18 junio 2020
Sin duda alguna el planeta estaba pasando por momentos muy duros con las emisiones contaminantes de las grandes ciudades, el cambio climático, la contaminación acústica, los desechos arrojados al mar y toda clase de acciones que dañan al medio ambiente.
Sin embargo, la pandemia ha ocasionado que los niveles de contaminación en algunos países, como China o España, hayan disminuido por primera vez en mucho tiempo, el efecto negativo de la civilización en el planeta, según la revista digital lacontaminacion.org.
De acuerdo con investigaciones realizadas, el cambio en la reducción de la contaminación, al menos en su mayor parte, se debe a la desaceleración económica provocada por el confinamiento del COVID-19.
Uno de los gases más emitidos por las grandes ciudades es el dióxido de carbono, el cual es un gas tóxico que no solo afecta al medio ambiente, sino que también produce problemas respiratorios en las personas, siendo generado mayormente por el combustible de los coches, fábricas o grandes industrias.
La tasa de reducción se ha mantenido durante más tiempo que en años pasados, lo cual sin duda, tiene un efecto positivo en la contaminación del planeta, consiguiendo así un respiro que beneficia a la atmósfera, al cambio climático, a la fauna silvestre y a la salud de las personas.
La mayoría de las emisiones de CO2 provienen del tráfico terrestre, por lo cual y debido a su reducción, es notable el efecto positivo que tiene sobre el planeta. Lo mismo ocurre con el tráfico aéreo, el cual es también uno de los principales generadores de ese gas nocivo que se encuentra alrededor del mundo.
Son muchos los países que cancelaron totalmente sus vuelos, los países europeos, Estados Unidos, China y los países latinoamericanos. Aunque los gases expulsados por los aviones solo representan el 3% de la contaminación a nivel global, su inactividad se ha podido notar.
Incluso algunos países que están volviendo a sus actividades diarias, están empleando el uso de las bicicletas para movilizarse, lo cual puede ayudar a mantener la reducción de gases contaminantes.
Países como Italia, España, Estados Unidos y China, los cuales sufrieron numerosos casos de COVID-19, tuvieron una disminución del 20% al 30% en las emisiones de dióxido de nitrógeno, de acuerdo con las imágenes arrojada por algunos satélites.
En muchos países el confinamiento provocado por la pandemia ha permitido que numerosos animales, tanto terrestres como marinos, disfruten con mayor libertad. Por ejemplo en Venecia, el agua de sus canales ha mejorado su calidad ante la ausencia de personas, incluso se han podido ver delfines por los canales.
Mientras que en Madrid es posible ver jabalíes, ciervos, zorros, entre otros, los cuales recorren las calles con una tranquilidad que impacta.
Una de las mayores preocupaciones de los expertos es que esta reducción solo sea algo temporal, es decir, hasta que finalice el confinamiento en las grandes ciudades y se comience a retomar nuevamente la vida normal.
Esto se debe a que la vuelta de las personas a su día a día puede generar un impacto mayor en el planeta, dado que van a generarse otra vez gases contaminantes, emisiones de gases tóxicos y otro tipo de contaminación que terminará dañando al medio ambiente.
Es por eso que se plantea que los gobiernos tomen medidas para que la vuelta a la normalidad no produzca este efecto negativo, así como iniciativas que impulsen movilizaciones menos contaminantes, como el uso de bicicletas o scooters en las grandes ciudades.
La pandemia ha causado numerosas muertes alrededor del mundo y aunque se trata de un problema que está afectando a la economía, los empleos y la vida normal de las personas, lo cierto es que el confinamiento ha beneficiado al medio ambiente, logrando que se tome un respiro ante la contaminación que sufría diariamente.
