El tiempo pasa y pasa rápido. Hace unos meses conocí al Padre Willy Milayi Balambel, sacerdote de República Democrática del Congo (RDC) que me ayudó a saber más sobre la realidad de su país y, sobre todo, me pusó al corriente sobre el problema al que se enfrentan niños, niñas y adolescentes en RDC. El Padre Willy dirige en Kinshasa OSPED -Obras Sociales Para la Protección de los Niños Desfavorecidos- una entidad que busca dar una oportunidad a los niños y niñas en situaciones de vulnerabilidad:
“Solamente en la ciudad de Kinshasa, el efectivo de los niños huérfanos y en situación de calle es de más 20.000 . El 85% de los niños huérfanos y abandonados no van a la escuela. La situación socio-económica de estos niños es muy precaria, crítica y lamentable. Hay una ausencia de políticas adecuadas de la toma de conciencia y cuidado de los niños”.
La República Democrática del Congo es un país que, desde su independencia, se ha visto lacrada por las guerras y conflictos de diversa índole. Es un país en reconstrucción, un estado conducido por un gobierno que no puede cubrir las necesidades básicas de sus conciudadanos.
La pobreza de algunos miembros de la familia junto con los efectos de la guerra han resultado en la pérdida de los valores africanos de la solidaridad y hospitalidad y ha favorecido el incremento de la tasa de niños huérfanos, abandonados a su propia suerte. Un buen número de esos niños huérfanos y vulnerables sobreviven en Bibwa, en la comuna de N’Sele, situada al este de Kinshasa. Y ahí es dónde OSPED proyecta y han comenzado las obras de construcción de una escuela que, a su finalización, contará con dos plantas, 12 aulas y una capacidad para 900 alumnos y alumnas de entre 5 y 17 años a los que se les proporcionará alojamiento, escolarización y educación, formación profesional y reinserción social-profesional.
Sin embargo, pese al apoyo recibido desde distintas entidades y particulares, aún quedan mucho por construir. De ahí que OSPED y el padre Milayi se encuentren en proceso de solicitar ayuda financiera y el apoyo de contrapartes que puedan respaldarles en las fases consecutivas del proyecto.
Esta entrada he querido dedicarla a la infancia y adolescencia, a las oportunidades, a la educación. Pienso que la educación es transformadora, una oportunidad para crecer y socializarnos en valores de paz, solidaridad, justicia, derechos humanos... Es la base para la construcción de una sociedad pacífica y por la paz. Por ello, he aquí mi aportación para que los trabajos de construcción de la escuela en Bibwa no cesen y para que la ilusión por este proyecto y por el futuro de los menores de Kinshasa se visibilice.
+info:
Proyecto Construcción de Colegio en Bibwa, OSPED. Para saber más sobre este proyecto y contactar con las personas responsables
https://www.dropbox.com/s/stg0vxtcxfx6433/Proyecto%20OSPED%20RDC.pdf?dl=0
Para conocer más sobre la realidad de los menores de la calle:
- Reejer, asociación congoleña que trabaja en Kinshasha para la protección y la promoción de los derechos de la infancia y adolescencia. Rejeer cuenta con 100 centros en los que se alojan y reciben formación alrededor de 6.000 menores.
- Maman Colonelle (Dieudo Hamadi, 2017) documental que narra la actividad de la jefa de una unidad de policía en la región de Kisangani, RDC. Maman ofrece una salida a niños y niñas acusados de brujería y a las madres solteras violadas durante la guerra.
Campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO: República Democrática del Congo y Sudán del Sur
http://congdextremadura.org/congo-y-sudan-del-sur-desplazadasporelmundo/
