Algunos fenómenos astronómicos que todavía nos dejan atónitos por su belleza y grandiosidad, sirvieron históricamente para manifestar la presencia y el poder de una divinidad celeste o de un gobernante en tiempos en los que era la religión y no la ciencia la que ofrecía una explicación a lo “inexplicable”, nos instruía la investigadora del IAC Andrea Rodríguez Antón en su artículo para este medio: Arqueoastronomía: piedras, estrellas y culturas.
Así, observar los efectos que produce la luz de un cuerpo celeste en la arquitectura...
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