Última hora

La finca Haza de la Concepción, ejemplo de agroturismo de calidad a las puertas del Parque de Monfragüe

La Diputación Provincial trabaja para que en 2025 el hotel rural y el restaurante abran sus puertas al público



La Diputación Provincial trabaja para que en 2025 el hotel rural y el restaurante abran sus puertas al público

CÁCERES, 19 (EUROPA PRESS)

La finca Haza de la Concepción, ubicada en Malpartida de Plasencia y propiedad de la Diputación de Cáceres, se extiende a lo largo y ancho de 700 hectáreas de dehesa extremeña a las puertas del territorio Unesco de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, también Parque Nacional. Se trata de un espacio privilegiado con rincones naturales y edificaciones históricas que pretenden convertirse en un referente del agroturismo en la provincia, con ofertas de experiencias únicas para el visitante, como el avistamiento de grullas o paseos por los senderos que atraviesan estos parajes.

Dormir en un palacete de estilo italiano construido a principios del siglo XX, degustar los productos de la despensa regional en unas caballerizas convertidas en restaurante, nadar en una piscina de agua salada que se funde con un mar de encinas en el horizonte o recorrer los secaderos de tabaco, auténticas obra de arte industrial de lo que fue un cultivo social en otro tiempo, son otras de las cosas que se podrán hacer cuando este hotel rural de cuatro estrellas verdes abra sus puertas en 2025.

Para ello, la diputación cacereña ha invertido en los últimos años más de cuatro millones de euros con el objetivo de rehabilitar las instalaciones y adaptarlas a las comodidades de los visitantes. El palacete, edificio central del complejo hotelero cuenta con tres plantas y 14 habitaciones dobles con amplias terrazas, mientras que el restaurante tiene capacidad para 75 comensales y el reconocimiento de dos tenedores.

La explotación del complejo hotelero ha salido a licitación y dos empresas se han interesado por su gestión, que sería para 25 años con el objetivo de asentar un proyecto a largo plazo que pretende ser un revulsivo para el sector turístico de la zona. A finales de año se resolverá la adjudicación de este contrato para echar a andar en los meses siguientes.

Y es que el turismo de interior cada vez gana más visitantes que buscan en lo rural el sosiego y el contacto con la naturaleza que no le aporta el asfalto de la ciudad. Los datos así lo avalan, ya que el número de turistas que eligió la provincia de Cáceres para pasar unos días ha aumentado en un 9,24% en los ocho primeros meses del año, respecto al mismo periodo de 2023, llegando a los 718.000 visitantes que eligieron destinos de naturaleza y patrimonio en la provincia.

Son rincones como el palacio de Haza de la Concepción, donde los nombres elegidos para las estancias de este hotel rural tampoco son fruto de la casualidad. El huésped podrá relajarse en el Salón Villarreal de San Carlos o en el Salón Río Tiétar, o dormir en las habitaciones Malpartida de Plasencia, Casas de Miravete, Romangordo, Casas de Millán o Jaraicejo, entre otras, todos ellos nombres relacionados con el entorno de esta reserva natural.

"La Diputación de Cáceres lleva muchísimos años trabajando para que este proyecto sea una realidad", ha indicado la vicepresidenta Primera y diputada de Territorio, Esther Gutiérrez, durante una visita realizada a la finca esta semana para dar a conocer las instalaciones a periodistas de la región.

GANADERÍA SELECTA

Pero Haza de la Concepción es mucho más que un hotel rural con baldosas hidráulicas originales, robustas vigas de madera de castaño, calefacción de biomasa y una piscina de ensueño. En la finca se cría ganado vacuno de raza Avileña Negra Ibérica y Blanca Cacereña, esta última autóctona y en peligro de extinción, con lo que se contribuye a mantener y mejorar la cabaña ganadera de las explotaciones de la provincia.

También se desarrolla un trabajo de investigación sobre la seca de la encina de la dehesa con proyectos pilotos para ver cómo se puede mitigar este problema que tanto afecta al ecosistema extremeño. Y se están llevando a cabo proyectos de investigación para nuevas posibilidades de cultivo como alternativas, por ejemplo, al tabaco. Unos de ellos son los arándanos, con los que se trabaja para adaptar las semillas a la climatología de la región y conseguir así buenos rendimientos en su producción.

Pero como 700 hectáreas dan para mucho, la Diputación de Cáceres también tiene ubicado allí el vivero provincial con el que abastece a los 223 municipios de la provincia para embellecer sus calles y plazas a lo largo del año.

En total, se reparten entre 150.000 y 180.000 plantas a los ayuntamientos y, en estos momentos, se trabaja en la construcción de nuevos invernaderos para mejorar el servicio, según ha adelantado la diputada de Agricultura y Ganadería, Angélica García, quien ha recordado que la finca cuenta también con "magníficas construcciones de antiguos secaderos de tabaco y pimiento, así como la antigua iglesia, el colegio o las viviendas de antiguos trabajadores".

ARTE INDUSTRIAL

"Tenemos las instalaciones originales donde se trataba el pimentón, con un pequeño centro de interpretación, igual que el secadero de tabaco, y es importante que la gente conozca cómo se trabajaba ese cultivo social, por lo que es una finca privilegiada con unos secaderos que son auténticas obras de arte industrial", ha resaltado García.

Uno de esos secaderos, cuyos ladrillos de barro fueron cocidos en hornos de la propia finca, luce todavía en lo alto las iniciales 'M S' correspondientes a Margarita Silva, antigua propietaria de la finca hasta que la adquirió la ya extinta Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres y Plasencia para pasar después, en 1970, a manos de la diputación cacereña, que la destinó a usos agropecuarios.

De hecho, de la superficie total, unas 136 hectáreas se dedicaron al cultivo de algodón, tabaco o pimiento, y las restantes a la labor de dehesa con arbolado autóctono de encinas y alcornoques, complementadas con las labores de pastoreo que daba trabajo a un buen puñado de familias que vivían en pequeñas construcciones repartidas por la finca, donde también se levantaron edificios comunitarios de escuela e iglesia, entre otros.

A partir de 2008, la institución provincial empieza a trabajar en la idea de reorientar las actividades de la finca para compatibilizar esos usos agrícolas y ganaderos originales con los de la explotación turística.

Con esta intención se ha rehabilitado el palacio y se han recuperado la vivienda de los guardeses, las caballerizas o el antiguo palomar, preparando el espacio para restaurante-cafetería y otros servicios. Las últimas intervenciones han sido para la reparación de la cubierta y los acabados exteriores e interiores, impermeabilización, obras de instalaciones y accesibilidad como ascensores, climatización, ventilación o electricidad.

También se han llevado a cabo trabajos de urbanización del entorno del complejo, se ha mejorado el acceso, se ha renovado el saneamiento, se ha instalado una nueva red de recogida de aguas pluviales, alumbrado público, y se ha instalado un sistema de riego en la nueva zona ajardinada.

Una última inversión de 40.000 euros ha permitido la adaptación de las líneas de alta tensión y centros de transformación ubicados en terrenos de la finca para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución, adaptando así las instalaciones a la reglamentación medioambiental vigente.

"El objetivo es hacer un aprovechamiento de agroturismo con todas las potencialidades que tiene la propia finca, la ganadería, la parte de los cultivos, los proyectos de innovación, todos los recursos que nos ofrece y, por supuesto, la zona en sí, con lo cual contribuimos también a la creación de empleo de forma directa", ha apuntado la vicepresidenta de la diputación cacereña, que ha ensalzado la "buena salud del turismo en la provincia", con un aumento de visitantes en todas las épocas del año.