Mérida

La Basílica de Santa Eulalia de Mérida homenajea a Manuel Domínguez Merino

La Eucaristía de acción de gracias slerá cantada por el Coro 'Manuel Domínguez', bajo la batuta de su director-organista, Ángel de Miguel Jiménez.

La Basílica de Santa Eulalia de Mérida albergará este sábado, 22 de junio, un homenaje a Manuel Domínguez Merino, con motivo del centenario de su nacimiento.

En concreto, los actos se iniciarán a las 20:30 horas con una Eucaristía de acción de gracias, que será cantada por el Coro "Manuel Domínguez" de la Basílica de Santa Eulalia, bajo la batuta de su director-organista, Ángel de Miguel Jiménez.

A continuación, al término de la Eucaristía, Don Antonio Bellido Almeida, amigo personal y estrecho colaborador de Manuel Domínguez Merino, ofrecerá una semblanza de la vida y obra del homenajeado.

Seguidamente, el Coro "Francisco Barroso" de la S.I. Catedral de Badajoz ofrecerá un recital de obras compuestas por Manuel Domínguez, dirigido por Fernando Domínguez Cadenas (hijo de Manuel) acompañados al órgano por José Félix García Zapata.

MANUEL DOMÍNGUEZ MERINO

Nacido en la localidad pacense de Nogales el 21 de julio de 1924, Manuel Domínguez Merino era el mayor de ocho hermanos y desde su infancia mostró gran interés por la lectura. A lo largo de su trayectoria realizó estudios de Humanidades, Filosofía, Teología y Música en el seminario San Atón de Badajoz; ampliando su formación musical en el Conservatorio de la Diputación con Bonifacio Gil.

Durante varios años fue cantor de la Catedral de Badajoz hasta que en la década de los 50 se trasladó a Mérida, donde ejerció como organista de la Parroquia de Santa Eulalia. Precisamente, en la capital extremeña fue donde desarrolló una gran actividad musical durante 59 años, siendo co-fundador del Orfeón Provincial de la Diputación de Badajoz y de la Coral Augusta-Emerita, y fundador del Coro Parroquial de Santa Eulalia en 1990 y otras agrupaciones corales de la ciudad.

Profesor de latín y griego, en 1989 recibió, como presidente de la Federación Extremeña de Corales, la Medalla de Extremadura. Además, tras la creación de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, el Arzobispo Don Antonio Montero lo nombró en el 2000 "Organista Mayor" de la Concatedral de Santa María de Mérida y director del Coro de Laicos del Cabildo, compaginando esta tarea con la dirección del Coro de Santa Eulalia.

También es nombrado "Hijo adoptivo" de la ciudad de Mérida por la Corporación Municipal. Es ingente su obra literaria, tanto en poesía como prosa, artículos de divulgación, colaboraciones en diferentes revistas, pregones, traducciones, etc. De su obra musical destacan la Cantata "Las bodas del Cordero" (2001), Antifonario. Primeras Vísperas y Laudes (2004), Cantos a Santa Eulalia "Canciones para una niña" (2004). Misa de San Miguel, Misa Coral Popular, Ave verum,Panis Angelicus, y un largo etcétera.

Pocos meses después de su fallecimiento en 2008, el Arzobispo Don Santiago García Aracil le concedió a título póstumo la Medalla de la Archidiócesis, como reconocimiento a toda una vida dedicada a la música y a la Iglesia.