05 febrero 2021
La organización ecologista SEO/BirdLife ha subrayado que el proyecto de la mina de litio en Cañaveral, contempla "graves impactos ambientales", entre ellas la afección de arroyos y aguas subterráneas o la "destrucción" de la dehesa del cabezón.
La organización señala que por el momento solo se conocen informaciones en las que la empresa promotora afirma "falsamente" que su proyecto es "ambientalmente viable", lo cual genera "una grave preocupación en ciudadanos y asociaciones de protección de la naturaleza que sí conocen los detalles del proyecto".
Así, explica que uno de los impactos "más preocupantes" de un proyecto minero como este, es el consumo de agua que precisa y su detracción del medio natural para tal fin.
Según los datos del propio promotor, la mina necesita un volumen de consumo de agua de 0,4 Hm3 al año, lo que requiere "un sólido plan de uso sostenible" de dicho recurso en el entorno.
SEO/BirdLife alegó que el abastecimiento necesario de agua para la mina se basaba en la extracción de "casi todos los recursos de aguas subterráneas de la zona", mediante un pozo de captación cerca de Grimaldo, justo en el nacimiento de varios cursos de agua naturales, como el Arroyo de Pizarroso o la Rivera de Holguera, que acogen una "variada biodiversidad", incluidas especies en peligro de extinción como la cigüeña negra.
El promotor de la mina, añade la organización, omite el "grave impacto" sobre esos cursos de agua naturales, que "seguramente desaparecerán la mayor parte del año".
ESCOMBRERA EN LA DEHESA
Otro de los "preocupantes" planes del promotor para el proyecto, es la previsión de cubrir con escombros de la mina toda la dehesa de la Ermita del Cabezón, "enterrando más de dos mil encinas adultas y cambiando para siempre un paisaje natural muy querido por los vecinos del entorno".
Sería una "enorme escombrera" de más de 150 hectáreas y decenas de metros de altura que estaría activa durante todo el periodo de explotación de la mina, unos 19 años de "trasiego de maquinaria y escorias".
Según SEO/Birdlife, la empresa solo prevé restaurar la zona con plantaciones de encinas una vez finalizada la concesión, cuando la mina "deje de dar beneficio", un planteamiento, a tenor de otros precedentes, tiene "un alto riesgo de no cumplirse".
La organización, no obstante, valora el esfuerzo del promotor por intentar diseñar una parte de la explotación bajo tierra, un enfoque "muy diferente" al de la mina promovida por otra empresa en las cercanías de Cáceres, que implica "abrir un enorme corte a cielo abierto".
En el caso de Grimaldo, también se plantea iniciar la explotación a cielo abierto, pero después de una fase inicial se pasaría a un modelo subterráneo.
Para SEO/BirdLife, esto demuestra que "en realidad la explotación del litio sí es viable bajo tierra", en galerías subterráneas evitando los "enormes impactos" de la minería a cielo abierto. En definitiva no se trata de un problema de viabilidad técnica, sino de que "los accionistas ganen dinero".
La diferencia, añade la organización, se encuentra en el "coste ambiental para los extremeños", igual que con el resto de opciones, en las que "la naturaleza va a pagar la factura para que los inversores de fuera logren aún mayores beneficios".
"El debate de las minas de litio en Extremadura genera muchas esperanzas de trabajo y actividad económica en un sector de la población y gran inquietud y rechazo en otro sector muy importante", señala el delegado en Extremadura de la asociación, Marcelino Cardalliaguet.
LITIO PARA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Reconoce que es un tema complejo en el que se mezclan también las "estrategias" de la Unión Europea para la lucha contra el cambio climático, en especial la promoción de los vehículos eléctricos, que necesitan este mineral.
Unas políticas de lucha contra el cambio climático que defiende "firmemente" la organización, pero pide evitar que sirvan de "cheque en blanco" para que "intereses externos pretendan saquear la región en busca del máximo beneficio".
"Si se quiere sacar el litio para luchar contra el cambio climático, se debe pagar la factura del trabajo digno, la salud y la naturaleza de los extremeños", concluye Cardalliaguet.
