08 marzo 2022
Un condimento versátil que sirve tanto para acompañar las comidas como para preparar otros tipos de salsas, incluso hasta para darle sabor a ciertas bebidas alcohólicas.
Hoy en día, un tipo de salsa que no puede faltar en ninguna despensa es la salsa inglesa. Considerada como un potenciador de sabores, también conocida como "salsa Worcestershire", es un ingrediente esencial no solo en la gastronomía inglesa, sino también en el mundo entero.
Originaria de la India, fue en Inglaterra donde se perfeccionó la receta y donde se empezó a expandir hasta lograr un estatus de salsa indispensable en la cocina internacional. La leyenda dice que en 1835, un lord inglés trajo la salsa desde la India y pidió a un par de químicos que recrearan la receta.
La receta recreada fue un éxito y el lord quedó satisfecho con el sabor. Los químicos llenaron un barril con la salsa para su uso personal, sin embargo, se olvidaron de él hasta un año después. Pasado este tiempo la salsa se había convertido en un líquido picante y aromático, lo cual interesó a los químicos. Estos compraron la receta al lord para lanzar al mercado la salsa Worcestershire original.
El producto fue un éxito total, y pocos años después, la salsa se ofrecía en los restaurantes de todo el mundo. Esta mezcla de la cultura hindú con la inglesa cautivó a los amantes de la buena comida, y conforme diferentes marcas creaban sus propias recetas, el auge de la salsa inglesa fue creciendo hasta convertirse en una salsa indispensable, como lo es hoy.
En la actualidad, la salsa inglesa es aplicada en recetas autóctonas de todo el planeta. Algunos países tienen incluso variantes locales, sin embargo, tienen en común el delicioso aroma, la textura y el sabor incomparable. Obviamente, es parte permanente de la despensa de cualquier amante de la cocina.
La salsa inglesa tiene una gran variedad de usos. La manera más básica de disfrutarla es utilizarla como acompañamiento en los platos, ya sea que estén crudos o que ya estén completamente cocinados. Dependiendo de la textura de la salsa, se pueden conseguir diferentes resultados a la hora de utilizarla.
Su propiedad saborizante hace que sea de uso común a la hora de preparar aderezos e, incluso, se utiliza para potenciar el sabor de otros tipos de salsas. Por supuesto, también se puede aplicar directamente en las comidas, como carne, pescado, entre otros.
Es bastante común su uso como ingrediente en pizzas, y se suele usar en un sandwich mixto (se colocan unas gotitas en el pan antes de ponerlo al grill). Asimismo, es un ingrediente esencial en varios tipos de ensaladas, teniendo como ejemplo más destacado la clásica ensalada César.
Vale la pena destacar que la propiedad saborizante de la salsa inglesa no solo se aprovecha en platos y recetas, sino también en las bebidas. Y es que esta salsa se utiliza a la hora de preparar el popular cóctel Bloody Mary, además de poder incorporar en bebidas como el Clamato y la Michelada (bebidas alcohólicas típicas de México).
La salsa inglesa es obligatoria para preparar la receta japonesa de salsa Tonkatsu, la cual acompaña al filete de cerdo preparado mediante el método Tonkatsu. Esta variante suele ser más espesa, y además, está preparada a base de frutas y verduras.
En El Salvador se usa para acompañar mariscos y preparar cócteles, en Costa Rica se aplica en los tamales y los gallos pintos, y en Finlandia se utiliza para marinar la carne de cerdo. Cada país tiene una forma distinta de usar la salsa inglesa, y por supuesto, al poseerla en el hogar podremos empezar a pensar en probar recetas de todas partes del planeta.
Como se ha podido demostrar, la salsa inglesa tiene una variedad de usos inmensa, además de ser usada en prácticamente todo el mundo. Ya se ha instaurado en las gastronomías típicas de muchas regiones, pues su aroma y su propiedad saborizante son difíciles de encontrar en otros ingredientes de la cocina.
