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CRÓNICAS DEL PASADO EXTREMEÑO (IV) NOTICIAS EN LA PRENSA DE 1820

27 octubre 2017

Hace largo tiempo, los historiadores habíamos recibido dos invitaciones, dos sendas de obligado tránsito, me atrevería a decir...

Hace largo tiempo, los historiadores habíamos recibido dos invitaciones, dos sendas de obligado tránsito, me atrevería a decir, dos objetivos que entre todos habríamos de llenar de contenido.

La primera la había formulado el Profesor Joan Reglá. Pedía excluir del ámbito que denominaba "la historia de los hombres sin historia" al mayor número posible de territorios. Y ya Extre­madura, gracias al trabajo ingente e ilusionado de multitud de investigadores que han dado lo mejor de ellos mismo en la búsqueda de ese propósito, no puede ser incluida en ese espacio de negatividad.

La segunda, tan interesante como la primera, era formulada por el Profesor José Antonio Maravall, quien proponía "desmitificar la historia".

Por su parte, hace más de medio siglo, José López Prudencio, el que fuera primer Director de la Revista de Estudios Extremeños, diferenciaba tres clases de extre­meños: "los que emigran", los inteligentes; "los que gritan", los impulsivos y "los que callan", los más abundantes.

Construir la historia de estos últimos y concluir con los tópicos y mitos que elaboraron una historia triunfalista de Extremadura, d esa Extremadura en la que "nacían dioses", ha sido la respuesta de parte de la historia más recien­te.

Formulo esta mínima reflexión, está llamada a la autoridad de quienes fueron Maestros y hasta guías de los que hace ya largas décadas éramos jóvenes aprendices de historiadores, y que hemos avanzado poco en ese sendero, como justificación de la necesidad de aportar datos que nos acerquen a mínimas y hasta insignificantes realidades de desconocidos protagonistas que transitaron por esta tierra extremeña que ahora nos acoge.

Para ello hago uso del número 91 de “El Universal, viernes 11 de agosto de 1820. = San Tiburcio y Santa Susana, Mártires” Madrid, 1820, que en su página 1, dentro de un epígrafe sobre NOTICIAS NACIONALES, presenta algunas producidas en lugares de la provincia de Extremadura, de las que transcribo:

( http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0003616945&search=&lang=es )


“Cuacos, en la misma provincia. Un vecino de esta villa, que venia de recoger las órdenes circulares de la cabeza de partido, ca­yó en tierra del jumento, habiéndose cortado una pierna con una segur que traía entre el aparejo. La demasiada evacuacion de sangre por la profundidad de la herida, y haberle cortado hasta la tibia, le impidió llegar á tu casa y tuvo que recogerse en el inmediato pueblo de Talayuela. Se consiguió atajar la sangre, y se teme su muerte si al desprenderse la su­puración se repito el flujo.

Jaraícejo, en dicha provincia. Francisco Arribas, destinado al presidio de Badajoz, sorpren­dió en las casas del Puerto, al que lo custo­diaba, y quitándole el exhorto y rompiendo los grillos, se puso en fuga.

Trujillo. En la noche del 31 de julio se incen­dió la dehesa de Mirasierras, propagandose el fuego á otra dehesa llamada de Vallesteros y Dehesilla, de las monjas de Cahoso. Varios vecinos de los pueblos inmediatos en unión con los guardas de dichas dehesas, ocurrieron oportunamente y lograron cortar el fuego. Sin embargo ya había causado un daño considerable.

Miajadas. En estas inmediaciones se manifestó en la tarde del 22, un fuego de consideración en algunos; olivares y monte de encina, que después de causar bastante daño, se logró cortar.

Badajoz. En la tarde del día 25 y hora de las dos y media, fue escalada la cárcel de esta capital, logrando su fuga tres reos sentenciados a presidio.

En varios pueblos de la Vera de Plasencia se ha descubierto una plaga de gusanos (cono­cidos por orugas) en los árboles frutales, y especialmente en las patatas, pimientos y otras frutas propias de aquel país, causando un daño de mucha consideración, hasta el extremo de quedar arruinados algunos propietarios por, ser estas las únicas especies de su cosecha.

En la villa de Herrera de la Serena, al anochecer del 30 de junio, se presentó sobre el Millar de Cisneros de la Dehesa de Cijarra, uno nube espantosa. Un anciano con sus dos hijos, que se ocupaban en la siega de sus mieses, se abrigaron en un chozo formado de maderas y que estaba cubierto de monte, leña y paja de centeno, y la mayor parte de heno. A pocos momentos de haberse refugiado en dicho chozo, descendió una columna de fuego sobre aquella estancia, sofoco al padre y uno de los hijos, reduciéndolos á ceniza por la voracidad de las llamas: el otro hijo pudo escapar con mucho quebranto, y á sus clamores acudieron otros segadores quienes con mucho trabajo pudieron separar de las llamas las cortas reliquias de los cadáveres, que por disposición judicial fueron conducidas al pueblo donde se les dio sepultura.

En la villa de Burguillos, dos niños hermanos se entraron a nadar en una charca; el mayor de diez años se ahogó, de cuya des­graciada suerte se libertó el otro por haber acudido dos ganaderos que echaron sus fajas en el agua y un palo atado al extremo, del que se asió y salió del peligro trémulo y asus­tado, pero sin resultas posteriores.

En la noche del 5 de julio cayo un rayo en la dehesa nominada Sierragorda, término de la misma villa de Burguillos, habiendo muerto un pastor, quedando otro sin movimiento de medio cuerpo abajo, y sin lesión otro com­pañero.

En Esparragalejo arruinaron otros rayos igual­mente en el mismo día varias casas, además de haber destrozado las mieses, el monte y fruto de encinas y olivares.

Otro rayo incendió en la parte del ponien­te de Villanueva del Fresno todo el pasto de aquel término.

La tormenta de que se ha hablado se ex­tendió por varios pueblos de esta provincia, causando estragos y daños considerables en las tierras que estaban por segar; creyendo los naturales se repetía la escena triste de la in­vasión de los franceses, ó que era llegado el día del juicio.

En Mérida parece que el granizo que cayó en aquella circunferencia llegó hasta el peso de unas cuatro onzas; y que además del daño que causó en las viñas, arbolados y mieses, hizo pedazos las tejas de dos casas de campo, y ma­tó gran número de conejos. Iguales estragos acaecieron en el término de Gargantilla, cuyos vecinos han quedado arruinados.

En Talavera la Real en la noche del 9 de julio al tiempo de ir un sirviente á la era de su amo con un carro tirado de dos mulas, le salieron al encuentro cuatro hombres amenazándole con una estaca, é intimándole se echase boca abajo; las mulas se espantaron v retrocedieron al pueblo con el carro sin haber podido ser detenidas por los ladrones.

En la villa de Castuera en celebridad de la instalación del Congreso, dispuso aquel ayuntamiento en unión con el párroco una misa y Te Deum solemne, á que concurrieron las personas principales del pueblo. Por la noche se tuvo una abundante cena en las casas consistoriales, la cual finalizada con el mayor contento y universal regocijo, se principió un baile en casa del procurador síndico; y habiendo salido a bailar el escribano de aquel número, Don Manuel de Marín, se le deslizaron los pies con las herraduras de las botas, y cayó en el suelo. Teniendo metido en el bolsillo de la chaqueta el cubierto con que había estado cenando; se le introdujo el cuchillo por el costado izquierdo, causándole una herida mortal, de la que con efecto falleció á las veinte y tres horas; con cuya desgracia ceso la alegría que ocupaba los corazones do los concurrentes á las once y media de la noche.

El 15 del mismo julio un lobo, al parecer rabioso, salió al encuentro por cuatro veces á D. Martín Dávila vecino de la Serena, al tiempo que venía de llevar mieses á su era. Acometiendo el lobo á una perra que llevaba en su compañía el D. Matías, procuró éste ahuyentarle tirándole piedras, y notando que se dirigía á él, tuvo cuidado de montar en una de dos caballerías que llevaba, y el lobo hizo presa con la boca á un palo de las angarillas de la otra caballería sin hacerla daño alguno. Se pasaron los avisos oportunos á las justicias de los pueblos inmediatos para que tomasen las precaucionas conducentes.”

Leves y minúsculas realidades de anónimos y desconocidos pobladores de la Extremadura que, a la altura de agosto de 1820 vivía ilusionada y con un elevado nivel de esperanza por su futuro la llegada del liberalismo diseñado en las Cortes gaditanas y en su Constitución de 1812, en esa “Pepa” que a raíz del pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan había terminado con los tiempos oscuros en los que durante el Sexenio absolutista (1814-1820) de Fernando VII se había intentado arrojar por la borda la innovadora e ingente tarea del liberalismo y se había buscado la vuelta a las estructuras absolutistas en las que unos pocos privilegiados hacían de vida y hacienda de la inmensa mayoría de sus compatriotas, adornados con la única condición de siervos o vasallos y sumidos en una casi generalizada miseria.

Mínimas noticias que en su individualidad parece dicen poco. Así es. Pero la abundancia de este tipo de noticias en la prensa del marco temporal que deseemos analizar hace posible su sistematización y la aprehensión de estructuras más profundas que van más allá de la singularidad de las individualidades. Los posibles campos de trabajo parecen numerosos: aproximación a la climatología pasada; formas de trabajo agrícola; posible conflictividad social y niveles de diversas tipologías delictivas,…

Como mero ejemplo de esta tipología informativa, entre los números 1 (12 de mayo de 1820) y en número 234 (domingo, 31 de diciembre de 1820), descargable en formato PDF en

https://books.google.es/books/about/El_Universal.html?id=Kq5NAAAAcAAJ&redir_esc=y

se contienen abundantes informaciones de aconteceres en buena parte de la Extremadura del momento. Como meros ejemplos, en el número 50. Viernes 30 de junio de 1820, se contiene una “Cancion patriótica á las soberanas Córtes, compuesta para el dia de la publicacion y jura de la sagrada Constitucion en la villa de Peñalsordo, provincia de Extremadura, partido de la Serena” o la poesía en latín y su traducción que desde la misma localidad se incluye en el número del 14 de julio; consulta del Alcalde de Ceclavín a las Cortes; 19 de agosto, número de pueblos y vecinos de todos los Partidos de Extremadura: 19 partidos, 396 pueblos y 120.088 vecinos; 1 de septiembre, informaciones diversas sobre la provincia de Extremadura; …y que, con la que creo posible sistematización, encontraríamos elementos para profundizar en el conocimiento de la tierra y de las gentes que la habitaron."

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