Guillermo Fernández Vara acaba de superar otro de esos complejos retos, escollos y vericuetos de los muchos a los que se ha enfrentado, hasta hoy, en su larga carrera política.
Ha vencido en las primarias, de forma bastante holgada, ha superado el escollo amenazador de una segunda vuelta y hasta pareciera que ha dejado en la cuneta al pedrismo en Extremadura, cuyo titular nacional, Pedro Sánchez, nunca se sabe por donde va a tirar a cada segundo, entre incertidumbres, según amanezca y se levante el mismo en su más que obsesivo, angustioso y desasosegado sueño rumbo a La Moncloa de la mano podemita.
Fernández Vara, susanista de pro, hasta la celebración de las primarias nacionales, el primero que felicitó a Pedro Sánchez y le dijo “Y, ahora, todos contigo”, a pesar de la dureza de la campaña en el seno interno del PSOE, de sus pronunciamientos y de las diferencias tan notorias, era elegido, sin embargo, de forma sorpresiva, por el propio Pedro Sánchez como miembro de su equipo de confianza y aupado al cargo de Presidente del Comité Federal que hasta entonces ostentaba, casualidades de la vida o maldades de la misma, Susana Díaz. Un Pedro Sánchez que se acerca con claridad absoluta a la dinámica plurinacional, ante la aberración independentista de Puigdemont y otros, para fomentar su acercamiento a los independentistas, tratando de obtener más apoyos para su proyecto.
Desde entonces se especuló con dos opciones: Con su transformismo político o con su capacidad de vertebrar sus ideas para los muy arriesgados territorios políticos en que se va adentrando el socialismo que otra vez dirige Pedro Sánchez, autodenominado el “líder de la militancia socialista”, que no de los votantes del PSOE, por cierto. Lo que no es lo mismo.
Fernández Vara ha recibido fuertes críticas, tanto de susanistas como de pedristas, por ese recorrido de tantas tensiones y alternativas, a la hora de decidir su camino, durante el proceso de las primarias a nivel nacional, así de su capacidad de adaptación a las nuevas vías que va imponiendo la dirección nacional y que rechazan de forma rotunda Juan Carlos Rodríguez Ibarra, su gran mentor, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba…
Y, mientras muchos socialistas extremeños cuestionaban a Fernández Vara, sobre todo tras el resultado de los pedristas en las primarias nacionales, y se encontraban con un partido muy dividido, tal cual lo sigue estando,el ya reelegido secretario general del socialismo extremeño ha resurgido cuasi de sus dudas y temores, ha recuperado el pulso y el aliento vital, ayudado por el cargo que le otorgó Pedro Sánchez, y ha dejado en la cuneta en un pis pás a Eva Pérez y a Enrique Pérez, del que contaban que era cuña del propio Pedro Sánchez. Un resultado, el que ha obtenido Vara, para no engañarnos, que tiene su mérito. Políticamente hablando.
Ignoramos si Guillermo Fernández Vara sigue siendo susanista camuflado de pedrista, pedrista camuflado de susanista o se ha convertido en un verso suelto y conjuntado de su propia filosofía política. Pero es de valorar su mérito por mucho que los más cercanos a los entendimientos con Podemos comiencen ahora un rosario de quejas. Pero más difícil lo tenía mi querido amigo Emiliano García Page –con quien tuve numerosos encuentros y conversaciones cuando ejercía como director de TVE-Castilla-La Mancha--, duro de toda dureza con Pedro Sánchez, que ha estado a punto de tirar la toalla de la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha –lo que cuesta sangre, sudor y lágrimas-- y hélo ahí, ahora, abrazado a José García Molina, máximo dirigente de Podemos-CLM, tras tantas discrepancias y desencuentros y a quien va a dar entrada en los próximos días en el Gobierno regional. Por orden, eso sí, de la superioridad del secretario general del PSOE, y forzar el primer Gobierno autonómico conjunto.
Lo que tampoco quiere decir que sea, pueda ser o deje de ser el escenario de Guillermo Fernández Vara, en un escenario de similares connotaciones.
El mismo domingo, tras las primarias socialistas en Extremadura, Vara dejaba constancia que tenía más ganas de luchar que nunca, especificando que por lo mucho que queda por hacer, pero sabe que lo tiene complejo, Eva Pérez dijo que ahora toca sumar, tejer y mejorar, y el sanchista Enrique Pérez, el gran derrotado, sin paliativo alguno, que tan solo logró el 8,9 por ciento de los votos, manifestó su intención de no renunciar al proyecto en el que cree para seguir elaborando una alternativa de partido.
Más allá de todo ello Fernández Vara es conocedor, no obstante, entre ese mucho que queda por hacer, en sus propias palabras, de los graves y delicados problemas que padece Extremadura.
Por citar algunos ejemplos tan solo: La ampliación del boquete y sangría migratoria, que continúa haciendo perder población a la geografía extremeña vergonzantemente, que nuestra Comunidad Autónoma figure en la cola del índice de la renta per cápita (“La Razón”, 31 de marzo pasado), también eb la cola respecto al tren de las pensiones (“El Mundo”, 25 de febrero pasado), la gravedad, carestía y desolación del paro juvenil con cifras nunca existentes, los silencios o fracasos a la hora de obtener logros de relieve desde los fondos de los Presupuestos Generales del Estado –de los que tantas tajadas obtiene, de año en año, Cataluña, por citar un ejemplo--, el compromiso con las energías renovables, la potenciación industrial desde los recursos propios…
También, por supuesto, lo que otros conocen a Extremadura como la Huerta de Europa: El 75 por ciento de la producción nacional de tomate es extremeño, nuestra Comunidad Autónoma es la principal productora de tabaco en España, Extremadura es, asímismo, la Comunidad que más cerezas exporta a Europa, igualmente es la segunda Comunidad que más miel produce en España, lo mismo que es la principal exportadora de ciruela a China y también ocupa el segundo lugar de producción de arroz en España.
O las manifiestas carencias de inversiones por parte de la Administración Central en Extremadura, con ejemplo de extraordinaria magnitud y actualidad como la que representa el caso del Tren de Alta Velocidad.
Esperemos, pues, a ver qué dice el blog titulado “El Cuaderno de Guillermo”, que tan abierto se muestra a todos. Y en el que Fernández Vara va dejando constancia de sus inquietudes.
Y es que el resultado de las primarias socialistas junto a la presidencia de la Junta de Extremadura, quiérase o no, va vinculado de facto a las propias dinámicas de la región.
Añadamos no obstante que, al parecer, se han andan balbuceando los primeros escarceos en Podemos-Extremadura tratando de copiar el escenario de sus correligionarios castellanomanchegos y a imagen y semejanza de cómo van doblando el pulso a Emiliano García Page que nadie sabe, a estas alturas, a qué se ha reconvertido, tras haber sido el crítico más crítico de los críticos contra Pedro Sánchez y sus políticas.
No obstante hasta donde nos cuentan fuentes cercanas a Vara el mismo es consciente de que, a pesar de su templanza, de su mano izquierda y sus facultades, el futuro se presenta con muchas interrogantes de futuro.
Esperemos que, por el bien de Extremadura, todas las acciones de Guillermo Fernández Vara vayan en la mejor dirección posible y sin debilidades ni cesiones que pudieran o pudiesen causar cualquier perjuicio a nuestra Comunidad.