Debemos entender que no todo da lo mismo. No da lo mismo ponerse delante de la gente y mirarle a los ojos con las verdades que sabemos, que intentar embarrar el campo y esconderse en los eslóganes y en las mentiras, como no es lo mismo quitar que poner, y mientras Monago y el PP quitaba, Vara y el PSOE pone.
El contexto político implica que sí hay sillones, pero sillones es una metáfora de cargos de gestión y de responsabilidad para hacer, para enfrentarse a los problemas reales, en vez de llevar una lista con todo lo malo que ha hecho el otro, mientras "yo y los míos", nos la pasamos bien viajando, frunciendo el ceño y haciendo como que, de verdad, nos importan las personas.
Es verdad también que no se gobierna desde la Asamblea y que, suponíamos, que nada era mejor que dar espacio para gestionar a una fuerza emergente que prometió ser el mesías de la regeneración y se ha quedado, en Extremadura, en aliado de Pedro Escobar y Alejandro Nogales, sí, esos que votaban a favor de los recortes de Monago y de sus "historietas" aún por contar.
Ir a por el PSOE no es novedad. Ya lo intentaron otros y seguirán intentándolo, mientras la gente, allí fuera, sigue diciendo que se siente más identificada con el PSOE que con cualquier otra fuerza política y seguimos siendo el partido que genera más empatía. Que nos voten más o menos depende de muchas cuestiones que hoy no viene al caso debatir, pero cuando el PSOE es el PSOE, gana, y es una verdad como un templo.
Dejemos de lado las consignas y los eslóganes que aburren a la ciudadanía y distorsionan el foco del debate. Es de recibo decirle a la gente que hay sillones a derecha e izquierda y cuando el pluralismo se entiende de forma correcta, implica ceder y conceder, dar y recibir, ir más allá y quedarse más acá. La gente no nos elige sólo para fiscalizar al gobierno. La gente nos elige para ayudar a abrir Urgencias, restituir rutas escolares o contratar más docentes.
Nos elige para que los hospitales operen por la mañana y por la tarde, para que se pague la Renta Básica, para que se estudie en libros y no en fotocopias y para que no le expolies a tu pueblo, por estrategia política impuesta por Madrid, meses de soluciones al boicotear sin leer un Presupuesto.
Por tanto, ahí están los sillones y desde ahí la capacidad de hacer y de equivocarse, de enfrentarse a los problemas y de dejar de una vez por todas la contemplación de señalar con el dedo a quienes llevamos años dando lo mejor de nosotros por la gente y por una ideología. Algunos deben aprender a ponerse en primera fila y otros a callarse. Lo estamos haciendo.