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Dentro del 22º Festival FanCineGay

La emeritense Sara Moralo Bermejo expone en Zafra 'A los doce se cortó el pelo'

Con un enfoque feminista y queer, su obra trata sobre temas de identidad de género, raza, etnia, cultura, sexualidad y la política de los cuerpos.

María Gallardo Jiménez

07 noviembre 2019 | Publicado : 18:15 (07/11/2019) | Actualizado: 18:29 (08/11/2019)

MÁS PERSONAL

Sara Moralo Bermejo¿Quién es Sara Moralo Bermejo?

S.M.B.: Soy una artista visual y cineasta de Mérida, residente en Londres desde el 2008. Con un enfoque feminista y queer, mi trabajo trata sobre temas de identidad de género, raza, etnia, cultura, sexualidad y la política de los cuerpos. Mi objetivo es deconstruir nociones normativas de género y sexualidad mediante la exploración y subversión de los conceptos tradicionales de masculinidad y feminidad.

Una extremeña con talento que tiene que emigrar a Londres hace doce años, ¿qué le sugerirías a las distintas administraciones para retener el talento en nuestra región?

S.M.B.: Que gobiernen para muchos y no para pocos como hacen. La educación es clave, y que ésta sirva no para que las personas repitamos conceptos aprendidos, sino para que los cuestionemos. Fomentar el pensamiento crítico aunque esto no interese a las estructuras de poder del sistema actual. Se necesitan generar más oportunidades de empleo. Cuando me preguntan que por qué no vuelvo siempre pienso: '¿Para qué?, ¿qué voy a hacer allí?'. La mayoría de mis amigos se quejan de su situación laboral. Se necesitan políticas que no opriman al pequeño empresario ni a los autónomos. Ser autónoma en Reino Unido es muy fácil desde un punto de vista de impuestos y declaración de ingresos. Eso hace que haya muchas más personas emprendedoras. También hay más inversión pública en cultura, tecnología y ciencia. El sector cultural británico compite con el financiero porque la cultura se considera una necesidad.

¿Quiénes son tus referentes en el mundo de la fotografía y del cine?

S.M.B.: Qué difícil. Son muchas personas. Me encanta el trabajo de artistas como Nan Goldin, Francesca Woodman, Claude Cahun, Wolfgang Tillmans, Donna Ferrato, Del LaGrace Volcano, A.L. Steiner y Zarina Bhimji. También de cineastas como Byambasuren Davaa, Barbara Hammer, Jafar Panahi, Shirin Neshat, Joshua Oppenheimer, Céline Sciamma, Desiree Akhavan. Abbas Kiarostami, Ciro Guerra, Ron Fricke, Maysaloun Hamoud, Samira Makhmalbaf y Haifaa al-Mansour.

¿Qué proyectos tienes a corto y largo plazo?

S.M.B.: Me gustaría finalizar el proyecto ‘A los doce se cortó el pelo’ con la publicación de un libro. También estoy trabajando en un proyecto fotográfico sobre la menstruación y otro sobre desnudos subversivos de mujeres. En algún momento en los próximos años me gustaría realizar un documental sobre la escena porno queer de Berlín en colaboración con la cineasta italiana Silvia Maggi, y otro sobre colonialismo y su relación con la violencia de género en América Latina.

¿Sueños por cumplir?

S.M.B.: Muchos, pero me gustaría empezar con conseguir financiación para mis proyectos futuros.

¿Regresarás para quedarte en Mérida algún día?

S.M.B.: No lo sé. Me gustaría poder pasar algunas temporadas por allí, pero volver para quedarme, no lo sé. Aunque siempre digo que soy 'charquera' y que me gustaría terminar mi vida allí. Quizá algún día.

Mucho ha llovido desde que en el año 2011 expusiera ‘Fragmentos femeninos’ en la Galería Cabeza de Ratón, en Cáceres. Ocho años después y con más ilusión si cabe, Sara Moralo Bermejo (nacida en Mérida el 2 de enero de 1984), expone a partir de este viernes, 8 de noviembre, ‘A los doce se cortó el pelo’ en la Sala Las Tenerías del Teatro de Zafra (Badajoz), dentro del 22º Festival LGTBIQ+ FanCineGay. Ilusión y nervios se apoderan de esta talentosa emeritense ante este nuevo proyecto que presenta en su tierra.

Y es que tras terminar en el año 2007 su Licenciatura de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid (donde recibió la Beca de Excelencia Académica e impartió clases de Literatura y Medios Audiovisuales), Sara puso rumbo a Londres en la búsqueda de un futuro mejor. Desde entonces, a sus espaldas lleva una intensa carrera de fondo, graduándose de su Master en Fotografía Artística en la Universidad de Artes (Londres) London College of Communication en 2012.

Su trabajo fotográfico se ha expuesto internacionalmente -al margen de España-, Londres y Berlín, y se ha publicado en VICE, El País, Dust y Uncertain States. Con un enfoque feminista y queer, la obra de esta artista trata sobre temas de identidad de género, raza, etnia, cultura, sexualidad y la política de los cuerpos. Su objetivo es deconstruir nociones normativas de género y sexualidad mediante la exploración y subversión de los conceptos tradicionales de masculinidad y feminidad.

Así pues, el trabajo de Sara llega ahora a Zafra a través de la exposición ‘A los doce se cortó el pelo’, no lo podrá ver de cerca por residir en la capital del Támesis y cumplir con sus obligaciones profesionales. De hecho, acaba de llegar del Berlin Porn Film Festival donde se ha presentado su primer documental y trabajo más reciente, Sunny Boy (Reino Unido, 2019), tras haber sido seleccionado en los festivales internacionales de cine Reel Desires Chennai (India), New Filmmakers New York y Queer And Migrant (Amsterdam).

Además, esta emeritense también ha estado involucrada en la realización de otros documentales como Born Naked y When We Are Together We Can Be Everywhere. Un talento extremeño en alza, sin duda, del que se seguirá hablando en el futuro. De todo esto y mucho más ha hablado con Regiondigital.com

¿Cómo surgió la exposición ‘A los doce se cortó el pelo’?

S.M.B: ‘A los doce se cortó el pelo’ es un proyecto que llevo realizando en Londres desde el 2012. En el 2011 viví en Berlín unos meses y allí conocí a gran parte de la comunidad trans y queer de Berlín. Aunque pertenezco a la comunidad LGBTI, nunca hasta entonces había estado expuesta a realidades transgénero. Conocer a gente de ese colectivo me hizo ampliar mis nociones de masculinidad, feminidad y género. Y también me hizo darme cuenta de las dificultades a las que esta comunidad se enfrenta cada día. La transfobia está muy presente en la sociedad y el colectivo trans es el más discriminado dentro de la comunidad LGBTI. Se necesitan más representaciones de este colectivo.

Así que cuando volví a Londres decidí empezar un proyecto fotográfico en colaboración con cuatro personas transgénero masculinas. Elegí explorar el concepto de masculinidad con personas transmasculinas y no transfemeninas porque como mujer y lesbiana que soy, siempre he sentido la imposición social de comportarme de una manera normativa y correspondiente a mi género, o sea de forma femenina. De pequeña siempre me gustaban más las actividades consideradas masculinas como el fútbol y el deporte en general, y la ropa de chicos. No me gustaban nada los vestidos y siempre sentía que iba a contracorriente. Por eso decidí explorar el concepto de masculinidad, ya que el de feminidad ha sido socialmente impuesto sobre mí.

A través de esta muestra ¿qué quieres mostrar?

S.M.B.: Decidí hacer este proyecto para intentar un acercamiento entre el colectivo transgénero y la sociedad en general. La cobertura mediática de la temática transgénero habitualmente se centra en retratar a estas personas como sujetos de odio y abuso, como víctimas. Si bien es importante denunciar la discriminación hacia este colectivo, también es necesario representaciones que se centren en la humanidad del mismo, en mostrarlas simplemente como personas. Muchos de los trabajos artísticos realizados sobre personas transgénero se centran en sus cuerpos y en las diferencias. A mí me interesaba retratar sus diferentes identidades, no sólo el hecho de que sean trans, y darles el espacio para que elles mismes pudieran decidir cómo ser retratades.

El hablar abiertamente de género es algo que beneficia a toda la sociedad, no solo a la gente trans. Cuando nacemos, lo primero que recibimos es una sentencia de género. Se abren nuestras piernas y alguien dice: Es niño o es niña. Desde ese momento, la sociedad inicia un proceso de imposición de normas de género que dura toda nuestra vida y que nos limita como personas. Desde el trato diferente que recibimos en situaciones sociales si eres hombre o mujer, hasta cómo se supone que debemos vestirnos, hablar y comportarnos. Las personas transgénero ponen de manifiesto claramente la construcción cultural y social de las categorías binarias de hombre y mujer, la artificialidad del género y su naturaleza performativa.

No sólo son elles quienes deciden interpretar una serie de códigos performativos de género cada día eligiendo cómo se identifican a través de la ropa, por ejemplo. El resto de las personas cisgénero, o sea las personas que nos identificamos con el género asignado a nuestro sexo cuando nacemos, en mi caso por ejemplo como mujer, también lo hacemos. Elegimos nuestra identidad de género cada día y así nos presentamos a la sociedad. En este sentido, el colectivo transgénero en su lucha mejora la calidad de vida de todas las personas, introduciendo nuevas maneras de entender el género más allá de las categorías de hombre y mujer, y ayudando a liberar a la sociedad de las normas restrictivas de género.

Cuando llevas a cabo proyectos de esta envergadura, en el que se aúnan lo cultural y lo social, ¿qué objetivos persigues?

S.M.B.: Siempre intento trabajar con minorías excluidas de los espacios sociales y de representación general siguiendo un proceso colaborativo en que estas personas tienen la decisión final sobre qué imágenes o vídeos se usan y cuáles no. Intento darles un espacio de expresión que llegue a audiencias que puedan conocer otras realidades diferentes a las suyas. Y llegar también a gente de dentro de esos colectivos minoritarios que puedan tener referentes visuales con los que se puedan identificar. Personalmente algunos trabajos audiovisuales me han hecho cuestionarme a mí misma, mi manera de pensar, incluso cambiar mi opinión y conocer realidades que ignoraba. Otras veces veo proyectos con los que me identifico, y eso me ayuda a sentirme representada. Me gustaría pensar que algunas personas puedan llegar a sentir lo mismo a través de los proyectos que realizo.

Enmarcada en el 22º Festival Internacional de Cine LGTB de Extremadura (FanCineGay), ¿cómo llega ‘A las doce se cortó el pelo’ a este certamen?, ¿quién se puso en contacto contigo?

S.M.B.: Carlos Fernández, encargado de la dirección, producción y comunicación del festival, se puso en contacto conmigo después de ver la serie fotográfica en mi página web. Me dijo que le gustaría proponerla para hacer una exposición durante el festival, y la idea salió adelante. El festival es principalmente cinematográfico, pero también hay otras actividades paralelas que incluyen fotografía, literatura y teatro.

¿Qué se puede encontrar quien visite esta muestra? y ¿de qué se compone?

S.M.B.: ‘A los doce se cortó el pelo’ explora nuevas maneras de entender el género. A través del uso de doce dípticos compuestos por fotos de infancia e imágenes actuales de cuatro personas transgénero masculinas, este proyecto examina los conceptos de masculinidad y feminidad, así como la infinidad de opciones intermedias. La serie invita al espectador a viajar junto a Lysander, CN, Sabah y Charlie a través de géneros, tiempo y contextos culturales. Asimismo retrata la fluidez de la identidad de género, ofreciendo nuevas maneras de entender más allá de las categorías binarias de mujer y hombre. Además de los dípticos fotográficos de estas cuatro personas, la exposición cuenta con textos escritos por elles mismes hablan sobre diferentes aspectos de sus experiencias como personas transgénero.

La exposición se inaugura este viernes, 8 de noviembre, a las 20:00 horas, en la Sala Las Tenerías del Teatro de Zafra (Badajoz), donde se podrá visitar hasta el día 24 del mismo mes. ¿Hay alguna probabilidad de que la muestra recorra otras localidades extremeñas?

S.M.B.: Es posible que la exposición viaje a otros lugares de Extremadura durante el año que viene, pero todo esto está por confirmar. Esperemos que sí.

Al margen de este trabajo, acabas de presentar en Berlín el documental ‘Sunny Boy’, trabajo que también ha sido seleccionado en otros festivales de cine en India, New York o Amsterdam, ¿qué supone para ti estar presente con tus proyectos en estos certámenes?

S.M.B.: Es emocionante poder llegar a audiencias en todos estos lugares y ver que tienen interés en ver el documental. He trabajado mucho para ese proyecto durante un año y medio con nada de presupuesto y financiándolo yo misma. Tener el reconocimiento por parte de los festivales me motiva a seguir produciendo nuevos proyectos. Pero ojalá que en el futuro pueda contar con financiación pública, y que haber realizado todos estos proyectos me ayuden a conseguirlo.

¿Habría alguna posibilidad de mostrar este documental en tu tierra?

S.M.B.: Espero que sí, pero de momento no ha salido nada.

¿Qué cuenta ‘Sunny Boy’?

S.M.B.: Sunny Boy es el retrato íntimo de un hombre indio gay de 38 años, nacido y criado en Malasia. Kumar Muniandy se trasladó a Reino Unido en el 2003 y nos cuenta su viaje desde Kuala Lumpur a Londres. Reflexiona sobre su familia, su herencia cultural tamil, lo que significa ser un hombre gay en su tierra natal y lo que ahora supone ser una persona homosexual de color en Londres. El documental es una reflexión sobre masculinidad, sexualidad, raza, cultura tamil, fe y sobre todo, cómo todas estas múltiples identidades están interconectadas. 

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