15 abril 2021 | Publicado : 14:12 (15/04/2021) | Actualizado: 21:47 (15/04/2021)
La portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Popular, Pilar Pérez, ha exigido al gobierno de la Junta que proceda de inmediato a cubrir la baja del ATE cuidador del CEIP San Isidro en la localidad de Guadiana.
Según Pérez, la falta de este profesional en dicho centro está provocando que aquellos alumnos con discapacidad que requieren atenciones especiales no puedan asistir a su centro educativo, perdiendo así clases y causando graves problemas de conciliación en sus familias.
Además, ha manifestado que es "intolerable" que en pleno siglo XXI tres alumnos con discapacidad tengan que quedarse obligatoriamente en sus casas porque la Junta de Extremadura no haya agilizado aún los procedimientos necesarios para cubrir las bajas de los ATE cuidadores.
El GPP ha lamentado que, ahora, la consecuencia directa de esa falta de gestión sea la pérdida del derecho a la educación de estos alumnos con discapacidad.
Asimismo, ha instado a la Consejería de Educación a que, al menos, conteste a las familias ante la demanda que estas le han trasladado para que se ponga en funcionamiento, en este centro público, un aula TEA con la que poder ofrecer una atención especializada a aquellos alumnos que la requieren.
Pérez ha incidido en que la "verdadera inclusión" pasa por ofrecer en los centros extremeños respuestas educativas adecuadas, pero el PSOE sólo utiliza este principio como un eslogan, y ni lo pone práctica ni contesta a las familias.
La portavoz de Educación ha subrayado que se está hurtando el derecho de recurrir la decisión administrativa. Así, el PP comprende la impotencia de las familias pues, no se entiende que, reuniendo todos los requisitos establecidos por la Consejería de Educación, no se les conceda el aula especializada.
Pérez ha dejado claro que esta situación en el CEIP San Isidro no es atribuible a los profesionales, que también tienen sus derechos, sino a la Administración que se "pierde en burocracias y es ineficaz".
Y, ha concluido que a la izquierda se le llena la boca de la palabra inclusión, pero la realidad de la escuela rural extremeña es que hay alumnos con discapacidad en sus casas.
