencia de los rayos UV del sol.
De este modelo existen dos tipos, las fijas y las telescópicas. Las más novedosas son las telescópicas, compuestas por módulos móviles para abrir diferentes zonas de acuerdo a la necesidad de cada cliente. Para ello disponen de un sistema de plegado con resortes y ruedas que facilitan el deslizamiento de los módulos.
En el caso de las bajas, se trata de una cubierta o techo de un máximo de un metro y 80 centímetros de alto, ideales para quienes buscan cubrir toda la piscina. Son más discretas, más económicas y más fáciles de instalar. Además, están diseñadas con diferentes acabados y ayudan considerablemente en el mantenimiento de las piscinas. Entre los tipos de cubiertas bajas están las fijas, las telescópicas y las inamovibles.
Las planas para aprovechar mejor el espacio
Otra de las cubiertas más utilizadas son las planas, de las cuales hay varios tipos para elegir y que se adaptan perfectamente a cualquier modelo de piscina. Están las móviles, las cubiertas de lamas y las cubiertas rígidas transitables. De estas tres, la más utilizada es la cubierta de piscina transitable, porque tiene la ventaja de que permiten cubrir por completo la piscina durante los meses que no se utilicen, como el invierno, y da la posibilidad de usar este espacio para otros menesteres, en vista de que son muy resistentes, hasta el punto de que se puede caminar por encima de ella sin la menor dificultad y sin el menor peligro de que pueda romperse.
Este tipo de cubierta es estéticamente más elegante y es fabricada en deck natural o material sintético, con algunos componentes en acero galvanizado o aluminio, para proporcionar más durabilidad y resistencia. Además, dependiendo de su diseño, se adapta perfectamente a la decoración o a la ambientación de cualquier jardín.
Este modelo de cubierta tiene, a su vez, dos tipos fundamentales, las de terraza y las de fondos móviles. Las primeras funcionan con un sistema de rodamiento para abrir y cerrar la cubierta, y pueden ser fabricadas en diferentes acabados, con la finalidad de que el cliente pueda elegir la que más se ajuste a la decoración de la piscina o el jardín.
En el caso de las cubiertas para piscinas planas transitables de fondos móviles, son estructuras flotantes que se ubican en varias partes del fondo de la piscina a la altura que el cliente desee. Cuentan con un sistema de cableado con un botón que acciona el mecanismo para que las cubiertas se unan y cierren el fondo de la piscina, incluso de forma inclinada. De esta manera cuando la piscina no se use, se puede caminar por encima de la cubierta sin ningún tipo de peligro.
Ventajas de instalar una cubierta para piscina
Sin lugar a dudas, instalar una cubierta para piscina tiene muchas ventajas, la principal es que favorece la seguridad de todos los miembros de la familia, sobre todo para los más pequeños, en vista de que con ellas se puede evitar cualquier peligro de caídas cuando están fuera de la vista de los adultos.
Asimismo, implica menos suciedad de la piscina y, en consecuencia, requerirá menos mantenimiento, lo que a la vez conlleva a un ahorro considerable de dinero, y se traduce en un beneficio para la salud, porque al permanecer el agua más limpia durante mayor tiempo, se usa menos cloro y productos químicos para su higiene. Además, supone un ahorro de luz y agua, en vista de que con este sistema de cerramiento no es necesario calentar el agua demasiado, ya que su temperatura se mantiene por mucho más tiempo.
Y la última ventaja es que con una cubierta, sobre todo las del tipo alta y baja, se puede utilizar durante más tiempo la piscina, aunque sea en época de invierno, incluso permitirá su disfrute durante todo el año.
