El Festival de Mérida arrancará con un Julio César rompedor protagonizado por mujeres

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El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida comienza este viernes, 1 de julio, su 68 edición con una transgresora y rompedora versión de 'Julio César'.

Cabe señalar que, se trata de una versión libre de José María Muscari, producida por el Complejo Teatral de Buenos Aires, que ha cruzado el atlántico, tras su estreno el pasado mes de abril en la capital argentina, para ofrecer tres representaciones en el Teatro Romano de Mérida, del 1 al 3 de julio.

Un elenco completamente argentino en el que destaca la figura de Moria Casán, a la que sus propios compañeros de compañía otorgan la figura de diva en su país, y de quién el director de la obra dice que el término actriz le queda "chica" pues, hace "un montón de cosas que son inclasificables".

En sus propias palabras, el director de la obra ha subrayado más allá de la historia de "traición y muerte" creada por Shakespeare, que mantiene su esencia, lo "atractivo" de su propuesta es este "enroque" en relación a los géneros que pone "tensión sin tener que hablar de ello", pues "pregunta todo el tiempo qué es ser mujer, qué es ser hombre, y qué es ser persona".

Respecto a si este intercambio de género entre hombres y mujeres aún en pleno siglo XXI es algo que sigue llamando la atención y que aún no ha sido superado, Muscari ha incidido en que "el sexo y el género siempre nos inquieta", afirmando que "gran parte" del éxito de la obra también tiene que ver con haber transgredido el género de los personajes, algo que desconoce si se ha hecho con anterioridad para una versión de Julio César.

Para el responsable del montaje, un cambio de roles que le da un "punch" al espectáculo, en tanto que "se mete en el tema del género sin tener que hablar de eso", puntualizando que "todo el tiempo están haciéndose preguntas sobre qué tienen estos personajes entre las piernas y qué siente en su corazón sin tener que expresarlo", sin tener que llevar el texto hacia la sexualidad, ha abundado.

Mientras, Moria Casán ha destacado que el teatro romano de Mérida, con más de 2.000 años en pie, lejos de intimidarles, les "empodera", porque la historia les "protege", les "escuda", y donde este fin de semana va a "dragqueenear" a Julio César, a quien se va a "montar" y a "comer vivo".

En relación al proyecto, ha defendido que no tienen miedo a Shakespeare ni a los clásicos, y que supone una "bisagra más" en su carrera, que le permite disfrutar, pues para ella el teatro es un juego, asegurando que "subirse al escenario no es para sufrir, es para gozar".

Mariano Torre, que interpreta a Porcia, la mujer de Bruto, ha insistido en el proceso de intercambio de roles, sobre el que ha señalado que al comienzo los hombres iban a hacer de mujeres pero, con el paso de los ensayos, se dieron cuenta de que "lo más interesante no era que los hombres hicieran de mujeres, sino que los hombres se pongan en el lugar de las mujeres".

Además, ha añadido que ésto permite a los hombres "ponerse a el lugar de vulnerabilidad que tiene el género femenino", lo cual es algo "muy interesante de atravesar como persona, como actor y de entregar como servicio" a los espectadores.

Valor de la Cultura

En la presentación, la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Nuria Flores, ha subrayado que el festival vuelve un verano más, fiel a su cita, para convertirse en un "imprescindible" de la agenda cultural.

Según Flores, la agenda cultural extremeña ni española se entenderían sin el Festival de Mérida, que permite a la ciudad cada verano "regresar una vez más a los clásicos", y sus personajes que "atravesaron el tiempo y la memoria para ser inmortales".

Y, ha defendido la cultura como "asidero de la esperanza cuando el horizonte se empina", y también "catalizador y revulsivo social y económico" y, en el caso de Mérida, se convierte en "polo de atracción para miles de personas ávidas de teatro".

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, Silvia Fernández, ha remarcado los esfuerzos del gobierno local por hacer de la cultura una "marca de ciudad", y ha situado al certamen de teatro como la "joya de la corona".