07 junio 2023
La miopía está considerada hoy en día una pandemia, debido al gran número de personas que la sufren en todo el planeta y, también, porque cada vez este número aumenta más. Además, si nos centramos en la miopía infantil, el incremento de casos es aún más preocupante, sobre todo porque esconde una mayor probabilidad de que los niños que la padecen en la infancia desarrollen otras enfermedades de la vista mucho más graves en la edad adulta.
Y no, no se trata de una frase hecha, ya que la Organización Mundial de la Salud ya ha definido la miopía como una nueva pandemia, debido al enorme incremento de las personas que la sufren en los últimos años y también a que este es considerado un gran problema de salud pública.
De esta manera, a raíz de esta preocupación por el aumento de casos de miopía se han puesto en marcha diferentes protocolos médicos para medir qué factores están influyendo directamente en esta tendencia al alza. Así, se están estudiando razones conductuales y cuestiones asociadas al estilo de vida, como la educación o el entorno, junto con los factores genéticos, para evaluar en qué medida son decisivos a la hora de que aparezca la miopía, sobre todo, en los más jóvenes.
Hoy en día, la miopía es una de las enfermedades relacionadas con la visión más comunes entre personas de todas las edades. En concreto, se trata de un tipo de error de visión producido por una curvatura excesiva del cristalino, una lente natural que se encuentra dentro de nuestros ojos y que ayuda a enfocar la luz y las imágenes en la retina. Esta anomalía en el cristalino produce una visión poco clara o borrosa en los objetos lejanos, impidiendo ver bien de lejos y dificultando cuestiones como la lectura de señales distantes o la incapacidad para distinguir detalles a lo lejos.
Según los últimos estudios realizados al respecto, se cree que el aumento de los casos de miopía en los últimos años puede estar relacionado, por una parte, con el uso excesivo de la tecnología y, por otra parte, un poco derivado de la pandemia por Covid 19. Hay que tener en cuenta que este aumento de la miopía se ha dado, sobre todo, en los países desarrollados, por lo que no es descabellado pensar que el uso diario de las pantallas haya tenido algo que ver con esta tendencia al alza. Sea como sea, está claro que estar durante meses sin salir al exterior ha pasado factura entre la salud ocular de la población.
Además de en la población adulta, una de las cuestiones que más preocupan a la comunidad médica es el aumento de casos de miopía entre la población infantil y juvenil. En este caso, probablemente las clases online, el ocio a través de plataformas digitales y la falta de sol hayan sido factores determinantes que se han visto más afectados a raíz de la pandemia.
Hay que tener en cuenta que los niños y adolescentes son los más sensibles a estos cambios ambientales que provocan la miopía, como por ejemplo la falta de luz solar. A pesar de que el uso excesivo de las pantallas también incide en el alargamiento del globo ocular que causa la miopía, lo cierto es que, durante varios meses, niños y adolescentes recibieron muy poca luz solar en sus ojos, la clave para que la retina libere dopamina y evite este alargamiento.
Dentro de los factores que propician la aparición de la miopía, sobre todo, en niños y adolescentes, se pueden destacar los factores genéticos y el estilo de vida. En cuanto a los factores genéticos, lo cierto es que si ambos progenitores son miopes, los niños cuentan con un 50 por ciento de probabilidades de sufrir esta enfermedad ocular.
Respecto a los factores relacionados con el estilo de vida, aquellos que propician más la aparición de la miopía serían los bajos niveles de actividad al aire libre, la realización de tareas prologadas para las que únicamente se utiliza la vista de cerca, como puede ser leer, jugar en un dispositivo móvil o utilizar un ordenador portátil y, finalmente, contar con unos niveles de iluminación deficientes.
No cabe duda de que la miopía crece entre la población a pasos agigantados. Sin reducir el número de horas que pasamos frente a las pantallas o sin aumentar el tiempo que pasamos al aire libre lo cierto es que será difícil controlar esta nueva pandemia. De hecho, se calcula que en el año 2050, más de la mitad de la población tendrá ya algún grado de miopía. No obstante, todavía estamos a tiempo de revertirla.
