El Gobernador Civil que no pisó Cáceres
“Los Gobernadores Civiles casi siempre fueron considerados como aves de paso. Alvaro Saavedra, nombrado en 1905 Gobernador Civil de Cáceres, no llegó a tomar posesión del cargo”.
Los Gobernadores Civiles, una figura que aparece también en el tiempo como Jefe Superior de Provincia, Jefe Político y Subdelegado de Fomento. casi siempre fueron considerados como aves de paso.
La provincia de Cáceres, en materia de aves de paso, no iba a resultar menos en esa empedernida carrera por batir records de mínima permanencia en la provincia al frente de los destinos civiles.
Cuando se consultan referencias sobre el Gobernador Civil que menos tiempo estuvo en el cargo en Cáceres se cita, por lo general, el caso del asturiano Leopoldo Sousa Menéndez-Conde, que figuró como responsable del mismo entre el 9 y el 11 de marzo de 1937. Sousa, que fuera Jefe de Somatenes y compañero de Franco en la pesca del atún, en un par de días, tan solo, pasó a regir el Gobierno Civil de Lugo.
Si bien es de señalar que en 1907 el abogado albaceteño Andrés Ochando Valera, liberal, llegó a Cáceres el 23 de enero de 1907 y al que se saludaba desde el semanario “El Adarve” como “persona afable y sencillo trato, culta, versada en la política, de intachable honradez”. Incluso el periódico “El Norte de Extremadura” subrayaba que “todo hace afirmar que nos ha tocado un buen Gobernador en el reparto”.
Curiosamente en el periódico “El Norte de Extremadura” el mismo día que se informa de su llegada se daba cuenta de la inmediata marcha de Andrés Ochando, despachando al Gobernador dimisionario del siguiente tenor: “Hoy, al ver el desencanto que ha sufrido, no tenemos palabras que expresen nuestra protesta contra los que así juegan con la seriedad de tan dignos funcionarios; y pues así lo ha dispuesto el destino, le aconsejamos resignación, deseándole feliz viaje”.
No obstante desde que se creó el cargo y hasta los años cuarenta del pasado siglo, salvo, honrosas excepciones, fueron muchos los Gobernadores Civiles que, entre unas y otras causas, apenas calentaban el sillón, pasando unos días, unas semanas o unos mínimos meses al frente de tan señalado puesto.
Quizás, entre otros motivos, por la efervescencia política entre propios y extraños, cambios de Gobiernos a nivel nacional, pulsos internos de sempiternas conspiraciones y ambiciones, que de todo hay en la viña del Señor.
Sin embargo en la historia de los Gobernadores Civiles de Cáceres destaca el curioso caso registrado en 1905 cuando el “Diario Oficial de Avisos”, de 9 de enero, señalaba el nombramiento como Gobernador Civil de la provincia, deAlvaro Saavedra Magdalena, diputado y senador por la jurisdicción de Villafranca del Bierzo durante catorce años. Pero que, a la sazón, no tomó posesión del cargo. Por lo que la pregunta es si el mismo debiera de figurar como el Gobernador Civil con menos tiempo al frente del mismo. Pocos días después fue nombrado Antonio González López, vinculado al mundillo periodístico.
Asimismo es de dejar constancia que en esa negra lista de quienes llegaban a Cáceres, tomaban posesión, oteaban las cosas y se las piraban enseguida, por unos u otros motivos, Joaquín López Atienza fue nombrado Gobernador Civil el 31 de mayo de 1917 y el 19 de junio era cesado en el cargo, despidiéndose con una carta en la que señala que encontró en los cacereños “el mejor amparo para el desenvolvimiento de mi gestión y quedo tan obligado a las atenciones y a la bondad de cuantos me honraron con su amistad, lo mismo que a cuantos por razón del cargo hasta mí llegaron”.
Sebastián García Pego fue nombrado Gobernador Civil de Cáceres el 15 de julio de 1857 pero el 3 de agosto pasaba al frente del Gobierno de Ciudad Real. Como curiosidad para la historia cabe destacar que el mismo fue dos veces más Gobernador de Cáceres, y, también, Ministro de la Sala de Indias del Tribunal de Cuentas del Reino.
Y del 22 de septiembre de 1910 al 10 de octubre de ese mismo año estuvo al frente del Gobierno Civil Alfredo García Bernardos, y al que, a su llegada, el periódico “El Bloque”, con no mucha visión de futuro, recibía señalando que se acababa con “las funestas interinidades que hemos padecido”.
Por su parte Fernando de la Fuente estuvo en el sillón de gobernador entre el 1 de marzo y el 11 de abril de 1931, presidiendo los actos en el vigesimoquinto aniversario de la coronación de la Virgen de la Montaña.
Asimismo Pascual Testor y Pascual, liberal y moretista, llegaba a nuestra ciudad el 19 de junio de 1916 y, a finales de agosto, ya hacía las maletas. Si bien dispuso que “las tabernas se cierren a las doce de la noche y que no se abran en domingo en cumplimiento de la ley del descanso dominical”.
El primer Gobernador Civil, durante la II República, Antonio Tuñón de Lara, del Partido Radical Republicano, masón, licenciado en Ciencias Exactas, tan solo pasó en el puesto desde el 18 de abril de 1931 hasta el 10 de julio, tras haber sido elegido diputado por Almería en las Cortes Constituyentes, destacando en su despedida que “como representante del Gobierno central de la República cumplí en todo momento las disposiciones emanadas del mismo, haciendo cuanto estuvo de mi parte para mantener el orden social, el respeto a la ley y el derecho de cada uno, basado en la justicia para todos”.
Menos tiempo aún pasó en el Gobierno su sucesor, el oscense Máximo Cajal Sarasa, abogado, político y testaferro, que lo fue desde el 11 de julio hasta el 16 de septiembre. Posteriormente, el abogado Carlos Dafonte Sánchez, ostentó el Gobernador entre el 11 de septiembre y el 8 de noviembre de 1932, siendo cesado por discrepancias con el Partido Socialista de Cáceres.
No obstante en la historia de los Gobernadores Civiles en Cáceres abundan mucho los casos de cuantos que hacían bueno el dicho de que los mismos conformaban esa lamentable especie de aves de paso.
NOTA: La fotografía ha sido facilitada por el Archivo Documental del Senado.
OPINIÓN DE NUESTROS LECTORES
Angel Ruiz Cano-Cortés 00:17 13 marzo 2018
detrimento de la gobernabilidad y buena administración de la Provincia. Muy documentado Artículo.
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