Desde que ganamos las elecciones, desde el mismo momento que asumimos el mandato de la ciudadanía en la Junta de Extremadura y en las Diputaciones de Cáceres y Badajoz, nos pusimos a desarrollar nuestro programa de gobierno y a cumplir los compromisos que habíamos adquirido con Extremadura, su gente, sus pueblos y sus ciudades.
No encontramos una región boyante, precisamente. Presupuestos inflados y partidas no ejecutadas, deudas con proveedores, horas extras que no se pagaban, rentas básicas pendientes, comedores escolares cerrados, urgencias rurales cerradas y un larguísimo etcétera que nos permitió realizar un diagnóstico mucho peor de lo que imaginábamos, aunque ya sabíamos de una gestión, la de Monago, tremenda, sobre todo para los más débiles que como siempre son los excedentes de las políticas reaccionarias.
Por eso, en cierta medida, no nos sorprende que la Señora Nevado, Alcaldesa de Cáceres y representante genuina de lo que representa el PP, rechace lo que le corresponde a las y los cacereños en concepto del Plan de Empleo Social, que se articula desde la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres y la Diputación de Badajoz.
Un Plan de Empleo Social que, en Cáceres, afectaría positivamente –por no decir rescataría- a 90 familias de una situación dramática, porque no tener empleo, no poder sustentar las mínimas necesidades de los tuyos es desesperante.
No es fácilmente calificable la falta de humanidad de la Sra. Nevado que no ha dudado ni un segundo en utilizar a los más desfavorecidos como barricada contra una medida que ella ve en clave partidaria cuando está concebida en clave social, de justicia y de sensibilidad.
Ella y su conciencia tendrán que rendir cuentas a las familias que oculta tras su sectarismo político. ¿Cree Nevado que las medidas de un gobierno son para los que la votan? ¿Es tal su ceguera política y pobre su ética de la gestión pública que desconoce que una administración no debe distinguir por color partidista sino por situación social?
La ciudad de Cáceres, sus vecinas y vecinos y el futuro que necesita una de las urbes más bellas de España, no se merecen una alcaldesa como la Sra. Nevado. Su falta de humanidad para, simplemente, aceptar que el Plan de Empleo repercuta en quienes más lo necesitan, la retrata como una política de trinchera, una política de partido, de club de amigos. Todas cualidades muy "admirables", pero no las que necesita y pide la ciudad.