Pareciera, en los tiempos que corren, que debatir a golpe de consignas, de etiquetas en twitter, de frases vacías y de estrategias políticas, es la esencia de la política, cuando la verdadera esencia de la Política, con mayúscula, es tomar partido y comprometerse con y por la gente. Para mí la política es mojarse.
Desde las responsabilidades institucionales hemos de ser conscientes que nuestras decisiones tienen consecuencias inmediatas en la felicidad o tristeza de las personas. Por tanto, la política es una herramienta con palabras y hechos, con relatos y realidades, con valores y compromisos, con lealtades y memoria. La política tiene sentido sólo si mejoramos la vida de la gente.
¿Por qué digo esto? Porque hace un par de años, teniendo el honor de ser el Portavoz del Grupo Socialista en la Diputación provincial, en la oposición, propusimos un Plan de Empleo desoído por los que hoy son oposición y no cuentan con ninguna mujer entre sus once diputados provinciales.
Aquella vez tampoco pensamos en la rentabilidad política de nuestra propuesta porque el deber de la oposición es controlar y promover alternativas de gobierno. Lo hizo Guillermoen la Asamblea y lo hicimos nosotros en la Diputación. El PP no quiso escuchar, enfermo en su sectarismo, y la consecuencia –terrible para ellos- se tradujo en derrota electoral, pero la verdadera derrota de la política y de la gestión provincial fue el haber tenido en sus manos mejorar la vida de la gente y no hacerlo. Cuando la política se convierte en estrategia sectaria deja de tener sentido.
Pues bien, ahora gobernamos la Junta y las dos Diputaciones provinciales y es el momento de traducir aquello de "primero, la gente" en reconstruir una sociedad más justa para que Extremadura recupere la senda de la igualdad y el progreso, donde lo importante no sea la velocidad sino el avanzar todos juntos.
En este sentido, Guillermo Fernández Vara lo tiene decidido. Junta, Diputación de Cáceres y Diputación de Badajoz pondrán en marcha un Plan de Empleo que rescate a la gente en vez de a los bancos, que sume al sistema productivo en vez de dejar desprotegida a una enorme franja de la sociedad extremeña.
No haremos alardes ni pondremos en funcionamiento campañas de propaganda a costa de la desdicha de las personas que se ven sin trabajo y por tanto con las puertas cerradas del futuro para ellos, ellas y sus hijos e hijas.
Haya mucho o haya poco, nuestra prioridad es la gente y no haremos nada más que cumplir con nuestro deber, con el deber que nos ha encomendado Extremadura: servir a la sociedad para transformar la realidad, para sumar y multiplicar, para ser justos, para igualarnos a todos y todas en oportunidades. Nos han elegido para ello y es lo que estamos haciendo.