La tostada extremeña se considera como uno de esos suculentos manjares que forman parte del desayuno de la tierra, como para chuparse los dedos, y que miles de cacereños, de extremeños y de turistas, saborean, paladean y disfrutan cada día. Y que ya, afortunadamente, está incrustada en la tipología del desayuno tradicional de la tierra, gracias a muchos esfuerzos y constancia en defensa de nuestras recetas y productos.
Creada, en su momento, con una gran imaginación y que ahora resulta, que desde hace unos años, en base a los más que suculentos productos extremeños, desde la Comunidad Autónoma de Cataluña hay empresarios de la hostelería y clientes que tratan de imponer bajo la denominación de pa ambtomàquet i pernil. Lo que no es justo ni serio. O sea, pan con tomate y jamón.
Es decir, una tostada extremeña. Incluso si tiramos de la denominación de la enciploedia Wikipedia podemos leer cómo se señala que "es una comida tradicional catalana con antecedentes en las costumbres culinarias de trabajadores extremeños --también se señalan andaluces y murcianos-- que emigraban hacia otras zonas de la Península Ibérica".
Queda claro pues que el pa amb tomàquet i pernil, además del resto de ingredientes, tiene un origen netamente extremeño. Lo que ya es hora de decir, de reivindicar y de proclamar en defensa del nombre de Extremadura.
La tostada extremeña, que se va imponiendo a fuerza de trabajo y de prestigio, se está configurando como una delicia de la cocina tradicional y costumbrista auténticamente extremeña. Y a la que, al menos en este caso, no le hacen falta otros lingüismos que traten de usurpar el nombre de la rica tostada extremeña con orígenes que se pierden en el tiempo. Si bien, claro es, el jamón se incorporó hace algunas décadas.
Un desayuno, el de la tostada extremeña, que viene luchando desde hace largo tiempo con otros productos históricos de la cultura del desayuno de la tierra. Como son los riquísimos e históricos churros, de agua, harina y sal, como es la cachuela, un producto de matanza que se conforma básicamente de hígado de cerdo, frito en manteca de cerdo, y mezclado en un preciado revuelto con cebolla, ajo, pimentón y otras especies, como son las pringadas, rebanadas de pan del día anterior, fritas, y con o sin azúcar. O como son las migas, de gran aporte energético, de las que hay infinidad de variables y recetas. Aunque la base es el pan picado con un sofrito de ajos y pimientos, pimentón, aceite de oliva, sal y agua. Y, a partir de ahí, se pueden y deben acompañar de chorizo frito, panceta, sardinas asadas, uvas, huevos fritos... Productos todos ellos, por cierto, que, en nuestra tierra, son un lujo.
Sin embargo esta lucha por hacerse un hueco en el desayuno extremeño o nacional resulta dura, en opinión de los entendidos. Y señalando que por la evidente capacidad publicitario-comercial de los catalanes. Lo que nadie va a negar a estas alturas. Aunque lo interesante es, creemos, eliminar, por justicia el nombre catalanizado, que, dicho sea de paso, salvo que se demuestre lo contrario, parece que Cataluña carece de las buenas piaras de cerdos que pastan en montanera, y en muchísima abundancia, en Extremadura.
La tostada extremeña, consiste, sencillamente, en regar una tostada de pan de pueblo, mejor en horno de leña que en tostadora, con un poco de aceite afrutado, un poco de ajo bien restregado, aceite de oliva virgen extra, pasar un poco de puré de tomate natural, cortados a la mitad y rallados para separar la pulpa de la piel y las pepitas, y añadir, posteriormente, unas buenas lascas de jamón ibérico de bellota. No obstante el ajo y el pimentón pueden considerarse optativos. Si bien se recomienda que de utilizar pimentón sea el de La Vera. Lo que se dice todo un manjar, un lujo y unja exquisitez para el paladar
A ser posible, claro es, con la Denominación de Origen Extremadura y, por tanto, procedente de cerdos criados en lo más puro y natural de la plena naturaleza extremeña, a campo abierto, correteando las inmensas piaras de bella estampa siempre libremente por las dehesas y alimentándose a base de bellota..
Por si alguno de los lectores lo desconociera la tostada extremeña tiene siete virtudes que merece la pena citar para su conocimiento y animarle a que desayune la misma. Y estas virtudes son las siguientes:
Son buenas para comer.
Mejor para beber.
Buenas para dormir.
Mejor para digerir.
Aguza el diente.
Mueve el vientre.
Y pone las mejillas colorás.
Por si fuera poco últimamente circula un post por Facebook, en el que orienta sobre la cultura histórica de la Tostada Extremeña. Y que se podría componer, solo como un ejemplo, para un gustosísimo sabor del paladar, de pan extremeño de Trujillo, de tomate extremeño de Miajadas, de aceite extremeño de Monterrubio, de ajo extremeño de Aceuchal, y de jamón, se subraya, de cualquier parte de Extremadura. Pero sin descartar, añadimos, dichos productos y componentes de cualquier parte. Por ejemplo, aceite de la Sierra de Gata, las hogazas de pan, siempre artesanales, que aún se siguen elaborando en la mayoría de las panaderías de los pueblos de Extremadura.
Lo que sí se podría cuestionar, que en cuestión de gustos no hay nada escrito, es si el acompañamiento se hace con café o con un buen vino, que de todo hay en la viña del Señor. Aunque los expertos señalan que si es a primera hora debiera de ser con café. Y de media mañana en adelante, con lo que le pida el cuerpo al cliente.
Asímismo podemos añadir, para que culminar el ánimo a su degustación, que los beneficios del jamón son altamente significativos para la salud por la cantidad de minerales que se conforman en el mismo, en opinión de los estudiosos. Como son, por ejemplo, por citar unos cuantos el hierro, el cinc, el calcio, el fósforo y el magnesio. A lo que hay que añadir que tan delicioso producto también contiene vitamina B1, B2, B3 y B6. Además de poseer, al mismo tiempo, un bajo aporte calórico. Asimismo se señala que ayuda a la prevención de la osteoporosis y de la arterioesclerosis.
Más alicientes, pues, parece imposible encontrarlos. Consume, pues, amigo, tostada extremeña. Todo un placer. Y si lo divulgas y acabamos con el sonsonete de la catalanización del pa amb tomàquet i pernil, mejor que mejor.Si bien, eso sí, el conocido como pan tumaca, o pan con tomate, Wikipediaseñala que el pan con tomate, pa amb tomata, es una comida tradicional de las cocinas catalana, aragonesa valenciana y balear, similar a la bruschettaitaliana.
Pero al pan y al vino., Y que nadie venga a apropiarse de la tostada extremeña. Por cierto, todo un manjar, aunque otros lleven tiempo tratando de pregonar sus excelencias con procedencias no extremeñas. Lo que constituye una injuria para la histórica gastronomía extremeña.
Así, pues, desayune tostada extremeña y no pa amb tomàquet y pernil.Y haga patria extremeña. Que merece la pena.