A lo largo de este año se han sucedido distintas noticias, desalentadoras, sobre la despoblación del mundo rural y, en general, de Extremadura. Las últimas estadísticas señalan que en 2017 perdimos cerca de 7.000 habitantes. Y son ya 6 años consecutivos los que llevamos repitiendo la caída poblacional, invirtiendo la tendencia de crecimiento del país.
La despoblación en el mundo rural no es un problema exclusivo de nuestra región, viene afectando a otras regiones desde hace décadas. Los pocos jóvenes se marchan por razones varias ?la falta de oportunidades es un gran acicate? y quedan las personas más ancianas.
Hace algunos meses hablábamos en Radio Alfares sobre despoblación con Jesús Seco, Director de Programas en la Asociación para el Desarrollo del Valle del Alagón (ADESVAL). Debatíamos sobre la pérdida de servicios básicos (médico, banco, tiendas), políticas de emprendimiento rural, jubilación activa, sobre la necesidad de pensar en actividades para la dinamización de la población en el entorno rural.
En este punto me parece interesante dar a conocer la iniciativa Ondas Intercul-Rurales Extremeñas, un interesante proyecto de la Asociación Extremeña de Comunicación Social (AECOS) que trae el modelo de las radios comunitarias a los pueblos de Extremadura. Así, Ondas Intecul-Rurales han llegado a Carcaboso, Torrejoncillo, Miajadas, Guareña, Zafra u Oliva de la Frontera, rompiendo la aparente inactividad del mundo rural y fomentando la transformación social, los derechos humanos y la interculturalidad.
Hay 9 millones de bicicletas en Pekín, es un hecho, algo que no podemos negar (…)
Hay 6 mil millones de personas en el mundo, más o menos, y me hace sentir tan pequeña (…)
El título de esta entrada y la letra justo encima pertenecen a “Nine Million Bicycles” de la cantante georgiano-británica Katie Melua. Y es que, aunque en Extremadura las bicicletas sean cada vez menos, la población mundial sí crece, y en muchas de las ocasiones, en contra de sus posibilidades. Y las razones están más vinculadas a las desigualdades de género y escasa concienciación sobre derechos sexuales y reproductivos que a otras ideas espontáneas que se nos puedan ocurrir. Por todo ello, desde Naciones Unidas, se trabaja por que la planificación familiar se entienda como un derecho humano, protegiendo el derecho de las personas sobre el número de hijos o frecuencia, básicamente, “a determinar la dirección y el alcance de su futuro”.
No cabe duda que las familias conformadas por las personas migrantes y refugiadas que llegan a España, de manera general, puede llegar a tener una media de hijos superior a la del país. Algunos pueblos de la geografía española han decidido acoger a nuevas familias, entre otras razones, para asegurar la supervivencia del pueblo. ¿Veríamos con buenos ojos que nuestros pueblos se regeneraran con la llegada de familias migrantes? ¿Podríamos superar así, por ejemplo, el problema de recorte en servicios?
Aunque quizá las principales preguntas deberían ser: ¿Qué sabemos sobre nuestros pueblos? ¿Dejará de haber bicicletas en el mundo rural? ¿Qué estamos dispuestos/as a hacer por la defensa de nuestro patrimonio rural?
