Pastora Soler, todo un espectáculo sobre la arena del Teatro Romano de Mérida

Todo un espectáculo. Eso es lo que en la noche de este pasado viernes brindó a su público la cantante Pastora Soler sobre la arena del Teatro Romano de Mérida. En la que fue su tercera actuación en la ciudad, en este escenario monumental y dentro del 'Stone & Music Festival', la sevillana derrochó fuerza, simpatía, cercanía, pasión y una voz única e inimitable.

Durante dos intensas horas en la que estuvo acompañada por grandes amigos y fue mezclando distintos géneros -pop, copla, rumba e, incluso, reguetón-, la de Coria del Río hizo las delicias de sus seguidores locales y llegados de distintos puntos de la geografía extremeña y de Andalucía, con un recital enmarcado dentro del 'Libra Tour' que la está llevando por toda España.

Así pues, a pocos minutos de las 22:30 horas, una espectacular iluminación puso ya la miel en los labios a un público que la aguardaba con emoción. Las iniciales de su nombre artístico en mayúsculas se podían leer en el centro del escenario, todo ello encabezado por el símbolo de Libra, su propio horóscopo –el próximo día 28 cumple 45 años- que pone nombre a su último trabajo discográfico, que suma ya el número 13.

De este modo, tras aparecer los cinco músicos que la acompañan en su gira, la artista hizo su entrada triunfal enfundada en un vestido de color dorado, cuan diva de Hollywood, y lo hizo a lo grande con ‘Te diré que sí’, tema al que siguió ‘Perdóname’. 

“Este sitio no se lo puede perder nadie, venir aquí es algo mágico. A pesar de que es mi tercera vez y que podría parecer que estoy ya más tranquila… al contrario, la primera vez yo no sabía realmente a dónde venía, ahora que lo sé, pesa mucho la responsabilidad, la ilusión, las ganas de intentar que os lleguen muchas cosas a vuestros corazones”, dijo ante sus fans.

Y es que, según sus palabras, “han sido dos veces anteriores muy decisivas en mi vida, en mi camino". "La primera fue en mi vuelta a los escenarios en la gira de ‘La Calma’, venir aquí fue un regalo. Y la segunda fue quizás uno de los únicos conciertos que hicimos en plena pandemia; lo recuerdo con mucha emoción porque mi padre estaba hospitalizado. Al día siguiente le enseñé los vídeos de esa noche maravillosa que viví aquí y quizá fue lo último que se llevó en su retina, por eso hoy me emociona de nuevo estar aquí", admitió. 

La actuación fue un recorrido a los títulos de su último álbum, los cuales fueron intercalándose con algunos éxitos de su larga carrera, así como con versiones que ha elegido para este tour de clásicos del pop español que marcaron una época y a los que da su particular toque personal. Tampoco faltaron sus temas de copla y rumba, atreviéndose, para grata sorpresa del respetable, con una bachata que en los últimos meses está muy de moda.

CON FUNAMBULISTA Y ANTOÑITO MOLINA

A ‘Y lo vuelves a hacer’ siguieron ‘Humana’, ‘Amigas’, ‘Que hablen de mí’ –dedicada especialmente al colectivo LGTBI- y ‘Será mejor’, con el que presentó a quien iba a ser el primero de sus amigos en aparecer sobre la escena del Teatro Romano: el murciano Diego Cantero de Funambulista. “Es un cantautor increíble, para mí fue, en un momento muy decisivo, en esa vuelta del disco ‘La calma’, una persona con buen corazón, muy espiritual. Todas sus canciones son un himno a la vida, a lo positivo, y me hizo esta canción que hablaba de volver, de la vuelta a los escenarios desde un punto de vista tan bonito, tan enérgico, tan luminoso… Es un regalo que él me hizo y que nunca podré olvidar”, destacó Pastora. Por su parte, el propio Cantero la ensalzó como “la mejor voz del país”, mostrándole su admiración tanto por ella como por el escenario del Teatro Romano.

Después llegó uno de los momentos más simpáticos de la noche, cuando interpretó ‘Corazón congelado’, el primer éxito de su carrera… “Y resulta que es un reguetón, más de veinte años después, qué adelantada fui yo a mi tiempo”, dijo entre risas y ante un público que la acompañó cantándola y bailando de pie.

Ante una pequeña pausa que usó para cambiarse de indumentaria –en esta ocasión apareció con un vestido rojo de transparencias, pedrerías y flecos, hizo un remix con ‘Respira’, ‘Te despertaré’ y ‘La Tormenta’. Tras ésta última presentó a su amigo Antoñito Molina, un cantante de Rota (Cádiz) que se está abriendo paso en la industria musical. Con su paisano interpretaron ‘Solo tú’.

Después llegó el turno de ‘Rascacielos’, una canción con la que Pastora Soler se siente muy identificada y con la que pidió “dar naturalidad” a la importancia de la salud mental. “Debemos verbalizar cuando a veces nos caemos y ser capaces de levantarnos”, subrayó desde la orchestra del monumento.

Seguidamente, la andaluza versionó en rumba algunos temas míticos del pop español como ‘Esta cobardía’ de Chiquetete y ‘Un ramito de violetas’ de Cecilia, a la que siguió, para sorpresa de todos los presentes, la versión rumba de ‘La Bachata’ del colombiano Manuel Turizo, con la que se llevó una gran ovación.

MARÍA PELÁE Y VANESA MARTÍN

Cuando empezó a interpretar ‘No será de nadie’, María Peláe hizo su entrada en el escenario ante los aplausos del público, después llegó la magistral actuación de ‘La Quería’ por parte de ambas. La malagueña fue la única de los amigos invitados que interpretó dos temas con la sevillana.

A continuación llegó el momento copla, con la que Pastora demostró por qué es una de las voces más importantes del panorama musical español –sino la mejor- interpretando clásicos como ‘Y sin embargo te quiero’ –que Quintero, Quiroga y León escribieron en su día para Concha Piquer- y ‘Se nos rompió el amor’ –escrita por Manuel Alejandro para Rocío Jurado-.

“¡Es un regalo de la vida estar aquí!”, exclamó la andaluza ante un público en pie y ante el que interpretó unas estrofas de ‘Se busca un corazón’.

Tras un último cambio de vestuario, la artista apareció con un vestido de color blanco, cuan diosa griega, para interpretar su inolvidable ‘Quédate conmigo’, canción con la que participó en el Festival de Eurovisión en el año 2012, quedando en décima posición.

No se había recuperado el público de la emoción, cuando tocando los primeros acordes del piano, Pastora empezó a interpretar ‘Arráncame la piel a tiras’, haciendo una versión muy especial de esta canción de Vanesa Martín, quien para sorpresa de todos apareció sobre el escenario. El público se vino arriba y se pudo ver la relación de verdadera amistad que hay entre ambas. “Puedo decir que ella es mi amiga en esta profesión”, dijo Pastora, a lo que Vanesa replicó que “ella es la jefaza, tiene un corazón increíble”. Tras este momento tan inolvidable, siguió el espectáculo con ‘Vuelves a la vida’, ‘Invencible’, ‘Guerra Fría’, ‘Flor de Romero’ y ‘Vive’.

Tras ellos, Pastora volvió a bajar del escenario a la orchestra para acercarse a su público y cantarles bien de cerca ‘La mala costumbre’ y ‘Del cielo a mi corazón’. Fue el momento más emotivo de la noche, puesto que la primera le recuerda a su padre, ya fallecido, de ahí la "importancia de decir ‘te quiero’ todos los días", y ‘Ven y abrázame’, con la que pidió que se encendieran las linternas de los móviles "en recuerdo de los que ya no están y deseamos verlos de nuevo".

“¡Gracias amigos! Hasta siempre Mérida, gracias por una noche mágica, la tendremos guardadita para siempre en nuestro corazón”, dijo acompañada por sus músicos y sus amigos que hicieron que el Teatro Romano viviera una auténtica fiesta de arte y música.