03 febrero 2021 | Publicado : 14:02 (03/02/2021) | Actualizado: 14:50 (03/02/2021)
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Más de un centenar de hosteleros de Mérida se han manifestado este miércoles en la Plaza de España de la capital extremeña para reclamar indemnizaciones por las pérdidas ocasionadas por el cierre de sus negocios dentro de las restricciones para frenar la expansión del coronavirus, así como un plan de reapertura "claro" que les permita planificar con garantías de viabilidad la vuelta a la actividad.
Un acto enmarcado en la convocatoria de la Federación Extremeña de Bares y Restaurantes (Fexbares), en el que se han leído dos manifiesto y en el que los hosteleros han guardado silencio durante varios minutos detrás de sillas colocadas guardando las distancias de seguridad que ocupaban buena parte de la plaza de España.
"Ya no queremos ayudas, sino indemnizaciones por inactividad y pérdidas sufridas hasta el día de hoy", ha señalado el presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mérida (Abacare), Paulino Álvarez.
Asimismo, piden un "plan de futuro claro y coherente" que les permita planificar su reapertura, además de compensaciones para poder afrontar sus gastos y una reducción de la "presión fiscal".
Otras de las exigencias que ponen sobre la mesa es la realización de campañas públicas que trasladen "confianza" a los consumidores y posibiliten su trabajo, y "más diálogo" con las instituciones para agilizar los trámites burocráticos.
La protesta, que se ha repetido en numerosas localidades de la región, ha servido para exponer la difícil situación en la que se encuentra uno de los sectores más afectados económicamente por la pandemia.
Preguntado sobre si hay negocios que ya no volverán a abrir, ha señalado que algunos lo van a tener "muy complicado".
En este sentido, ha señalado que al reabrir hay que elaborar una carta nueva, con productos perecederos, contratar a personal, puesto que la mayoría está en ERTE... por lo que "habrá que valorar mucho si es económicamente es viable abrir".
"HA SIDO UNA SANGRÍA"
Uno de los empresarios que ha decidido echar el cierre a uno de sus negocios es Joaquín Lunar. Abrió TasKini en la Plaza de Santa Clara hace ahora tres años, y le llegó la pandemia cuando empezaba a recuperar la inversión realizada.
Asegura que se ha visto abocado a cerrar definitivamente porque la situación se ha vuelto "insostenible". Así, sostiene que las ayudas en su caso llegan "tarde", pero en todo caso cree que estas solo servirán para cubrir una pequeña parte de los gastos generales que les supone mantener sus negocios cerrados.
Aseugura que, a pesar de la reducción de aforo, se han mantenido, pero ahora "con tanto cierre y tan poco apoyo de las administraciones", ha decidido no volver a abrir. Entre las principales razones, el pago de impuestos. "No nos han levantado el pie en ningún momento".
"Ha sido una sangría total", ha señalado, al tiempo que ha añadido que en su caso concreto se ha visto agravada por la nueva normativa del ayuntamiento que penaliza a los locales pequeños, que ven reducida su terraza.
"LA COSA ESTÁ JODIDA"
Por su parte, Juan Manuel Mendoza Ruiz, de Los Segovianos, ha asegurado que "la cosa está jodida", y que él da gracias a que su casero no le está cobrando el alquiler.
Asegura que "nadie se niega a pagar", pero para ello pide ayudas, porque sin ellas no se pueden mantener los gastos. "Nos están hundiendo", ha afirmado,.
Y, ha recalcado que detrás de cada negocio hay una familia que vive de él, lo que convierte a cada local en un negocio "indispensable" como cualquier otra profesión considerada esencial.
