25 septiembre 2019
Ya supuso un cambio importante en la industria del videojuego cuando muchos usuarios dejaron de comprar sus juegos en formato físico para empezar sus “bibliotecas digitales” haciéndose con sus títulos en plataformas como Steam. Este punto de inflexión supuso un tipo distinto de competencia, de guerra de exclusividades, precios y comisiones muy distinto del que habían vivido tradicionalmente las grandes empresas de consolas (Nintendo, Sony y Microsoft) y, por supuesto, supuso un duro impacto a las tiendas físicas que se dedicaban a la venta de videojuegos.
Ahora parece que las reglas están volviendo a cambiar y si antes se digitalizaban los juegos ahora también las consolas. Aunque parezca extraño, no lo es tanto; la clave está en “la nube”, lo que permite a los usuarios jugar desde su casa a juegos que se están ejecutando en potentes servidores. Lo único que necesitarías para jugar en nube es un mando, una pantalla, un dispositivo que haga de conector (Google Stadia, Nvidia Shield, etc.) y una buena velocidad de conexión a Internet.
Planes de suscripción
No se puede decir que haya un consenso con respecto a qué método de financiación y qué precio deberían tener estas plataformas. Por el momento Google ya ha planteado el suyo: Google Stadia, que saldrá al mercado el próximo mes de noviembre ha fijado una cuota mensual llamada Stadia Prop en 9,99€ al mes. Esta suscripción permitirá jugar a los suscriptores jugar a los juegos que tenga en catálogo gratuito Google, además de a los que haya comprado previamente en la store; también es la única forma de utilizar la plataforma a 4K y con sonido 5.1, ya que si se decide no pagar la cuota (solo posible a partir en 2020) el uso de la plataforma vendrá limitado a 1080p y sonido estéreo.
Otras plataformas siguen probando qué método de pago quieren utilizar como es el caso de Nvidia que ya tiene su Nvidia Shield a la venta y por el momento no está cobrando por utilizar su servicio; aunque es probable que en un futuro no sea gratuito.
Velocidad de conexión, el recurso limitante
La calidad y velocidad de conexión es el mayor bache que puede encontrar esta tecnología para expandirse. Aunque en general la infraestructura mejora a buen ritmo, aún hay muchas localidades en las que podría ser difícil tener la conexión necesaria.
Google ha mostrado una gráfica en la que comenta la velocidad de conexión necesaria para una buena experiencia de juego, y tiene sentido que en otras plataformas para jugar en la nube las necesidades sean similares.
5 Mbps (megabytes por segundo) es el mínimo para poder plantearse jugar, aunque el propio Google aclara que la experiencia en ese caso sería nefasta por lo que el mínimo recomendable sería del doble, 10 Mbps. A medida que vaya mejorando la conexión, mejor será la calidad de imagen y sonido, siendo el máximo 35 Mbps el que nos permite utilizar la plataforma en máxima calidad.
La latencia es otra métrica fundamental para una buena experiencia de juego ya que determinará la velocidad en la que recibes un paquete de la red, es decir, la inmediatez de la conexión. Esto que no es un factor tan determinante en navegación web o para ver una película en streaming; es algo vital en un juego que te exige una alta velocidad de respuesta. Puedes comprobar si tienes la velocidad de conexión y latencia necesaria utilizando un test de velocidad.
Seguimos expectantes de cómo evolucionará esta tecnología y cuál será su aceptación entre el público, pero la premisa de jugar sin necesidad de hardware tiene mucho potencial y si no termina consolidándose como la única opción en el mercado, seguro que será una alternativa viable y preferida por muchos usuarios.
