Su destino antaño como Sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Llerena no le hace justicia a su actual uso ya que recuerda uno de los episodios más oscuros de la historia. El edificio, de finales del S. XV, es de claro estilo Mudéjar con alguna impronta renacentista. Alberga en su interior colecciones tan curiosas como la de las miniaturas de Vicente Juliá entre las que destacan piezas decoradas de apenas ¡2 mm!. Otras expresiones artesanales como orfebrería, alfarería, bordados, cuero, madera, vidrio, metal o cerámica,...
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