20 agosto 2021
El Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (Coade) alcanzó en 2020 la máxima paridad desde su nacimiento en 1981, ya que el número de nuevos colegiados fue de un 49% de mujeres frente al 51% de hombres.
No obstante, en datos globales la diferencia en la región todavía sigue siendo grande ya que hay 213 mujeres arquitectas (28%) frente a 551 hombres (72%).
En cuanto al análisis pormenorizado por franjas de edad, que ofrece una idea de la tendencia a futuro, cabe destacar que las arquitectas menores de 40 años alcanzan el 43% de representación, frente al 57% de arquitectos en la misma franja.
En el otro extremo están las arquitectas mayores de 60 años que tan solo alcanzan el 10% de total, dato que refleja el escaso acceso de la mujer, tanto a los estudios como a la profesión, hace tan solo unas décadas.
A su vez, a nivel nacional, los datos arrojan 33.013 hombres y 14.742 mujeres, es decir, una presencia del 69% de arquitectos frente al 30,85% de arquitectas, lo cual indica que Extremadura se sitúa por debajo de la media nacional en paridad en esta profesión, según informa el Coade en una nota de prensa.
De este modo, la arquitecta Monsterrat Zorraquino (69 años) ha incidido en que "las desigualdades de género siempre han existido" y lo refleja el hecho de que hay un porcentaje muy pequeño de arquitectas frente al de arquitectos de reconocido prestigio.
"En mi opinión, las desigualdades no están como en otros sectores en salarios inferiores, al menos es lo que yo he constatado en mi experiencia profesional, sino en las dificultades de conciliación de la vida laboral y la personal o familiar", ha resaltado.
En la misma línea, Mercedes López (44 años) cree que la arquitectura "no" es un sector igualitario a pesar de que en este siglo XXI el porcentaje de mujeres y hombres en las escuelas de arquitectura se haya equilibrado y que los resultados académicos de las arquitectas sean, de media, algo mejores que los de sus compañeros.
Sin embargo, "en el ámbito profesional no se percibe esa igualdad, y abrirse camino en la profesión sigue siendo más difícil para nosotras", ha asegurado López.
"En el sector de la construcción la desigualdad es aún más acusada, al existir muy pocas mujeres desempeñando en las obras cualquier tipo de tarea que no sea la que ejercen las arquitectas o las arquitectas técnicas durante su ejecución", ha añadido.
La arquitecta Irene Calle (37 años) ha explicado que ella "nunca" ha percibido experiencias de discriminación por género, al igual que compañeras arquitectas consultadas de su generación en la región, pero insiste en que "se debe seguir trabajando para que el sector de la construcción apueste por la horizontalidad y aproveche el talento como se comienza a conseguir en la arquitectura".
ÓRGANOS DE GOBIERNO PARITARIOS y TECHOS DE CRISTAL
Cabe destacar que, en la actualidad, la presencia de la mujer en las aulas universitarias supera el 50% (65% en el caso de Madrid), por primera vez en casi un siglo de historia, y también la mesa del pleno de consejeros y consejeras del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) es paritaria.
Mientras, en Extremadura, el máximo órgano de gobierno del COADE también es paritario desde el 2017, y en la Junta de Extremadura también son varias las Direcciones Generales ocupadas por mujeres bajo estas titulaciones, recuerda el órgano colegial.
En cuanto a los premios como, por ejemplo el Pritzker, solo en cinco ocasiones han sido concedidos a una mujer y del mismo modo el Premio de Arquitectura Española, los Premios FAD o en las Escuelas de Arquitectura en los que el número de catedráticos sigue siendo superior al de catedráticas.
Por ello, las mujeres arquitectas consultadas cree que existe un "techo de cristal" y que, "pese a la capacidad demostrada de muchas arquitectas para afrontar desafíos en un mundo eminentemente masculino, como lo es el de la arquitectura y la construcción, y a los logros obtenidos por muchas de ellas, la notoriedad pública de las arquitectas hasta hoy ha quedado eclipsada por el reconocimiento casi exclusivo a sus compañeros", asegura Mercedes López.
Otra visión aporta que el sector de la arquitectura en España en general y en Extremadura en particular, es un sector muy atomizado, en el que predominan los pequeños estudios, la mayoría sin empleados en plantilla.
Y es que "esta estructura del sector no contribuye a proporcionar unas carreras profesionales con patrones claros de ingresos, consolidación, ascenso, promoción y acceso a puestos de responsabilidad. Por ello, es difícil sentir ese techo de cristal", ha puntualizado Irene Calle.
