Estos días parece que todo el debate mediático y las cuestiones tratadas son relativas a elementos complementarios, importantes sí, pero complementarios de la política, entendiendo la política como la herramienta para concretar y solucionar los problemas de la gente.
No seríamos serios ni honestos si intentáramos engañar a la gente diciendo en público que hay que bajarse el sueldo y en privado pedir cuestiones que llevan a lo contrario. No seríamos honestos intentando poner en el centro del debate números irreales, cuando de lo que se trata es de comprometerse con la vida de las personas y construir juntos un futuro de igualdad e inclusión.
Que no se me malinterprete, estoy totalmente de acuerdo en racionalizar gastos superfluos y en erradicar todas las frivolidades que repercutían negativamente en los hospitales, las escuelas o el empleo. Lo que me niego es a reivindicar banderas desde la demagogia y a poner en segundo plano lo que verdaderamente importa.
Nosotros nos vamos a encontrar con un agujero negro en la economía regional, con más deuda, con más personas paradas que en el 2011 y con menos protección. Es necesario trabajar en una sociedad que debe crecer y recuperar la dignidad perdida durante estos cuatro años.
Ya lo dijo Guillermo y es nuestro gran compromiso: no vamos a recortar en la gente y esto implica solucionar sus problemas más urgentes y recuperar los servicios resquebrajados por las políticas de Monago, Rajoy y el PP que atentaron y atentan contra la existencia misma del estado social.
No será nada fácil y tenemos dos caminos: ir a por los problemas y solucionarlos, o seguir debatiendo sobre cuestiones que deben solucionarse técnicamente a partir de preceptos ideológicos. No debemos continuar debatiendo en los titulares sobre cuestiones cosméticas que no le cambian la vida a nadie, más allá de alguna que otra estrategia que no tiene nada que aportar a los intereses reales de las personas.
El gobierno de Guillermo debe enfrentarse a unas arcas pauperizadas por políticas de posicionamiento personal a costa de la sanidad, la educación, las becas y el empleo, lo sabemos, pero por eso mismo tendremos que dedicarnos cada minuto de nuestro trabajo a solucionar problemas reales de gente real, que para eso nos hemos recorrido cada metro de la región y para ello hemos sido elegidos.
Nuestra herramienta, la política, nuestros vehículos las instituciones, nuestros objetivos, la gente. Es muy sencillo entender que hemos de dedicarnos a lo imprescindible y dejar de perder tiempo en la cosmética que adorna el lenguaje, pero que no se compromete con nadie, más que con uno mismo y estamos en esto para hacer todo lo contrario. Extremadura nos espera y no podemos fallarle. El PSOE no le fallará.