01 octubre 2024
Los intentos de estafa están a la orden del día. De hecho, a pesar de los notables esfuerzos realizados por las administraciones públicas y las autoridades para prevenirlos, cada vez es más habitual que se produzcan aprovechando las facilidades que proporcionan las nuevas tecnologías. Hablamos, por ejemplo, de las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, de los mensajes SMS o, incluso, de las redes sociales y del correo electrónico. En la mayoría de los casos, los ciberdelincuentes tratan de suplantar la identidad de un organismo o empresa de la confianza del usuario, como puede ser su distribuidor de energía o su banco. Esta práctica se conoce como "phishing" y puede ocasionar graves pérdidas económicas. Por ello, es importante saber reconocerla, ignorarla y, llegado el caso, denunciarla. También es necesario llevar a cabo ciertas medidas para evitar posibles riesgos.
Hubo un tiempo en el que reconocer el "phishing" era bastante sencillo, ya que los ciberdelincuentes solían cometer faltas de ortografía o introducir elementos que resultaban extraños a simple vista. Sin embargo, la inteligencia artificial y otras tecnologías modernas han logrado que las suplantaciones de identidad sean extremadamente realistas.
Por ello, el uso de un detector de fraudes gratuito es la mejor opción para salir de dudas. Aun así, los expertos recomiendan chequear diversos aspectos, como el protocolo utilizado por el enlace que se solicita pulsar (solo es seguro si empieza por HTTPS) y que la dirección URL corresponde exactamente con la de la entidad a la que dice pertenecer.
En cualquier caso, ni los bancos ni ninguna otra empresa va a solicitar a sus usuarios y clientes que les aporten información bancaria o datos personales a través de un SMS o de un correo electrónico; tampoco mediante una llamada telefónica. Por ello, en caso de recibir una solicitud de este estilo, hay que desconfiar siempre.
Hay que ser realistas con el momento en el que vivimos: es casi imposible que no recibas mensajes de "phishing" u otros intentos de estafa. Además, tarde o temprano tu número de teléfono y tu cuenta de correo electrónico pueden verse comprometidas a causa de una filtración de datos.
Usar un generador de contraseñas seguro es siempre una buena opción para prevenir estos problemas. En primer lugar, porque creará claves indescifrables para los hackers. En segundo, porque nunca correrás el riesgo de que se te olvide. También podrás cambiarlas cada poco tiempo sin necesidad de pensar en una que te resulte fácil de recordar y que, a la vez, cuente con la combinación de caracteres requerida.
Si quieres proteger tus datos personales y tu dinero evitando ser víctima de estafas, usa el sentido común y, sobre todo, desconfía de todo aquel que se ponga en contacto contigo pidiéndote cosas que te resulten sospechosas. En caso de caer en la trampa, lo cual sucede en más casos de lo imaginable, la solución pasa por presentar una denuncia para que la autoridad competente se encargue de perseguir a los delincuentes. También conviene cambiar todas las contraseñas de las cuentas personales lo antes posible y bloquear las tarjetas de crédito y demás formatos de pago.
