La acertada campaña de información emprendida por el Partido Popular de Extremadura, donde se pone el foco en los logros obtenidos por el Gobierno que preside José Antonio Monago a lo largo de cuatro años difíciles, complicados y con escasos recursos, está demostrando que por encima del hacer, del prometer, del divagar y del poder, lo único que cuenta para los ciudadanos es la actitud decidida de políticos honrados que no tiene más objetivo que servir a la comunidad. Perdernos entre discursos vacuos y debates ideologizados nos arrastra a la melancolía o a la pérdida de tiempo, nos aleja del día a día de los ciudadanos, aquellos que solo desean ver problemas resueltos, oportunidades multiplicadas y esperanza para ellos y sus familias. Quieren ver un país, una región, unas ciudades al servicio de todos, ciudades que no se olvidan de la solidaridad pero que, al mismo tiempo, crecen y se desarrollan, ciudades que generan empleo, que dinamizan el tejido industrial, comercial y empresarial, que se preocupan porque la austeridad no sea lesiva y el crecimiento les llegue a todos.
Del Hacemos del Presidente Monago al Hacemos en Badajoz, una ciudad que, si funciona, funciona Extremadura. Una ciudad que ha sabido encontrar su lugar en la región, en la frontera y en la Península. Una ciudad que, en medio de la crisis, cuando los recursos escaseaban, ha sabido atraer la instalación de grandes superficies –con la creación de empleo que se conlleva- sin olvidar la promoción, la atención y el impulso del pequeño comercio del centro, básico para nuestra economía y seña de identidad de nuestra cultura como ciudad transfronteriza. Una ciudad que ha promovido la recuperación y rehabilitación de espacios monumentales e históricos derruidos, abandonados y olvidados, como el Fuerte de San Cristóbal, con una inversión de 2’4 millones de euros al que hay que sumar un proyecto más ambicioso como la recuperación de la fortificación abaluartada (Trinidad, Revellín y resto de fortificaciones) que alcanzan una inversión de más de 5 millones de euros. O la Alcazaba árabe, que prosigue su rehabilitación con una inversión que alcanza los 6’9 millones de euros. Una ciudad que no olvida la cultura con, por ejemplo, la transformación del antiguo Mercado de Santa Ana en Biblioteca Pública con una inversión de más de dos millones de euros, convirtiéndose así en la cabecera de la red de bibliotecas municipales y ofreciendo al casco antiguo 78 puestos de lectura, videoteca, fonoteca, internet y más de seis mil títulos, o la Noche en Blanco que reunió en su última edición y en una misma noche 182 actividades, 105 espacios y más de 150.000 visitantes. Es una ciudad, Badajoz, donde el deporte ha tenido 2’6 millones de euros invertidos en instalaciones, más de 300.000 euros en pistas multideportivas en cinco barrios y casi 700.000 euros en los ocho poblados. Además, Badajoz ha acogido en estos años 27 eventos deportivos de carácter nacional.
Badajoz es una ciudad que avanza y, al avanzar, hacemos Badajoz. Así, la nueva comisaría de Policía Local, que estará lista en breve, ha supuesto una inversión de 3’5 millones de euros, el Centro Joven ha sumado 800.000 euros en inversión, la Ronda Sur supondrá 40’1 millones de euros en su primer tramo y la construcción del quinto puente, el Albergue Juvenil “El Revellín” se dotó con 1’3 millones de euros, la Ciudad de la Justicia en la Ronda Norte tendrá este año 300.000 euros para que continúe su proceso de licitación y adjudicación y la Plataforma Logística contará con 12’5 millones de euros para su primera fase. Y, además, cuanto no se ve, cuanto va por debajo de tierra, como las obras de saneamiento de depuración de aguas que, en conjunto, superan los 66 millones de euros.
Pero estos números son mucho más que números. Al hacer números, se implica a personas. Las personas son el patrimonio más importante de Badajoz. Las personas son la primera preocupación de una ciudad que quiere que sus ciudadanos sean felices y la felicidad la da el empleo, la da la calidad de vida, las condiciones de vida en una ciudad amable. Badajoz acumula el 21% de creación de empresas de toda Extremadura, y desde 2012 se han llevado a cabo planes de formación con 40 acciones formativas y un 70% de inserción laboral. Trabajamos, hacemos para que los ciudadanos se impliquen, se integren, participen en la construcción de la ciudad. Las personas son lo más importante y por eso en 2014 se han destinado a obra social 300.000 euros, otros 90.000 euros a cooperación al desarrollo, 1.100 vecinos son beneficiarios del servicio de Ayuda a Domicilio y hasta mediados de febrero se han gestionado favorablemente 1.255 expedientes de renta básica.
Está claro que en Badajoz, junto con la ayuda y colaboración de otras Administraciones, gobiernos y organizaciones, hacemos. Somos una ciudad que está en marcha, que no se conforma, que exige porque sus ciudadanos exigen, que reivindica y que, claramente, crece. A pesar de que algunos no lo vean, lo critiquen o piensen que las cosas podrían hacerse de otra manera. Tal vez pudiera hacerse de otra forma, pero está claro que Badajoz es una ciudad que camina con paso firme hacia su propio futuro y que la mayoría de la ciudad está satisfecha con esta tendencia de progreso y desarrollo.
