04 febrero 2020
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Así lo han destacado la presidenta delegada de Manos Unidas en Cáceres, Carmen Muro Lupori, y el obispo Administrador Apostólico de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro y el misionero Carmelo Pérez Aradros León, en la presentación de la 61 campaña de Manos Unidas que este año se celebra bajo el lema 'Quién más sufre el maltrato al planeta no eres tú'.
Con esta campaña, segunda del plan de trabajo trienal que está llevando a cabo con el lema 'Promoviendo los Derechos con Hechos', la ONG continuará trabajando, como viene haciendo desde hace 61 años, en la defensa de los Derechos Humanos "como garantes de la dignidad de las personas y requisito indispensable en la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad", señala la Diócesis de Coria-Cáceres en nota de prensa.
Esta campaña es "muy querida por la Iglesia y Manos Unidas es una de las instituciones con más prestigio", según ha explicado el obispo Administrador Apostólico, Francisco Cerro, que ha destacado su labor al servicio de los más pobres, en un mundo en el que las necesidades son "inmensas" y es necesario hacer presente en los países más desfavorecidos a través de estas entidades.
Así, el objetivo de Manos Unidas es acabar con el hambre en el mundo, pero este año la campaña quiere centrarse en la denuncia de delas consecuencias que el deterioro medioambiental tiene sobre millones de personas, porque "la crisis climática tiene, ante todo, un rostro humano", con 821 millones de personas castigadas por el hambre; el de los más de 1.000 millones de pobres; el de quienes deben emigrar en busca de un sustento que la tierra les niega o de los que enferman a causa de la contaminación de las aguas y de los suelos", sentencia la presidenta delegada de la ONG en Cáceres, Carmen Muro.
Según ha destacado, el hambre y la pobreza son dos realidades muy relacionadas con los daños medioambientales, ha explicado Muro, cuyas huellas más graves son la contaminación, el cambio climático, el agotamiento de los recursos, la destrucción de hábitats y ecosistemas, las inundaciones y las sequías extremas, la desertización y la deforestación.
CASI 1.400 BENEFICIARIOS
Por ello, el proyecto elegido para apoyar principalmente este año será la implementación de estrategias de adaptación al cambio climático, dentro de la operación Enlace en El Salvador, del que se beneficiarán 254 familias (que suman 1.397 personas) de 8 comunidades. Los beneficiarios aportarán mano de obra y personal para los huertos y parcelas. El importe total del proyecto es de 91.291 euros.
En concreto, según han explicado, el proyecto se desarrollará a través de Cáritas Santiago de María con el apoyo de Manos Unidas, para reducir la vulnerabilidad ambiental, productiva y familiar con procesos sostenibles y cambios conductuales.
En ese sentido, se plantean acciones concretas como la siembra de hortalizas de ciclo corto y granos básicos en pequeños huertos y parcelas, la protección de las reservas de agua y la construcción de reservorios de ésta, las conservación de suelos, reparación de vías de acceso y evacuación, pasarelas en torrenteras y otras acciones para enfrentarse a los efectos adversos del clima y continuar con los procesos formativos.
En su intervención, Carmen Muro ha recordado que la recaudación de las campañas permite colaborar con varios proyectos, de tal forma que en el 2018 (último año del que hay datos disponibles), se recaudaron 199.657 euros, de estos, 59.102 procedían de fondos públicos y 140.555 de fondos privados, a través de las aportaciones de socios, donaciones y colaboraciones principalmente.
La presidenta delegada de Manos Unidas también ha querido agradecer la colaboración de los centros escolares de la ciudad (Carmelitas, Colegio Diocesano José Luis Cotallo, Sagrado Corazón, Licenciados y Josefinas), que este viernes organizarán el bocata solidario y recaudarán fondos con motivo del día del ayuno voluntario.
Por su parte, el sacerdote Carmelo Pérez-Aradros León, que ha estado trabajando como misionero en Zimbabue durante más de 30 años y actualmente dirige la revista Misiones Extranjeras, ha explicado que durante su tiempo en el país africano colaboró como responsable de proyectos educativos como la construcción de 4 aulas para 45 niños cada una y proyectos relacionados con el abastecimiento de agua.
"Manos Unidas aportó la mayor parte de la financiación", ha explicado el misionero, quien ha contado que antes de la construcción, los niños "recibían las lecciones bajo los árboles", porque carecían de ningún tipo de infraestructura adecuada.
El sacerdote lleva desde 2018 colaborando en la sensibilización y el apoyo a la ONG Manos Unidas y ha enfatizado que aunque todos estamos expuestos a las consecuencias del deterioro medioambiental "son las comunidades más pobres quienes más lo sufren, al estar más en contacto con la naturaleza".
"Yo lo he notado en mis años en misión, las lluvias se han retrasado, ha cambiado el ciclo de la siembra y he vivido la angustia de los agricultores. Los cambios climáticos allá son obvios", ha sentenciado.
Así, ha resaltado que "no hay dos crisis separadas, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental", ha apostillado Carmelo Pérez-Aradros León, aludiendo al mensaje ya apuntado por el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la Creación quien ha reclamado cambios en nuestro estilo de vida para paliar esta situación.
Finalmente, cabe destacar que esta campaña de Manos Unidas se presentará en el Aula Diocesana de Cultura de la calle Clavellinas el 6 de febrero a las 19,30 horas, mientras que el día se celebra el 'Día del Ayuno Voluntario' con diversas actividades en horario de tarde en el Paseo de Cánovas de la capital cacereña.
