02 diciembre 2022
Ep.
El XVIII Festival Flamenco de las Minas de Aldea Moret de Cáceres, que se celebra este domingo, 4 de diciembre, rinde homenaje al pasado minero de la ciudad con un reconocimiento a familiares de trabajadores de la Unión General de Explosivos, empresa minera que sacó la fosforita de las minas de este barrio cacereño, que lleva el nombre de Segismundo Moret, un gaditano que consiguió llevar el ferrocarril hasta la boca de la mina para mejorar la distribución el mineral por todo el país.
La cita será a las 20,00 horas en el Gran Teatro de la capital cacereña, donde también se hará un reconocimiento especial a Manuel García Hernández, recientemente fallecido, que fue uno de los mayores conocedores del arte flamenco en la ciudad de Cáceres.
Sobre el escenario se rendirá homenaje a Teodora Oliva Notario (viuda del minero José Rodríguez Gómez); Primitiva Becerra Iglesias (viuda de Eugenio Andrada Barrantes) y a Alonso Palacios Ramos, también trabajador de las minas, que recibirá esta distinción a título póstumo.
En cuanto a la programación artística, participará en el festival flamenco como cabeza de cartel el bailaor Juan Ramírez, acompañado a la guitarra por Rodrigo Fernández, al cante por Manuel Pajares e Ismael Solomando y a la percusión por Cristóbal Sánchez.
También se contará con la actuación de los artistas Extremeños Pablo Moreno y María Metidieri, acompañados a la guitarra por Manolín García, con la colaboración especial del actor cacereño Rubén Lanchazo. El acto será presentado por el periodista extremeño Juan Pedro Sánchez.
La programación del esta décimo octava edición del certamen ha sido presentada este viernes por parte de la directora del Cemart, Toni Álvarez; la directora del Gran Teatro, Silvia González; el presidente de la Asociación Minas de Aldea Moret, Amado Rolo, y el director del festival flamenco, Eugenio Cantero.
Todos han coincidido en resaltar que este festival contribuye a difundir el arte flamenco en la ciudad y a dar a conocer a los artistas, al tiempo que rememora y reivindica el pasado minero de un barrio cacereño en el que todavía es visible la huella de esta actividad industrial.
