Ana Galán Acosta/ María Gallardo Jiménez
17 marzo 2022 | Publicado : 19:54 (17/03/2022) | Actualizado: 23:59 (18/03/2022)
Cuando tienes trabajo, tienes independencia económica, y cuando tienes independencia económica y capacidad emancipadora, es cuando eres verdaderamente libre
De las pocas cosas buenas que ha traído la pandemia, está que ha evidenciado que de los cuidados se tiene que ocupar alguien, y los cuidados tienen que convertirse en trabajos de calidad y remunerados....que dejemos de situar a las mujeres en el centro de los cuidados.
No creo que la situación por la Covid-19 haya supuesto un paso atrás para las mujeres, creo que lo que ha hecho es evidenciar la falta de políticas públicas de conciliación y corresponsabilidad
Debemos insistir mucho más en la implicación de los varones, en educar en las nuevas masculinidades y en que no reproduzcan roles, ni estereotipos de género...
Se debería estudiar la historia del feminismo, que es la historia de las desigualdades históricas entre las mujeres y los hombres....tendría que estar en esa formación inicial de todas las profesiones, porque solo así estaríamos produciendo un cambio real.
Hemos avanzado insuficientemente. Por eso, la celebración del 8M es tan importante y es tan importante que aspiremos a que también existan los días 9, 10, 11,...
El movimiento feminista, es un movimiento que tiene siglos de historia, y no es un movimiento uniforme, dentro de ese morado hay muchas tonalidades, y si hay que discutir determinados aspectos, se tendrán que discutir y se tendrán que debatir.
Isabel Gil Rosiña lleva legislatura y media al frente de la política de Igualdad y de la Cooperación para el Desarrollo de la Junta de Extremadura, aunque sea ahora cuando aparecen distintivas en el nombre de su Consejería.
En una charla con Regiondigital.com, nos habla de principios, fines y objetivos, del papel de la mujer, de su valor y, apuesta por el presente y futuro de Extremadura.
En estos momentos, ¿por qué crees que tiene que alzar la voz la mujer extremeña?
La mujer extremeña tiene que alzar la voz, porque es verdad que hemos avanzado, pero seguimos teniendo muchos datos que nos sitúan la dificultad que tiene la mujer en igualdad de condiciones con los varones.
El ejemplo más claro es el mercado laboral en Extremadura. De los más de 94.000 desempleados, casi 59.000 son mujeres, porque es mucho más difícil acceder al mercado de trabajo, permanecer en él, tener unas condiciones similares a la de los varones, brecha salarial... Y luego la doble carga, la mochila de las mujeres, de los cuidados en el ámbito privado que hace también que su permanencia en el mercado de trabajo y la calidad del empleo sea distinta.
De todas, las brechas que pudiéramos analizar, evidentemente sin mencionar la violencia de género -que es la expresión más cruel y por la que tenemos que trabajar todos para erradicar-, creo que la más significativa es esa. Porque de la misma manera que seguimos teniendo un alto porcentaje de mujeres paradas en Extremadura, que se nos resiste la incorporación en igualdad de condiciones en el mercado de trabajo las mujeres respecto de los hombres, es verdad que también nunca antes hubo tantas mujeres en la Seguridad Social en Extremadura, es decir, que el camino es ese.
Sin embargo, la brecha más significativa, que sitúa a las mujeres en una situación de desigualdad es la del mercado de trabajo, porque cuando tú tienes trabajo, tienes independencia económica, y cuando tú tienes independencia económica y capacidad emancipadora, es cuando eres verdaderamente libre. Todo lo demás viene después...
Incidiendo en los últimos datos de desempleo en Extremadura, como has señalado, en febrero, de los 94.270 desempleados que hay en la región, el 62,5% son mujeres. ¿Qué medidas piensas que deben activarse para cambiar de una vez por todas estas cifras?
Yo creo que las medidas no van solo en un ámbito, en el ámbito del empleo estrictamente hablando, que ya se hace. Es decir, todas las estrategias y planes de empleo de Extremadura contienen desde hace muchísimos años, acciones de afirmación positiva que se llaman, para que sean las mujeres principalmente las destinatarias de esos programas y de esas medidas.
En concreto, el 60% de las medidas que contienen las políticas activas de empleo van destinadas a las mujeres, porque son el 62,5% de los parados.
Pero, hay que tomar medidas en otro ámbito y estamos ante las primeras políticas públicas de conciliación y corresponsabilidad del país. Y es que la crisis de la pandemia por la Covid-19 ha traído pocas cosas buenas y todos hemos sufrido mucho con ella, pero de las pocas cosas buenas que ha traído, es que ha evidenciado que de los cuidados se tiene que ocupar alguien, y los cuidados tienen que convertirse en trabajos de calidad y remunerados; que dejen de estar en la economía sumergida y a ser posible trabajos que también desempeñen los varones y, por tanto, que dejemos de situar a las mujeres en el centro de los cuidados.
En ese sentido, hasta este momento, lo que teníamos en España respecto de la conciliación era poco más que un discurso. Es verdad que en la legislación laboral sí hay recogidas medidas, pero que llevan muchos años siendo las mismas y deberíamos haber aspirado a tener otra respuesta.
Así, para la Red de Ludotecas Rurales y el Programa Diviértete vamos a poner este año en marcha 16 millones de euros, que no son ninguna broma, a través de ese Plan Corresponsables del Gobierno de España, que son las primeras políticas públicas en materia de conciliación y corresponsabilidad.
Además, estamos ante el primer curso escolar donde ya en distintas localidades de Extremadura se ha implantado el 0-3 años, que de manera progresiva en los años siguientes se va a ir incorporando.
Por tanto, lo que necesitamos son medidas en el ámbito de trabajo y de la regulación del mercado de trabajo, pura y dura, así como medidas también que permitan ofertar a las familias servicios públicos de calidad que dejen de situar a las mujeres en el centro de los cuidados y en esas dobles cargas que vienen teniendo a lo largo de todos estos siglos, me atrevería a decir.
Efectivamente, en la pandemia, se ha puesto de manifiesto que la mujer ha sido la que ha tenido que renunciar a su trabajo para poder atender a sus hijos, a sus padres o a sus abuelos, en confinamiento o cuando han tenido que quedarse en casa guardando cuarentena. Por tanto, ¿consideras que las acciones mencionadas servirán para revertir la situación o necesitamos más?
Servir tiene que servir, lo que pasa que con determinadas políticas públicas concretas, como con los grandes cambios normativos, que hemos dado en España, en los últimos años, que nos sitúan a la vanguardia de Europa y casi en el mundo en materia de igualdad entre mujeres y hombres, las leyes no cambian por sí solas la mentalidad de un pueblo y de una cultura que, además, está muy enraizada en la sociedad. Entonces tenemos que seguir con mucha constancia y con mucha determinación.
Hace unos años, había cuestiones que eran impensables. Yo que nací en los años ochenta, el número de mujeres entonces, las mamás de aquel entonces que estaban en el mercado de trabajo, eran muchas menos que las que están hoy.
Es decir, tenemos que seguir fortaleciendo esas políticas públicas, manteniéndolas en el tiempo, para que poco a poco esos cambios normativos y esas decisiones con dinero público, produzcan un cambio en la sociedad, pero eso es muy lento.
¿Y no opinas que la situación de la Covid-19 ha supuesto un paso atrás en mucho de lo que se había avanzado? o ¿ simplemente, ha sido algo puntual que superaremos?
Yo no creo que la situación por la Covid-19 haya supuesto un paso atrás para las mujeres, creo que lo que ha hecho es evidenciar la falta de políticas públicas de conciliación y corresponsabilidad y, además, ha sacado un poco a la luz la realidad de esa doble carga, que no sabíamos quién lo hacía. Pues oiga, lo hacían las mujeres.
Creo que esto hace que todos los gobiernos, da igual de a qué nivel de gobernanza, nos pongamos las pilas para dar una respuesta a las mujeres, pero dé alguna respuesta a las familias.
Con los ejemplos anteriores, la Junta de Extremadura y el Gobierno de España, están haciendo importantes esfuerzos, lo que pasa que como en esta legislatura ya no nos pueden pasar más cosas grandes y malas, pues ahí estas pequeñas cosas pasan inadvertidas.
Pero, el programa Corresponsables es un programa muy importante, que ha venido para quedarse, porque no es un programa como ocurre con los programas con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Ésta es una nueva transferencia del Estado.
Así, de la misma manera que la Junta de Extremadura coge dinero todos los años del Gobierno de España a través del Plan Concertado, para tener los Servicios Sociales de Base en marcha, o determinados programas de atención a la dependencia, vamos a tener este programa.
Lo que pasa que yo entiendo que no nos pueden pasar más cosas en esta legislatura, como para que estas pequeñas decisiones, que son pequeñas, pero que van a producir grandes cambios, hayan pasado más inadvertidas como es el Plan Corresponsables.
Según el Informe anual sobre violencia de género publicado el 11 de marzo por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, durante 2021, 2.589 mujeres fueron víctimas violencia de género en Extremadura; un 16,3% más que en 2020. ¿Con qué herramientas trabaja hoy en día la Consejería para tratar de acabar con esta lacra?
Esos son los datos de las mujeres que han denunciado y tienen, por tanto, un caso de violencia de género activo en el sistema de seguimiento que desde la Delegación Especial del Gobierno de España, junto con las delegaciones territoriales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se hace para el seguimiento a las mujeres.
La violencia de género en Extremadura es mucho más que eso, porque no podemos olvidar a las mujeres que están viviendo la violencia, pero que están en silencio y que están con el miedo de no salir.
Siempre aprovecho una pregunta de este tipo para decirles a las mujeres que estamos aquí para ayudarlas, que tenemos la mejor respuesta posible para darle la oportunidad de tener una nueva vida, de dejar atrás el horror e iniciar una nueva vida y, además, una nueva vida independiente.
Nosotros tenemos, en Extremadura, una respuesta institucional de ayuda a las mujeres víctimas de la violencia de género, de las primeras que hubo en España. En el año 1999, ya empezamos en Extremadura a montar toda la red que conocemos, es anterior a la Ley Nacional, y muy anterior a la Ley Extremeña. Pero, en los dos últimos años, en lo que va de legislatura, como consejera de Igualdad he hecho especial hincapié –y también la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx)- porque mejorásemos las ayudas a las mujeres víctimas de violencia de género, precisamente para buscar esa independencia y autonomía que haga que una mujer no tenga que estar institucionalizada.
Porque no pensemos que las mujeres víctimas de violencia de género son mujeres que viven una situación de extrema vulnerabilidad, en un contexto de pobreza, de desigualdad social, también hay mujeres víctimas de violencia de género que tienen un alto status social.
Es decir, no hay un único perfil de mujer víctima y creo que eso está ya más que demostrado, a lo largo de todos estos años, que venimos trabajando sobre la violencia en el ámbito de pareja. De hecho, hemos pasado de destinar 500.000 euros de ayuda a las mujeres víctimas a más de 2 millones de euros en el último año, hemos pasado de gestionar entre 20-25 expedientes a más de 378 el pasado año.
Ese es el camino, es decir, seguir reforzando los servicios que ya tenemos como las Casas de la Mujer, las Oficinas de la Igualdad o los Puntos de Atención Psicológica, que acabamos de transformarlos en convenios para que tengan una mayor estabilidad en colaboración con los ayuntamientos donde se presta esta atención psicológica a las mujeres.
Y, al mismo tiempo ayudan a las mujeres víctimas, para que cuando una de ellas sale del horror, pueda tener la garantía y la posibilidad de volver a la independencia económica que les permita iniciar una nueva vida. Todo ello, con el acompañamiento de la atención psicológica, de asesoramiento jurídico y todo el sistema que tenemos en marcha.
A ello, hay que sumar la Red Extremeña de Atención, que creo que es una buena red, susceptible de mejorar, como todo, a la que destinamos importantes recursos, incluso incrementamos anualmente aquello que entendemos que puede funcionar mejor o que necesita una mayor respuesta por nuestra parte.
Hace unos días, destacabas la importancia de la formación frente a la violencia de género, ¿ en los colegios o institutos, se debería ‘enseñar’ a usar las redes sociales entre los jóvenes a la vista del aumento en los últimos tiempos de un perfil, digamos ‘controlador’, del novio hacia su pareja?
Las últimas grandes encuestas conocidas sobre la percepción de violencia de género, creo que una del Centro Reina Sofía, nos hablaba de que uno de cada cinco varones adolescentes y jóvenes, cree que la violencia de género es un invento ideológico.
Hemos avanzado mucho, yo tengo una gran esperanza en la nueva generación de mujeres. Creo que ellas ya nacen así, con esa determinación de lo que es el feminismo, de lo que implica el feminismo a edades muy tempranas, probablemente una cosa que no nos pasó a las mujeres de nuestra generación.
Pero, de la misma manera que siento un gran alivio y tengo una gran esperanza puesta en la nueva generación de mujeres, creo que debemos insistir mucho más en la implicación de los varones, en educar en las nuevas masculinidades y en que no reproduzcan roles, ni estereotipos de género que los convierten en unos hombres que nos queremos que sean.
Siempre digo que para que la violencia no tenga lugar y para eliminar la violencia de género que es ya como una frase hecha que hay en España, están muy bien todas las medidas que tenemos de intervención y de recuperación, pero tenemos que poner toda la carne en el asador también en la otra balanza, que es la de la prevención y sensibilización.
En esto último, la sociedad extremeña, una sociedad democrática y que avanza, ha cambiado mucho en los últimos años. Fíjese ya que el 30% de las llamadas que se producen en Extremadura al 016 son del entorno de la víctima, son sus compañeras de trabajo, son sus amigas, son sus familiares, son incluso vecinos y vecinas anónimas, que ni siquiera se conocen, pero ya hay esa concienciación social de que el extremeño y extremeña, cree que él es el propio agente contra la violencia de género y, por tanto, puede actuar desde el anonimato también, porque el 016 no queda rastro en las llamadas.
Hemos evolucionado muchísimo, pero aún así en los últimos años y, en esta última legislatura, hemos empezado a hacer campañas destinadas especialmente a los jóvenes. Yo siempre digo que para que la violencia no tenga lugar, tenemos que educar en igualdad, pero con eso no me refiero a los maestros y maestras de escuela, que además creo que sobre sus mochilas ponemos una carga que, sinceramente, creo que no les pertenece.
Siempre que hablamos de cómo podríamos arreglar la violencia de género que persiste a las guerras, a las pandemias, la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones, hablamos de la escuela y hablamos de los maestros, que creo que están haciendo un gran trabajo.
Yo me refiero a que en todas las profesiones habidas y por haber, se debería estudiar la historia del feminismo, que es la historia de las desigualdades históricas entre las mujeres y los hombres, y por tanto, la historia del feminismo, la concepción de lo que la igualdad y el feminismo entrañan, no puede ser un anexo de tu carrera y formación inicial. Si tú eres abogado o abogada, luego haces un curso, mira no; si eres médico, luego haces un curso, no. Lo que digo es que tendría que estar en esa formación inicial de todas las profesiones, porque solo así estaríamos produciendo un cambio real.
No pongamos todo el peso en la escuela y sacamos de este encargo a la Universidad. Creo que es muy importante que en todas las profesiones, es decir, si uno va a ser economista, tendrá que tener también la perspectiva de género en la economía, porque también hay una economía feminista que tiene unos criterios y una mirada distinta. Como lo es necesario en la Medicina, en la Ciencia…, en todas las profesiones del mundo.
Siempre digo cuando explico esto que el feminismo es la masa madre con la que queremos construir la sociedad, no es el ingrediente final con el que adornamos el plato antes que sacarlo a la mesa.
Es muy importante cuando hablamos de la educación, que hablemos de la educación en general, no solo de las primeras etapas, sino muy especialmente en la etapa universitaria, que a ti ya te está preparando para lo que tú vas a ser y vas a hacer, que tengas muy claro qué significa el feminismo, qué es la historia del feminismo, cómo a lo largo de los siglos ha persistido la desigualdad entre las mujeres y los hombres, y cómo hay que mirar la vida con una concepción clara de lo que es la igualdad, hace que esa mirada sea más justa y, por tanto, mejor.
Hablando de Universidad, según un informe de Randstad, las mujeres suponen el 60,5% de los titulados universitarios de Extremadura, una presencia por encima de la media nacional (59,8%). ¿Cómo valoras este dato?
Yo la valoro muy bien, lo que espero que todas esas mujeres tituladas y con unas notas extraordinarias, sean luego muchas jefas de muchos sitios, de muchos departamentos y de muchos escenarios distintos. Eso es lo que espero y deseo. Ese es el verdadero cambio que tenemos pendiente.
¿Y, sobre todo, qué ganen lo mismo que los hombres pues, las mujeres de Extremadura cobran 2.479 euros menos que los hombres?
Efectivamente, tenemos una brecha salarial importante todavía en Extremadura, ligeramente más baja que la media de España, pero aún así, una brecha que hay que reconocer y sobre la que hay que trabajar con las medidas que decíamos antes del mercado de trabajo.
Hace unos días, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, un 8M que, ha vuelto a celebrarse en las calles para alzar la voz por una igualdad “real y efectiva” entre mujeres y hombres. ¿Qué significa para ti esta efeméride?
Significa muchas cosas. Este año es la primera vez que he ido con mi hija. Tenía especial ilusión de poder ir con ella a la celebración del 8M, por todo lo que significa esta celebración, que aspiramos a que sea todos los días, pero es verdad que es un día en el que se nos pone el foco, y si se nos pone el foco en un tiempo, además, donde asistimos a situaciones tan difíciles como las que estamos viendo a nivel internacional con la invasión de Ucrania, con los daños colaterales que todavía seguimos viendo de la pandemia, el esfuerzo de las empresas por sobrevivir este tiempo tan complicado y otras muchas situaciones difíciles que persisten a los tiempos.
El 8M es un día para alzar la voz y creo que las organizaciones de mujeres en Extremadura y muchas mujeres también a título individual salieron a las calles para decir eso. Lo que hemos avanzado, pero qué repetitivos somos con lo que hemos avanzado.
Creo que hemos avanzado, pero hay cosas que duelen todavía que sigan como están. Hemos avanzado poco. Es como una frase hecha ya. ‘Hemos avanzado mucho’. Cada vez que ya hacemos un discurso de igualdad, decimos ‘hemos avanzado mucho’. Pues no, hemos avanzado insuficientemente. Por eso, la celebración del 8M es tan importante y es tan importante que aspiremos a que también existan los días 9, 10, 11,...
¿Qué opinas acerca de que haya habido colectivos que no se hayan sentido representados en esas manifestaciones del 8M?
No sé si se han sentido o no representados algunos colectivos, pero la agenda feminista es la agenda feminista. Lo es desde hace siglos y tiene muy claras cuáles son sus aspiraciones.
Y en un estado de derecho y democrático como este, un movimiento como el movimiento feminista, jamás creo yo va a pretender que otro colectivo u otras personas no progresen también en sus derechos y libertades.
Pero, ese choque que hay se tiene que depurar, para que ni suponga la limitación de avance de unas, ni el retroceso de otras, y eso es importante tenerlo en cuenta.
Y luego no pasa nada, en estos días, a mí también que hice muchas entrevistas me preguntaban por las diferencias, y yo creo que en el 8M hay muchas más cosas que nos unen que nos separan.
El movimiento feminista, es un movimiento que tiene siglos de historia, y no es un movimiento uniforme, dentro de ese morado hay muchas tonalidades, y si hay que discutir determinados aspectos, se tendrán que discutir y se tendrán que debatir.
Pero respecto a algunas cuestiones hay que hacer un planteamiento claro y nítido, y este 8M ha sido un 8M especialmente abolicionista, porque este país si quiere ser un país decente -ya es un país democrático-, pero ahora tiene que aspirar a ser un país decente, que no quiere convivir con la esclavitud del siglo XXI que es la trata y la prostitución de las mujeres y las niñas.
Luego, habrá otras cosas que tengamos que discutir en la agenda feminista, las leyes se discuten mucho, no pensemos que las leyes se cuecen en el Consejo de Ministros, salen, vengan van al Parlamento…
Oiga, hay muchas cuestiones de distintas normas y de avances sociales que se discuten mucho. No caigamos en la trampa de querer señalar que aquellas cuestiones que están lideradas por mujeres, tienen mayor conflicto que las lideradas por hombres, no caigamos en la trampa.
El Bloque Crítico Transfeminista e Inclusivo apoya a las trabajadoras sexuales que quieren seguir ejerciendo… Sin duda, un tema complicado y delicado de tratar, ¿qué planteamientos tienes al respecto?
Me parece una petición que no cabe en un Estado de Derecho como el nuestro. Porque el problema de la prostitución es que tenemos que irnos a la concepción, no nos vayamos ya a lo que va a decir la exposición de motivos o el artículo tal cual f de la ley. No, no, no…
Es una concepción. ¿Qué entendemos por prostitución? Yo entiendo por prostitución que es la esclavitud del siglo XXI y que sin prostitución no habría trata.
Entonces pongámonos por un momento en la piel de esas mujeres a las que yo he podido escuchar personalmente en APRAMP en Madrid, en APRAMP en Extremadura o en Mujeres en Zonas de Conflicto (MZC) en la región.
Yo he estado con ellas y he escuchado hablar a esas mujeres supervivientes del horror, heridas que probablemente nunca vamos a poder curar, con ninguna respuesta, ni con tratamiento psicológico, ni profesionalizado.
Por tanto, que hay colectivos que están pidiendo que eso es un trabajo… Bueno, es su concepción. Nosotros –me refiero al PSOE, al Gobierno de España y de Extremadura- aspiramos a que se pueda alcanzar un gran consenso social y político, respecto a la concepción de lo que es la prostitución, que es lo que nos llevará a una norma de abolición.
¿Qué logro o a qué mujer destacarías, desde el punto de vista de las políticas de igualdad?
Yo tengo muchas maestras de la vida que llamo yo siempre a mis compañeras más veteranas y que ya no solo por la experiencia política, sino también por la propia experiencia vital. Son un espejo siempre para mí.
Siento una profunda admiración por la ex ministra y ex vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, porque, a lo largo del último tiempo, no sólo he aprendido mucho de ella, sino que ha tenido conmigo y con otras mujeres jóvenes, y por tanto más inexpertas que ella, una generosidad como he visto pocas veces. Y eso yo creo que en una mujer que está en un ámbito de poder tan importante como el que ella ha estado, esa generosidad para con otras que vienen, creo que es digno de admirar y le tengo de este tiempo no solo un gran respeto y admiración, sino también un profundo cariño.
Tu consejería también es responsable de Cooperación para el Desarrollo, en estos momentos más que nunca la cooperación para el desarrollo está a pie de calle con lo que está pasando en Ucrania, con las mujeres que también están en Ucrania, ¿cómo está enfocando desde la Consejería esa realidad tremenda de ayudar a mujeres víctimas y de una guerra?
Tengo que destacar que, yo era competente en cooperación, desde que empezó la legislatura, lo que pasa que como ahora está en el nombre, yo lo agradezco, porque así nos damos cuenta de la importancia que tienen los organismos de cooperación en los gobiernos autonómicos.
En este momento, estamos en una fase muy inicial del papel que podemos tener las CCAA, además de las directrices de la propia UE y del Gobierno de España, muchas de ellas se tomaron el pasado domingo en la Conferencia de Presidentes y Presidentas con el presidente del Gobierno.
En Extremadura, la pasada semana hemos aprobado la ayuda humanitaria de 1.450.000 euros, una parte muy importante irá destinada a la situación de emergencia que viven los refugiados de Ucrania.
Nosotros estamos en estrecha coordinación con Cruz Roja y con las ONGs que están capacitadas para atender en el terreno una situación de emergencia como ésta de una guerra.
Toda la otra parte de atención y asilo a las personas refugiadas forma parte de las competencias de la Vicepresidencia Segunda del consejero de Sanidad, José María Vergeles. Ni que decir tiene que todos los departamentos de la Junta vamos a trabajar manera muy coordinada, también con la propia Delegación del Gobierno en Extremadura.
Como mujer y como madre, se me caen las lágrimas cuando a mediodía o ya a la noche vemos en nuestra televisión de nuestra cómoda casa, la imagen de esas mujeres que están dejando atrás a sus maridos, cogiendo a sus hijos del brazo y viniendo a otro país. Yo a mis hijos les digo que esos niños hace veinte días vivían con absoluta normalidad, como nosotros.
Es absolutamente increíble que estemos asistiendo a una situación de este tipo, no parece propio de nuestro tiempo, no pensábamos que íbamos a ver este horror y creo que también es muy importante los pasos sin precedentes que está dando en este sentido la Unión Europea para atender a las personas refugiadas y que seamos capaces de darle la mejor respuesta de ayuda humanitaria, de asilo y de recomponer una nueva vida, si es que esas personas pueden hacerlo.
Resaltar también la solidaridad de los extremeños y de las extremeñas. Son ya muchas las familias que han solicitado el ser una familia de acogida de esos menores, de algunas familias que también vienen adultos e insistir en que la mejor manera de canalizar nuestra ayuda, es dar lo poquito que podamos de dinero a las organizaciones que están trabajando y haciendo posible llevar la ayuda a Ucrania.
Por mucho que hagamos acopio de materiales, con la mejor intención, desde nuestra asociación de barrio, de vecinos, desde las propias hermandades, bancos de alimentos…, esa ayuda no va a poder llegar allí.
De hecho, hay una campaña que hemos diseñado desde la Agencia Extremeña de Cooperación (AEXCID) para seguir concienciando al extremeño y a la extremeña de que la ayuda, la mejor manera para que llegue allí, es que cada uno dé lo que pueda. Lo poquito o mucho que pueda, pero que sea siempre una ayuda económica en lugar de una ayuda en especies.
Es obvio que, en estas situaciones de conflictos y en las guerras, las mujeres parecen están todavía más desprotegidas...¿Consideras que habrá que establecer una línea de actuación concreta para protegerlas allí?
En cualquier conflicto bélico, las mujeres tienen un doble riesgo, el que tiene cualquier persona refugiada que huye de una guerra y las mujeres tienen el riesgo además de ser víctimas de tratas, de ser maltratadas y de ser violadas.
Hace unos días asistí en Hornachos a ver ‘Nasrine y el libro de Wallada’, una producción de teatro de Samarkanda Teatro, la compañía extremeña de Almendralejo, dirigida por Memé Tabares, que habla de esto, que es muy duro, pero que recomiendo en este momento de rabiosa actualidad que la puedan ver, habla de la crueldad de las mujeres en la guerra, de cómo son víctimas de trata.
En ese sentido, por supuesto, que vamos a estar en plena coordinación con la Delegación del Gobierno en Extremadura, con el propio Gobierno de España y aquí en este caso, con las entidades que trabajan con las mujeres, en cuanto a la prostitución en Extremadura.
Y no le quepa la menor duda que tomaremos todas las medidas de urgencia que tengamos que tomar para evitar que eso se produzca y para dar la mejor respuesta institucional.
Lo hemos hecho en la pandemia, es doloroso decir que quizá estamos un poco más preparados a tomar decisiones tan rápidamente y tomar decisiones que implican cuestiones de envergadura, presupuestaria o de trámites administrativos y burocráticos, porque venimos de dónde venimos. Por eso también la pandemia nos ha traído cosas buenas.
Creo que el Gobierno de España, al que no le pueden pasar ya más cosas en esta legislatura, está ya más que rodado para responder de manera urgente. Los hemos visto con La Palma, lo vimos con Filomena, lo hemos visto desgraciadamente con la Covid-19 y lamentablemente lo tenemos que ver ahora con esta guerra a la que asistimos con horror.
Para finalizar... ¿Qué retos se marca conseguir como consejera de Igualdad y Cooperación para el Desarrollo de cara a este 2022?
En este 2022, y lo vengo diciendo desde el principio de la legislatura, aunque mi Consejería responde ahora a otra estructura tras el cambio en el Gobierno extremeño.
Mi objetivo fundamental como consejera de Igualdad en esta legislatura es que la igualdad no sea un accesorio, que se mantenga en la estructura del Gobierno para mí es un objetivo político, de legislatura.
Es verdad que la primera vez que pronuncié esto no estaba ni la crisis por medio y es verdad que la crisis ha hecho que las agendas de todos los gobiernos y de todas las carteras se resientan y lo que estaba pensado para cuatro años, lo estamos haciendo en casi la mitad del tiempo.
Para mí, también es muy importante y es un objetivo de legislatura, que luego la compañera que venga aquí y lo continúe, es que la cartera de igualdad esté en la mesa grande, allí donde se deciden las cosas, es importante, porque nadie duda de la existencia de otros departamentos en un Gobierno.
Por tanto, si la igualdad ya se ha convertido en una cuestión incuestionable de la agenda política y de la agenda de los gobiernos tiene que tener una estructura administrativa que dé respuesta a esas políticas, a políticas nuevas.
Yo al inicio de esta legislatura no sabía que iba a recibir 16 millones de euros para un programa nuevo. Pongo este ejemplo porque el IMEx que tiene 20 años, tiene 10 millones de euros de presupuesto. Quiero decir que ésta no es una política accesoria, las políticas de igualdad son unas políticas ya importantes, en la estructura y en la propia acción del Gobierno.
Y, éso es a lo que yo políticamente aspiro, en lo que estoy poniendo mi granito de arena en todo lo que puedo, y sería para mí el gran objetivo de la legislatura.
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