María Gallardo Jiménez
13 mayo 2022 | Publicado : 13:32 (13/05/2022) | Actualizado: 18:40 (13/05/2022)
En estos momentos su ritmo de vida es vertiginoso. Solo hay que echar un vistazo a su agenda y preguntarle cómo puede sacar tiempo para todo entre ferias del libro, clubes de lectura, presentaciones y, especialmente, para crear un nuevo éxito que le lleve a los primeros puestos en venta de libros. Nacida en Sevilla en 1981, Susana Martín Gijón se instaló con su familia en Villanueva de la Serena con tan solo tres meses de vida, por lo que es una extremeña más. Licenciada en Derecho, llegó un día en que decidió darle un vuelco a su vida y se lanzó al mundo de la literatura, convirtiéndose en una escritora especialista en novela negra, género al que se lo debe todo y por el que hace ahora dos años y medio, tomó la decisión de dedicarse a la escritura a tiempo completo.
Recién llegada de México donde ha estado varias semanas en las que ha aprovechado para encarrilar algunas de las obras que ya tiene en mente de cara al futuro, esta villanovense se atrevió a desenvolverse entre los límites de la realidad y la ficción convirtiéndose en una más de las protagonistas de la segunda trilogía de la serie policiaca ‘Más que cuerpos’. En una entrevista a Mujerextremadura.com, recalca que la novela negra “habla mucho de las injusticias sociales, escarba mucho en ese terreno y te permite retratar la realidad e incluso hacer denuncia”, por lo que lo considera como “una marca de la casa” a la hora de expresarlo en sus libros.
Un punto de inflexión en su trayectoria profesional tuvo lugar en enero de 2020, cuando Alfaguara lanzó su nueva novela, Progenie, finalista de los premios Valencia Negra y Paco Camarasa y que va ya por su octava edición, con más de cincuenta mil ejemplares vendidos. Susana Martín sueña ahora con ver a su protagonista, Camino Vargas, y a su equipo en la gran pantalla gracias a la productora Nephilim Producciones que ha comprado los derechos de adaptación audiovisual y actualmente está trabajando en la serie.
En estos momentos se encuentra en plena promoción de su libro Planeta, la tercera novela con Camino Vargas como protagonista, cuya segunda edición saltó en tan solo veinticuatro horas tras su llegada a las librerías y que se ha mantenido en los primeros puestos de venta durante varias semanas. Dejando el thriller de lado, en marzo publicó una colección de cuentos infantiles titulada ‘No sin mi perro’, ilustrados por profesionales de la talla de Fermín Solís o Ana Brown; mientras que en abril acaba de publicar su primera ficción sonora, ‘Muerte en Padmasana’, en una plataforma de audiolibros.
Por si todo esto fuera poco, Susana es una de las siete mujeres –junto a otros siete hombres- que forma parte de la comisión de trabajo para el estudio, identificación y propuesta de la denominación de la futura ciudad, resultante de la fusión entre Don Benito y Villanueva. Está claro que con escritoras de su talla está más que garantizado que la literatura y la creación gozan de muy buena salud y siguen creciendo en Extremadura.
- ¿Cómo llega una licenciada en Derecho al mundo de la literatura?
S.M.: Hay muchos escritores licenciados en Derecho y que han dejado el mundo de la abogacía, empezando por Lorenzo Silva que es un nombre precisamente de los referentes, quizás, ahora mismo de la novela negra de los máximos exponentes en España. Supongo que algo tiene ese mundo del Derecho, la delincuencia, los criminales… tienen conexión precisamente con el tipo de género en el que nos movemos que es la novela negra, policiaca o thriller.
Y aparte yo siempre había tenido el gusanillo de escribir, era una gran lectora desde muy pequeña gracias al fomento materno que nos lo espoleó a mí y a mis hermanos. Y de alguna forma, el siguiente paso es intentar lanzarse a darles un poco también a otros lectores de lo que tienes en la cabeza. Igual que te nutres de otros autores hay un momento en el que quieres ver si eres capaz de ofrecer tú algo también.
- ¿Cuándo pasó de ser un ‘hobbie’ a convertirse en la que es hoy tu profesión?
S.M.: Fue progresivamente, yo tenía siete novelas publicadas, cuando di el salto. Todo el mundo lo dice y así es, lo cierto es que es muy difícil vivir de la literatura, pero se puede. Y yo, poco a poco, fui creciendo de una manera escalonada y progresiva, creo que en calidad porque mis primeras obras lógicamente son más noveles, no pueden tener la misma calidad literaria que las otras porque es una profesión y como en toda profesión todo se va aprendiendo.
Pero llegó un momento en el que tenía que compatibilizar casi que dos trabajos a tiempo completo y al final tuve que tomar la decisión, si apartaba o dejaba un poco a un lado mi carrera literaria o si la que dejaba al lado era la otra, la jurídica. Y bueno, pues como es mi pasión lo intenté, di el salto a ver qué pasaba y de momento me va muy bien. A tiempo completo empecé hace dos años y medio ahora.
- ¿Por qué o por quién te inclinaste por la novela negra a la hora de escribir?
S.M.: Primero porque el género me ha dado mucho como lectora, es uno de los géneros que más he disfrutado. Ya desde pequeñita mi abuela era gran lectora de Agatha Christie, entonces yo leía los libros detrás de ella y de alguna forma tengo interiorizada esa estructura de los sospechosos, el criminal... Y, por otra parte, porque la novela negra habla mucho de las injusticias sociales, escarba mucho en ese terreno y te permite retratar la realidad e incluso hacer denuncia.
Al final todos los géneros te pueden permitir, pero de alguna forma al escarbar en las raíces del crimen, de la delincuencia, te pone más fácil, explorar también qué es lo que puede estar mal en la sociedad. Entonces esa es una parte que a mí también me motiva mucho y, de hecho, hablamos de ella como una marca de la casa, esa denuncia social que hago en mis novelas.
- Actualmente te dedicas a la escritura a tiempo completo, ¿cómo es un día en tu vida?
S.M.: Depende mucho de la promoción, ahora estoy sacando una media de un libro por año, si tengo un libro recién publicado, tengo la etapa de la promoción que es muy movida, muy de viajes y de presentaciones. Y lo mismo pasa con las ferias del libro, más o menos en esta etapa también me llaman para muchísimos encuentros con lectores, clubes de lectura también, que quizás es lo que más disfruto, porque ya se han leído previamente los libros y podemos entrar a diseccionarlos sin miedo a hacer ‘spoilers’.
Esa es una parte importante del trabajo, pero la otra parte más importante aún -claro está- es la verdadera creación, el encerrarte en tu despacho y teclear, y esa parte, aunque disfruto muchísimo también del encuentro con lectoras y lectores, indudablemente es la que me da a mí la gasolina, ese día a día de estar en frente del teclado o del libro y tramar las historias.
- Autora de la serie policiaca Más que cuerpos compuesta hasta la fecha por dos trilogías, la de las novelas Más que cuerpos (2013), Desde la eternidad (2014) y Vino y pólvora (2016), y la que integran las novelas cortas de autoficción Pensión Salamanca (2016), Destino Gijón (2016) y Expediente Medellín (2017), ganadora del Premio Cubelles Noir 2018 a mejor novela publicada en castellano. En la segunda, es la propia autora la que se une a los protagonistas -la oficial de policía Annika Kaunda y el periodista Bruno Scorza junto a un gran abanico de personajes-, ¿cómo es desenvolverse entre los límites de la realidad y la ficción?
S.M.: Para mí fue muy divertido, de hecho aquello empezó como un juego con la primera de ellas, con Pensión Salamanca. Yo había estado en un Congreso de Novela Negra en Salamanca y mi cabeza estaba en ebullición con todos los académicos expertos en este género, con escritores compañeros que estaban allí también, yo misma daba una conferencia. Entonces empecé a escribir, como otras tantas veces, un diario de aquello, y el diario se fue convirtiendo en ficción. Y, de repente en la misma pensión donde estaba aparece un cadáver y entre ellos yo soy sospechosa porque era precisamente la que lo encuentra y la única que está allí. Tengo que llamar a Annika que es mi protagonista de la saga anterior, para que me ayude a rescatarlo.
Todo se lía así y la verdad es que hizo bastante gracia, funcionó bien y como tenía otros dos encuentros bastante sugerentes, que de hecho ocurrieron todos en el mismo año, Destino Gijón en la famosa Semana Negra de Gijón y luego Expediente Medellín que hice una gira por Colombia y estuve también allí en la Feria del Libro y la Cultura, hice otras dos entregas conmigo misma en las páginas y con los personajes de la saga anterior. Es cierto que había dejado la tercera entrega un poco abierta y los lectores me pedían más datos de lo que iba a pasar.
Entonces, además de cameos de otros personajes del mundo de la novela clásica o de la novela actual española, pues metía también a estos personajes para darles de alguna forma un guiño o una pista a mis lectores, sobre qué más iba a pasar con Annika y con Bruno. Y la verdad que quedó ahí, son tres libros muy cortitos, pero que me han dado muchas alegrías. El premio Cubelles Noir a la mejor novela escrita en castellano me lo dieron por Expediente Medellín y ahí siguen. Hace ya algunos años de aquello, pero como ya digo con muchas alegrías.
- En enero de 2020 Alfaguara lanzó tu nueva novela, Progenie, finalista de los premios Valencia Negra y «Paco Camarasa» y que va ya por su octava edición, con más de cincuenta mil ejemplares vendidos. De hecho, la productora Nephilim Producciones ha comprado los derechos de adaptación audiovisual y actualmente está trabajando en la serie, ¿qué significa para ti que tu trabajo sea llevado a la gran pantalla?, ¿cómo va este proyecto?
S.M.: Significa muchísimo, el sueño de cualquier escritor es ver a tus personajes también en la pantalla. Primero porque llegan a muchísima más gente y, efectivamente una productora compró los derechos. Ya hemos estado trabajando en esa adaptación a serie. Sería una serie de ocho capítulos, hay una directora al mando que es Juana Macías, de la que estoy muy orgullosa de esa conquista. Y es que Juana tiene tanto a nivel comercial haciendo películas pues de la propia Elísabet Benavent, como a un nivel digamos más de introspección psicológica. Tiene un Goya por un corto que hizo, fue también nominada por su primera película… tiene prestigio, tiene distribución, un poco lo aúna todo y está muy emocionada también con este proyecto.
También está EIsa Sánchez, una guionista a la que estimo mucho, que ha estado trabajando conmigo también en esa adaptación. Y ahora quedan los siguientes pasos, saber en qué plataforma se emitirá, queda todavía, porque son procesos largos, pero yo estoy muy ilusionada y con muchas ganas de ver a Camino Vargas en la gran pantalla y a todo su equipo.
- Alfaguara también publicó en febrero de 2021 Especie, la segunda entrega de la inspectora Camino Vargas, que supera en éxito y críticas a la primera de las novelas de la serie; mientras que en enero de 2022 hizo lo propio con Planeta, cuya segunda edición saltó en tan solo veinticuatro horas tras su llegada a las librerías y que se ha mantenido en los primeros puestos de venta durante varias semanas. ¿Cómo va la promoción de ésta última publicación?
S.M.: Va muy bien, la verdad que ha desbordado mis expectativas y en ese sentido soy feliz, porque cada vez más gente ha ido conociendo a Camino. Esto ya es otra trilogía, como decimos, con nuevos personajes, con Camino Vargas y su equipo. Progenie, Especie y Planeta, con cada una, pues lógicamente más lectores la han conocido y lo mejor, la parte buena es que han querido seguirla conociendo y seguir con los libros.
Ya llevamos unos meses con Planeta rodando con buenas reseñas, buena crítica… estoy contenta y ahora que hay muchas ferias del libro, toca seguirla moviendo un poquito. Esta semana he estado el martes en Badajoz, primero en el Instituto San Roque con el alumnado y luego en Fundación CB; después he ido a Málaga, Utrera, Carmona, tengo previsto ir a Córdoba, Ceuta, Valencia… en todas estas ferias del libro, conferencias y encuentros que en estos meses se mueven mucho. Ahora toca más esa fase de promoción y luego ya me retiraré a seguir escribiendo.
- Dejando la novela negra a un lado, el pasado mes de marzo has publicado tu colección de cuentos infantiles ‘No sin mi perro’, ilustrados por profesionales de la talla de Fermín Solís o Ana Brown, ¿qué objetivo buscas con estas publicaciones y dónde se pueden encontrar?
S.M.: ‘No sin mi perro’ viene de una colaboración con la Junta de Extremadura, con la Dirección General de Accesibilidad y Centros, que crea una normativa para que los perros de asistencia puedan entrar tanto en lugares públicos, como en privados…Busca regular esa entrada y sobre todo hacer también concienciar o sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de que estos perros vayan con la persona a la que acompañan, que son su vínculo. Pues no solamente quizás en discapacidad visual, que es lo que más presente tenemos, sino también en epilepsia, en diabetes o en otras discapacidades. Hay una serie de casos tasados en los que pueden ir con el perro.
Entonces lo que queríamos era sensibilizar a la población sobre esto y qué mejor manera que de hacerlo desde los más pequeños. De ahí que ideé una serie de cuentos, seis en total, cada uno con una de estas discapacidades o enfermedades, con un niño o una niña y un perro o perrita que también le acompaña. La verdad que ha sido un trabajo colaborativo maravilloso, porque a nivel de ilustración cada uno de los cuentos está ilustrado por un ilustrador o ilustradora extremeña, algunos de ellos de la referencia o la talla de Fermín Solís y otros quizás sean menos famosos pero también a destacar la importancia de que ellos mismos han sufrido o sufren algunas de estas dolencias.
De hecho, uno de estos cuentos una chica sufre diabetes, que ha tenido y tiene desde pequeña y quién mejor que ella para retratar o ilustrar ese cuento o el caso de Plena Inclusión de Montijo, donde también un equipo con Pedro Juan a la cabeza han ilustrado también uno de los cuentos. Así que, entre la colaboración con las asociaciones, con las personas que sufren estas enfermedades o que tienen estas discapacidades y con los ilustradores ha sido un trabajo muy colaborativo y creo que con un resultado maravilloso y un ejemplo de las buenas prácticas que la Administración puede fomentar. Todos ellos se han repartido por todas las bibliotecas extremeñas y también por todos los colegios.
- Por si fuera poco, en abril acabas de publicar tu primera ficción sonora, Muerte en Padmasana, en una plataforma de audiolibros -Storytel-. ¿Con qué se puede encontrar el público que acceda a ella?
S.M.: Esto es un experimento nuevo con el que me apetecía meterme, una ficción sonora que está un poco a caballo entre un guión y una novela, porque realmente es un guión pero sin el apoyo visual que tienen, por ejemplo, los guiones que estamos preparando para Progenie. Esto es solamente lo que era una radionovela de antes, con los personajes que narran, mucha fuerza en los diálogos y con los efectos sonoros que luego tendrá que reproducir el equipo. Ha sido también un trabajo muy divertido con el que he aprendido mucho.
Al final es una serie de once capítulos, en los que habrá que averiguar quién es el culpable del asesinato y con la que una vez más me vengo a Extremadura. Tiene lugar en el norte, en un rincón de La Vera porque ahí hay un encuentro de yoga, un retiro espiritual en un entorno un poquito escondido en plena naturaleza donde una persona, realizando ejercicios de meditación va a morir asesinada, entonces el resto de participantes están señalados. Es una publicación con muchos toques de humor sobre el mundo del yoga y sobre todo lo que conlleva, pero también, cómo no, con esa parte negra y esa parte de thriller que me caracteriza.
- Has sido la presidenta de la Asociación de Escritores Extremeños durante los dos últimos años, ¿cómo es actualmente, a tu juicio, la salud de la literatura extremeña?S.M.: Creo que muy buena, no sé por cuánto anda ahora, pero hasta el año pasado éramos más de 220 socios y socias, y eso habla de mucha gente creando. Solamente con eso ya tenemos garantizado que sigue creciendo la literatura y la creación en Extremadura.
- Extremadura es protagonista de tus novelas, ¿con qué enclave o con qué escenario te quedas?
S.M.: No sé, hay tantos y tan maravillosos, pero quizás sí, ya que ‘Muerte en Padmasana’ sucede en La Vera, y traemos a colación algunos arroyos y algunas gargantas, los paisajes de por allí, vamos a quedarnos hoy con La Vera.
- ¿Cuáles son tus objetivos a corto, medio y largo plazo?
S.M.: ¡Uy!, a corto plazo sobrevivir a esta agenda que tengo por delante, que la disfruto mucho, disfruto mucho de los encuentros con las y los lectores, por supuesto, pero es verdad que es duro estar viajando de un sitio para otro. Y a medio y largo plazo, seguir creando, algunas de las obras ya las tengo en mente o encarriladas, estoy ya trabajando en ellas y no perder la ilusión de seguir creando historias.
- ¿Sueños por cumplir?
S.M.: Muchos, siempre hay que tener sueños por cumplir. Pero vamos a quedarnos con esto de que hablábamos de ver Progenie y de ver a Camino Vargas en la gran pantalla que me apetece mucho.
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