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Consejos para el cuidado de los pies en el adulto mayor

12 noviembre 2021

Las afecciones más comunes de los pies suelen venir provocadas por enfermedades circulatorias, diabetes y un reiterado mal uso del calzado. Por ello y ante la aparición de los conocidos “achaques de la edad” es el momento de confiar su salud en buen calzado ortopédico y en unas pautas de cuidados que eviten que los daños vayan a más.

Cuidados y pautas a seguir en el adulto mayor

Según la Organización Mundial de la Salud se considera adulto mayor a aquellas personas que han pasado la barrera de los sesenta años. Esto no implica de ninguna manera que al llegar a ese umbral de edad nos convirtamos en seres disfuncionales o inoperativos.

Lo que sí es cierto es que es a partir de ese momento es cuando podemos comenzar a padecer molestias en los pies, ya que durante décadas han sido nuestro soporte y método básico de desplazamiento.

Higiene y cuidados

El lavado diario es imprescindible para, además de continuar con los buenos hábitos higiénicos, poder detectar la aparición de pequeñas heridas, rozaduras o callos que puedan complicar el estado de los pies y comprometer la salud general.

Tras el lavado es muy importante el secar a conciencia para eliminar toda la humedad para huir de los hongos y aplicar una buena loción hidratante que evite la descamación y deje la piel flexible y nutrida.

En cuanto al corte de las uñas, hay que extremar el cuidado. De no saber o no poder hacerlo por nosotros mismos hay que contar con la ayuda de un profesional de la pedicura que lo haga de forma correcta, en línea recta y sin dejar picos, para evitar que se claven en los dedos.

El calzado ortopédico

Este tipo de calzado no solamente se usa como elemento correctivo, sino que tiene también la función de ser preventivo, ya que procura el cuidado de los pies cortando de raíz con los principales problemas que trae el ir mal calzados.

Un zapato se compone de varias piezas que es importante conocer para, a la hora de elegir, saber cuál es el que debemos adquirir dentro de la gran oferta que existe en el mercado. 

  • La puntera, que es el lugar donde se alojan los dedos y debe permitir una adecuada colocación de estos, sin oprimir, sin que se monten y sin que rocen, o choquen, contra los bordes. 
  • La capellada es quizás la más importante porque es la que realmente sujeta al pie y evita desplazamientos laterales que suelen derivar en torceduras. También es dónde se encuentra el cierre, ya sean cordones o velcros, que debe ajustar sin apretar para no impedir la correcta circulación sanguínea. 
  • La suela, compuesta a su vez de entresuela y tacón, es la parte que nos mantiene en contacto con el suelo por tanto debe ser antideslizante, transpirable y valorar su forma en función del pie y de la amortiguación que presten. 


También hay que tener muy en cuenta el que estén hechos de un material que regule la temperatura y sea apropiado a la época del año en que vayan a usarse. Y siempre que haya que usarlos con medias o calcetines procurar que estos sean de algodón y sin costuras.

Además de estos cuidados hay un factor que es el ejercicio que no hay que olvidar, ya que para un correcto retorno de la sangre el movimiento de los pies es fundamental.

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