A mediados del pasado mes de diciembre, en el recoleto y acogedor Salón de Actos del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz, se efectuó la presentación de un libro, cuyo título ha servido para designar y personalizar esta entrada al blog.
En el acto, además del editor del libro, Vicente Sánchez Ramos, hijo del fotógrafo que da nombre al volumen, autor de una selección de imágenes realizadas por su padre en las décadas de los 40 a los 60 del pasado siglo XX y autor de una breve pero ilustrativa Presentación, intervinieron Antonio Franco Domínguez, director del Museo y Manuel García Cienfuegos, Cronista oficial de Montijo y Lobón, gran conocedor del artista y de su trabajo fotográfico.
La obra, Primera edición, Navidad de 2016, contiene una amplia y variada selección de fotos, más de 250, realizadas por VISAM, y un también breve prólogo firmado por Manuel García Cienfuegos en el que se narra, con pausadas y quedas descripciones la temática plasmada en las visiones y en las instantáneas ofrecidas destacando tanto la contextualización de espacios geográficos tratados y los grandes y generales temas abordados.
Un volumen de poco más de 200 páginas, básicamente dedicadas a divulgar trabajos de VISAM ya que desde la página 31 sólo se reproducen fotos, por lo general una por página, distribuidos en seis capítulos agrupados por la temática tratada en las fotos: Fotografía artística; Fotografía costumbrista; Crónica de una época, con numerosas muestras gráficas de una triple temática –Religiosidad y nacional-catolicismo, Frente de Juventudes y Sección Femenina y El Plan Badajoz- que nos llevan a un penoso tiempo, vivido o soñado, ya feliz y deliciosamente olvidado; un Paisaje Urbano Extremeño, con imágenes de Badajoz, Mérida, Alburquerque, Montijo, Puebla de la Calzada, Villar del Rey, Guadalupe y Trujillo; y dos últimos capítulos, el 6 y el 7, con sendos Reportajes fotográficos sobre el Incendio en la fábrica de harinas de Puebla de la Calzada en 1955 y La visita del príncipe Juan Carlos a la montijana fábrica de Corchero, en 1959 y una serie de fotografías centradas en el Fútbol regional extremeño, temporada 59-60.
En definitiva una rica y variada muestra de la producción fotográfica de VISAM, o al menos de lo que de ella quedó, ya que según se comenta en la publicación, buena parte de los negativos de sus trabajos desaparecieron entre los avatares de los tiempos y los traslados de residencia. Una visión de momentos y de instantes desde los tiempos posteriores a 1939, cargados de recesión, de duros y crueles racionamientos, de penosas escaseces y hasta de mucha más dura hambre, de autarquía y de aislamiento, plagado, eso sí, de las prácticas, imposiciones y controles del nacionalcatolicismo hasta ir viendo asomar en lontananza , la tecnocracia, el más que tímido aperturismo, el Plan Badajoz y sus pueblos nuevos así como el fútbol regional,…
Seis capítulos precedidos de un capítulo 1, Trayectoria profesional de VISAM, con una abundante muestra fotográfica. Un capítulo que supongo escrito por su hijo editor del libro en el que se contiene, de forma muy escueta y resumida esas referencias a sus circunstancias humanas y personales así como breves, y muy objetivas y desapasionadas valoraciones, de sus quehaceres profesionales, destacando la caracterización de costumbrista e innovador para el fotógrafo que en 1934 anunciaba ya una oferta comercial en su primer estudio montijano y que al año siguiente, aparecía en el diario HOY su primera foto como cronista social de Montijo.
Y fueron muchas los trabajos que desde su Montijo de residencia se publicaron en este medio, trasladando a sus lectores instantes de un acontecer cotidiano, las realidades vivenciales de un tiempo concreto, la crónica ilustrada de la realidad social del momento, las costumbres cotidianas las extraordinarias de celebraciones, actos de cualquier naturaleza.
VISAM es el nombre comercial y profesional, el acrónimo o si lo queremos, el nombre de guerra de Vicente María Sánchez Melara, un montijano nacido en 1911 y desaparecido casi en plena madurez vivencial y creativa en 1966. Fue VISAM un hombre de espíritu inquieto, del que se ignoran datos de sus primeros años de vida, que marchó a Madrid para estudiar en la Universidad pero que ganado por la fotografía abandono pronto sus estudios universitarios para dedicarse, con ignorado maestro, a conocer las técnicas y los secretos de las tareas profesionales de un fotógrafo que supo y llegó más allá que otros fotógrafos extremeños del momento, sobrepasando la imperante concepción localista. Porque, como destaca en la breve Presentación del libro Vicente Sánchez Ramos, hijo y portavoz de la familia VISAM, en su padre primó la fotografía-arte sobre la fotografía-profesión.
Entre 1940 y 1943, VISAM, fotógrafo profesional, tiene dos estudios fotográficos en Madrid. Entre 1943 y 1946 reside con su familia en Villanueva de la Serena y desde 1946 mantuvo su estudio en su pueblo, Montijo.
Otra circunstancia y otra realidad me mueven para efectuar este comentario divulgativo de la obra de un trabajador y de un artista de la fotografía. Porque como aficionado a la investigación histórica es de muy agradecer se ponga a general conocimiento y disposición de los investigadores un material fotográfico de propiedad privada. Porque aunque la documentación escrita que llega hasta nosotros es o suele ser abundante, en más escaso número de ocasiones se nos ofrecen documentos gráficos de esa realidad que buscamos aprehender poniendo cara, escenario, el paisaje rural y el paisaje urbano y detalles vivenciales a quienes ahora buscamos aproximarnos.
Por todo ello, permítaseme una felicitación a todas las personas que han hecho posible este libro que espero alcance el mismo o mayor éxito que aquel otro, VISAM, Vida y obra de un fotógrafo, Montijo, 1911-1966, publicado en 2011 y firmado por Manuel García Cienfuegos, Juan Carlos Molano Gragera y
Vicente Sánchez Ramos.
