• |
Región Digital

La Importancia de no hacer nada

31 octubre 2017

Ahora, que hemos vuelto todos o casi todos de las merecidas vacaciones es cuando nos damos cuenta de la importancia de “desconectar” de “no hacer nada”...

Ahora, que hemos vuelto todos o casi todos de las merecidas vacaciones es cuando nos damos cuenta de la importancia de “desconectar” de “no hacer nada”. Algo que suena tan bonito y fácil a la vez y que, sin embargo, es mucho más difícil de lo que podemos llegar a pensar y nos damos cuenta en el momento en que lo queremos llevar a la práctica.



Para cada uno de nosotros ese “no hacer nada’ será una cosa diferente: Contrario a lo que se puede pensar, estos ratos de ocio y vagabundeo mental son de vital importancia para el desarrollo de nuestra creatividad y la solución de problemas cotidianos. A veces, en la mayoría de las ocasiones, lo que nos ocurre cuando no hacemos nada es que nos entra un sentimiento de culpabilidad, de frustración, de autoexigencia, de encontrarnos mal con nosotros mismos porque consideramos que estamos perdiendo el tiempo con todo lo que tenemos que hacer. Y no nos damos cuenta de lo fundamental que es ese tiempo de parar.

En nuestro cerebro hay dos circuitos, el de la atención y el de la introspección y ambos son incompatibles entre sí. El de la atención es el que pone el foco en la acción cuando estamos concentrados en una determinada actividad y el de la introspección se pone en funcionamiento cuando estamos divagando, cuando nos dejamos llevar por nuestros pensamientos de forma inconsciente. En estos momentos es cuando somos más creativos, cuando tenemos las mejores ideas y cuando podemos llegar a ser más productivos aunque nos cueste creerlo.

Tenemos que darnos permiso para concedernos esos tiempos, esos momentos de ‘no hacer nada’ y si no es por nuestra propia conciencia sabiendo que nos son necesarios, lo podemos hacer porque sabemos que son importantes para nuestro buen funcionamiento, productividad y creatividad.

Cada uno que decida qué manera elige no hacer nada. Lo podemos llevar a la práctica de diferentes formas y así ver con cual nos sentimos mejor.



Algunos ejemplos de no hacer nada y tener opciones de decidir son:

  1. Para y desconecta unos minutos al día. Puede ser tumbado en el sofá, en la playa o en la piscina ahora tan apetecibles, mirando la montaña, ese paisaje que nos apasiona. Eso sí, sin tele, sin teléfonos, sin ordenadores, sin mensajes que nos distraigan de ese momento. ¡¡¡Piensa que son sólo unos minutos que pueden ser tan productivos!!!

  2. Medita. Siéntate y presta atención a tu respiración o al silencio o a lo que sientes. Puedes dar un paseo simplemente disfrutando del paseo en sí. Apreciar cómo estás, apreciar lo que ves, ser consciente de lo que estás sintiendo mientras andas.

  3. Haz aquello que te gusta y para lo que nunca tienes tiempo: pintar, crouchet, macramé, cerámica, fotografía, etc. Alguna actividad que tampoco requiera un esfuerzo intelectual demasiado elevado.

  4. Tómate un café, una infusión, un helado viendo las maravillosas puestas de sol. Déjate ir. Esta es mi preferida.

En estos tiempos en los que vivimos hiperconectados con todo, con toda la tecnología que nos rodea, es más necesario, si cabe, estos momentos de parar, de poner en marcha el circuito de la introspección y observar qué pasa, qué beneficios conseguimos. No te sientas culpable, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.



¿Estamos preparados para darte permiso?



gbntcruza@cop.es

PSICÓLOGA Y COACH DEPORTIVA @inmaculadacruza

    TAGS

OPINIÓN DE NUESTROS LECTORES

Da tu opinión

NOTA: Las opiniones sobre las noticias no serán publicadas inmediatamente, quedarán pendientes de validación por parte de un administrador del periódico.

NORMAS DE USO

1. Se debe mantener un lenguaje respetuoso, evitando palabras o contenido abusivo, amenazador u obsceno.

2. regiondigital.com se reserva el derecho a suprimir o editar comentarios.

3. Las opiniones publicadas en este espacio corresponden a las de los usuarios y no a regiondigital.com

4. Al enviar un mensaje el autor del mismo acepta las normas de uso.