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Cómo arreglar el resbalón de la puerta que no encaja bien

Este problema puede solucionarse fácilmente. Es posible, arreglarse sin necesidad de gastar un centavo.

18 septiembre 2019

Un resbalón o pestillo que no encaja es una de las averías más comunes que conlleva a llamar a un cerrajero Castellon. Pues, esto no sólo es una continua molestia cada vez que se tiene la necesidad de abrir o cerrar la puerta. Sino que además, pueden trabarse por completo en cualquier momento, dejando a las personas encerradas.  

 

No obstante, este problema puede solucionarse fácilmente. Es posible, arreglarse sin necesidad de gastar un centavo. Aunque en muchos casos, tanto por la conveniencia como por la eficiencia de sus resultados, resulta más ventajoso acudir a un cerrajero profesional. 

Engrasar con spray de polvo de grafito

Una circunstancia común que puede afectar al pestillo, impidiendo que la puerta cierre bien, es la falta de lubricación. Se trata así de un problema fácilmente solucionable, tanto por los cerrajeros donostia como por cualquier persona en casa. 

 

Se aconseja usar como lubricante polvo de grafito, aunque cualquier aceite para cerraduras funcionará para este propósito. De esta forma, no sólo se evita que el resbalón se desencaje, sino que además contribuye a un mejor funcionamiento de la cerradura. 

 

En todo caso, es importante asegurarse de engrasar con aceites específicos para cerraduras. Pues, con el paso del tiempo éste se va mezclando con polvo, formando un barro denso que termina por atascar llaves y cerraduras. 

Verificar las bisagras de la puerta

Como consecuencia del uso constante, golpes y tirones, las bisagras pueden aflojarse, y sus tornillos pueden correrse. Esto deja como resultado una cerradura desalineada que dificulta la entrada del resbalón en la placa correspondiente, ocasionando que resbale o se atasque. 

 

En tales casos, los cerrajeros Santander aconsejan proceder a levantar ligeramente la puerta, y verificar si de esta forma el pasador encaja. Si es así, bastará con apretar o reemplazar los tornillos que sujetan las bisagras. En el supuesto que su reemplazo sea preciso, es importante asegurarse de comprar tornillos especiales para madera, los cuales se encuentran en cualquier ferretería. 

 

Una vez se tienen los tornillos, se debe proceder a retirar la puerta. Seguidamente se deben examinar con atención las bisagras, a fin de determinar la causa del problema, y proceder acorde a ello. Así, si se trata de tornillos salidos, solucionarlo será tan fácil como realizar los ajustes pertinentes con la ayuda de un destornillador. 

 

Sin embargo, en otro caso se observa la bisagra floja, la reparación demandará un poco más de trabajo. Se debe entonces, retirar la bisagra, y con aserrín y goma proceder a sellar los agujeros. Hecho esto, es preciso dejar secar durante al menos 24 horas. 

 

Finalmente, se han de colocar nuevamente las bisagras, sujetando con tornillos nuevos. Asimismo, si alguna de las bisagras está deteriorada o rota, lo mejor será cambiarla igualmente por una nueva. 

Fijate en la placa que recibe el pasador

Cuando el pestillo de la puerta no encaja bien, otra posibilidad es que la pieza del marco de la puerta que le recibe, esté desalineada. Si este es el caso, entonces se deben llevar a cabo las reparaciones pertinentes, o bien llamar a un cerrajero pamplona barato. En el primer escenario, se debe ajustar la placa en cuestión y apretar las tornillos. 

 

De esta forma, se conseguirá que este conjunto regrese a su posición original, permitiendo que pestillo entre perfecta y suavemente. Sin embargo, puede ser necesario fijar la placa en un punto nuevo para permitir que todo encaje. Esto suele ocurrir, por ejemplo, cuando se ha ajustado la posición de la puerta por alguna otra reparación. 

 

Por otra parte, los tornillos pueden haberse movido, y en consecuencia no apretar correctamente. Entonces, será necesario cambiar el tornillo central por uno de mayor longitud, a fin de penetrar más profundamente, consiguiendo asegurarlo en madera sana. 

Lijar o cepillar la puerta

Si se trata de puertas de madera, la humedad y los cambios en la temperatura pueden ocasionar que la puerta se hinche. Esto, a su vez facilita que el resbalón no encaje bien y que la puerta se atasque, exigiendo del uso de la fuerza para abrirla o cerrarla. 

 

Sin embargo, aunque puede parecer un problema complejo, su arreglo es bastante sencillo de llevar a cabo. Así, lo primero que se debe hacer es localizar el punto donde la madera roza con el marco. Para ello, lo más fácil es pintar el costado de la puerta con tiza. 

 

De manera tal que, al cerrar y abrir varias veces pueda apreciarse en el marco la zona de menor contacto, ésta será la zona a tratar. Seguidamente, se debe proceder a lijar o cepillar dicha área, con la intención de desgastarle para que deje  de hacer fricción. Esto, será suficiente para que el resbalón encaje perfectamente. 


De acuerdo al lugar donde esté presentando el inconveniente, puede ser preciso descolgar la puerta para lijar con mayor comodidad y precisión. Asimismo, se aconseja hacer uso de un taco de madera como soporte la lija, esto a fin de conseguir un mejor resultado, siempre cuidando de no desgastar de más.

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