08 noviembre 2024
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Tuvo lugar en la calle del Correo contra la cafetería Rolando de Madrid hace 50 años y, la exposicióbn puede visitarse en Mérida hasta el próximo 17 de noviembre.
Titulada 'Atentado en la calle del Correo. Cincuenta imágenes para la memoria', la exposición está compuesta por 50 fotografías de la Agencia EFE, así como otras cedidas por familiares de las 13 víctimas asesinadas, y puede visitarse en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida.
Además, como complementos expositivos, cuenta con un vídeo informativo, con imágenes cedidas por RTVE, sobre lo acontecido aquel día en Madrid y un podcast con testimonios de cuatro víctimas del atentado, entre ellas el de Natividad Astudillo, actual vicepresidenta de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo.
Cabe apuntar que entre los asistentes a la inauguración de la muestra se han encontrado el expresidente de la Junta Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el delegado del Gobierno, José Luis Quintana; el secretario general de la Consejería de Presidencia, Interior y Diálogo Social, David González Gil; el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna; la vicepresidenta segunda de la Diputación de Badajoz, Carmen Yáñez; diputados de la Asamblea; y otras autoridades civiles y militares, además de familiares y representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo.
LA DEMOCRACIA GANÓ A LA "BARBARIE" TERRORISTA
En la inauguración de la muestra, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha defendido que "es muy importante hablar de lo que pasó" con la "sinrazón del terrorismo", porque "no hay nada peor para la injusticia que el olvido" de la que fue "una oscura etapa" de la historia de España.
A este respecto, ha incidido en la necesidad de trabajar para que las generaciones más jóvenes no olviden "el alto coste" que tuvo la paz para España; subrayando que, en todo caso, frente a la "coacción" y la "violencia" de ETA el pueblo español planteó "resistencia democrática".
"La democracia ha ganado a la barbarie", ha espetado Quintana, quien ha defendido que "la violencia nunca es solución de nada", y ha subrayado la "obligación" de "luchar cada día" por una España "democrática y tolerante".
LAS VÍCTIMAS SON UNA "BRÚJULA MORAL"
Por su parte, el secretario general de la Consejería de Presidencia, Interior y Diálogo Social, David González Gil, ha reafirmado el "compromiso" de la Junta de Extremadura con las víctimas del terrorismo que, según ha incidido, "son y serán siempre una brújula moral"; reconociendo que por mucho que se haga en favor de las mismas "nunca se podrá compensar a quien sufrió el azote terrorista".
Así, ha considerado que hay que hacer "pedagogía" entre las generaciones más jóvenes para "avivar el recuerdo" del "terrible ataque" sufrido por la democracia y el Estado de Derecho españoles por parte de ETA, una banda que "tanto dolor generó".
Al mismo tiempo, en nombre del Gobierno extremeño ha pedido el cumplimiento "íntegro" de las penas para los terroristas, y ha defendido que "no hay lugar a negociación con vástagos políticos" de ETA; y ha destacado que en virtud de la ley regional de atención a las víctimas se han concedido 1,2 millones de euros en indemnizaciones.
COMPROMISO DE MÉRIDA
El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha señalado que hay que reivindicar "permanentemente" la memoria de las víctimas del terrorismo, algo que se consigue también con exposiciones como las inauguradas esta tarde.
"Es bueno que recordemos con imágenes todo lo que este país ha sufrido (con el terrorismo de ETA) para no olvidar tampoco a las víctimas", ha espetado.
Al mismo tiempo, el primer edil ha remarcado el compromiso de Mérida con la víctimas terroristas, tal y como se evidencia, entre otras cuestiones, con dos monumentos en la ciudad.
EDUCAR EN VALORES
De su lado, el presidente de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, José María Antón López, ha señalado la necesidad de "mantener viva" la memoria de las víctimas de la "sinrazón terrorista", a través de diversas acciones, entre ellas la política educativa para "educar en valores sociales para mejorar la existencia".
En este sentido, ha destacado también la exposición inaugurada esta tarde, que recoge imágenes de "sufrimiento" y "horror", pero que debe servir --ha remarcado-- para "sensibilizar" y "modificar comportamientos para que no haya más muerte".
José María Antón López, al mismo tiempo, ha transmitido el "ánimo, fuerza y empatía" de su colectivo con los damnificados por la reciente DANA en España. "Sed fuertes y apoyaos unos a otros", ha señalado, al tiempo que ha reconocido también que hay que tener claro igualmente que "la administración nunca llega a todas partes".
CUATRO APARTADOS
La exposición está estructurada en cuatro apartados, cada uno de los cuales lleva una cartela de texto a modo de introducción, que ayudará a contextualizar el contenido informativo de las imágenes, junto a una foto identificativa del apartado, seguida de otras, con sus correspondientes pies de foto seleccionadas entre las más de cincuenta fotografías que configuran el global de la muestra.
Se trata, por tanto, de un recuerdo y homenaje a la memoria de las víctimas y heridos habidos en la primera acción indiscriminado de ETA. Hasta el atentado con coche-bomba contra el centro comercial Hipercor el 19 de junio de 1987, que provocó la muerte de 21 personas y otras 45 resultaron heridas, el atentado de ETA con mayor número de víctimas mortales fue el perpetrado el 13 de septiembre de 1974 en la cafetería Rolando.
La bomba colocada en el establecimiento, ubicado a pocos metros de la céntrica Puerta del Sol, acabó con la vida de once personas y causó lesiones a más de setenta. Debido a las graves secuelas que arrastraban, dos de los heridos fallecieron posteriormente. En concreto, Gerardo García Pérez, camarero del establecimiento, el 29 de septiembre, días después del atentado, y Félix Ayuso Pinel, el único policía de la lista, el 11 de enero de 1977.
ETA atentó contra la cafetería Rolando por estar ubicada muy próxima a la por entonces Dirección General de Seguridad, en lo que hoy es la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, motivo por el que los terroristas supusieron que el lugar era muy frecuentado por policías, que sólo tenían que cruzar la calle.
Pero también era un establecimiento habitual para la población civil por su proximidad al kilómetro cero, en pleno centro de Madrid, y así se evidenció con el cómputo final de asesinados y heridos.
De hecho, la dirección de ETA, sorprendida por el número de civiles que habían sido víctimas del ataque, mantuvo un debate interno y finalmente no se responsabilizó de lo ocurrido. La organización terrorista tardó más de cuarenta años en reconocer su responsabilidad en el atentado de la cafetería Rolando.
Lo hizo en su último Zutabe -boletín interno de la banda-, que se publicó antes de su disolución en 2018. En el mismo, la banda terrorista admitió la autoría de dos atentados no reivindicados hasta ese momento, en concreto, el asesinato de tres personas en Tolosa (Guipúzcoa) en 1981, a las que confundió con policías, y el atentado contra la cafetería Rolando en 1974.
