Si trabajas por cuenta ajena, estás en el paro, has tenido que optar por el trabajo autónomo, tienes un pequeño negocio, te has jubilado, eres joven, has tenido que recurrir a la emigración, tienes una profesión liberal, eres artista...
Recuerdo que de pequeño, mi tía abuela me regalaba todos los años unos gemelos de oro heredados de su padre oribe. Me decía: estos gemelos son dobles, sin trabilla; los podéis partir y hacer dos parejas, una para tu hermano y otra para ti.