Cuando llega el mes de mayo comienzan a bombardearnos los distintos medios de comunicación con dietas milagrosas, pastillas ultra rápidas en perder peso, en tablas estupendas de fortalecer piernas y glúteos, y así un sinfín de anuncios que nos hacen pensar “ ¡que michelines tengo!” “¡con esta celulitis no puedo ir a la playa!”…. Estos pensamientos de forma reiterada y unido a las imágenes que vemos en televisión y prensa escrita junto con el aumento de gente con cuerpos delgados, nos hace potenciales víctimas de querer un cuerpo musculoso, un cuerpo delgado, un cuerpo para lucir en la piscina o playa, por encima de la salud.
Tal es así, que en esta época del año se produce un aumento importante de personas con trastornos de la conducta alimenticia, ortorexia nerviosa, hiperfagia, vigorexia, trastornos de ansiedad por no estar o creer estar como deberían según los cánones de la sociedad actual.
A día de hoy, el trastorno de vigorexia está teniendo un auge poco deseado. La vigorexiaes un trastorno representado por una preocupación obsesiva por el físico junto con una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia). Implica una adicción a la actividad física para desarrollar la musculatura.
A esta exigencia se suma una dieta poco equilibrada en la que se consume una cantidad excesiva de proteínas y carbohidratos que pueden ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el o la vigoréxica ingiere esteroides.
Por supuesto, la obsesión de estas personas por su cuerpo les lleva a pasar largas horas en el gimnasio o practicando ejercicios adecuados a conseguir su propósito, lo cual puede resultar en un considerable aislamiento social.
En definitiva, estar sano en todos los aspectos mente y cuerpo es importante, pero una cosa no puede llevarnos a otra y esta a su vez a otra hasta entrar en un círculo vicioso de problemas mentales por lo estético.
Quería hacer este artículo en esta época del año en la que cuando se pasa por cualquier gimnasio está lleno, en donde los entrenadores personales se han puesto en un lugar prioritario en nuestra vida, puesto que ¿quién no conoce a alguien que tenga un entrenador personal? Lectores disfrutemos del verano, nos lo hemos merecido después de un largo año de trabajo, preocupaciones y obligaciones dentro y fuera del área laboral. El cuerpo y la mente es un trabajo diario a lo largo de los 365 días del año, por lo que si en los meses anteriores no lo hemos hecho, no lo hagamos ahora rápido y mal ya que a lo que nos puede llevar son a graves problemas en lugar de a grandes soluciones.