18 diciembre 2024
Hay quien piensa que no va a necesitar nunca la mediación o el apoyo de un abogado. Sin embargo, mantener esa idea es ser bastante iluso, pues los abogados, que son especialistas en Derecho, no solo tienen como cometido participar en juicios y defender a sus clientes, sino que pueden resultar útiles para asegurar los derechos de las personas que los contratan, sin necesidad de tener que acudir a una intervención judicial.
En este sentido, cabe reseñar que el Derecho es una ciencia social y una disciplina académica muy amplia donde caben todo tipo de profesionales. Hablando de la abogacía podemos reseñar a los penalistas, los mercantilistas, los laborales, los civiles, los administrativos… Cada uno de ellos está especializado en diferentes ramas del Derecho. Y hay una tipología en concreto que es imprescindible en la sociedad, hablamos de los abogados de familia.
Como podrás imaginar, el Derecho de familia, que tiene como principal figura a los abogados de familia, forma parte del Derecho civil y abarca casi de manera exclusiva a regular las relaciones jurídicas que surgen en los entornos familiares. Estas pueden ser de carácter personal o patrimonial y el objetivo es garantizar que las relaciones entre los distintos miembros de la familia se desarrollan de manera armoniosa y equilibrada.
El Derecho de familia resulta de gran utilidad para numerosas situaciones cotidianas en el núcleo familiar. Desde el matrimonio a los procesos de separación o divorcio pasando por la custodia de hijos menores, las pensiones alimenticias o los casos en los que una pareja quiera adoptar a un hijo.
Y si bien todos estos procesos parten de una misma idea inicial, el encuentro entre dos personas que se hacen pareja y forman un núcleo familiar (con o sin hijos), también hay episodios en los que los abogados de familia no trabajan en disputas de carácter personal, sino de ámbito patrimonial.
De hecho, las pensiones alimenticias, la custodia de los hijos menores o los acuerdos matrimoniales se enmarcan dentro de este tipo de relaciones. Imaginemos que un matrimonio decide comprarse una vivienda en un terreno que pertenece a la familia de uno de los cónyuges.
Para evitar desencuentros en caso de que el matrimonio acabe divorciándose, parece buena idea dejar claro a quién le va a pertenecer la casa cuando ocurran situaciones inesperadas o qué va a ocurrir con la pareja en caso de que su compañero o compañera fallezca y resida en una vivienda que puede estar o no a su nombre pero que sí está ocupando un espacio físico en una parcela de sus suegros.
Y como estos casos, hay decenas, pero los más sonados son sobre todo los que afectan a situaciones en las que hay menores. Cuando ocurre una separación o un divorcio es más que aconsejable acudir a abogados de familia que pueden orientar y reconducir las disputas para que los hijos se vean poco afectados por ese cambio en el núcleo familiar.
Tras conocer cómo puede ayudar un buen abogado de familia o un bufete especializado en este tema para cuestiones cotidianas del día a día, la siguiente pregunta es cómo elegir al mejor profesional. Y aquí la respuesta es sencilla, hay que priorizar el prestigio, el buen hacer y la experiencia tratando episodios como los comentados.
Un buen ejemplo es Reyes y Rodríguez, un bufete de Abogado de familia Las Palmas que suma años de trayectoria y que ofrece asesoramiento personalizado y especializado en procesos de divorcio (mutuo acuerdo y contencioso), regímenes de visitas, pensiones alimenticias, convenios reguladores, pensiones compensatorias o modificaciones de medidas en los convenios reguladores.
Su labor no es tanto acompañar a sus clientes a juicios, sino evitar por todos los medios ese paso final mediante acuerdos que sean positivos para todas las partes. El refranero español es muy sabio y dice que siempre es mejor un mal acuerdo que un buen juicio. Y aunque Reyes y Rodríguez trabajan profundamente en alcanzar buenos acuerdos, los procesos judiciales son siempre la última solución.
Con ellos, que siempre demuestran dedicación y compromiso, son concisos y didácticos en sus comunicaciones y mantienen una ética intachable, la posibilidad de llegar a pactos equilibrados y beneficiosos para toda la familia es más que probable. Sin duda, un equipo de expertos en el que merece la pena confiar en Las Palmas.
