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José Vicente Moirón, lleva la cultura extremeña y el Festival de Mérida a Nueva York
Junto a Gabriel Moreno, ambos representarán un pedacito de Tito Andrónico en la presentación de la cita teatral emeritense en la ciudad de los rascacielos
Antes de partir hacía Nueva York, el actor extremeño mantiene una charla con Regiondigital.com/MiExtremadura.com, para hablar de su trayectoria, su realidad y pensamientos, en un momento clave de su vida profesional y personal.
José Vicente Moirón es uno de los actores extremeños con más proyección fuera de nuestra región, un Rey Midas del teatro dentro y fuera de nuestras fronteras ya que toda obra que toca la convierte en verdadero oro.
Hace años, utilicé esta expresión para definir así a Fernando Ramos pero creo que es justo que la compartáis porque ambos tenéis mucho en común, como el hecho de ser actores y productores con independencia del tipo de teatro que hacéis, buen teatro, pero con estilos y disciplinas diferentes.
Durante tu trayectoria, has recibido numerosos premios, nominaciones y reconocimientos. Por citar algunos el MAX al Mejor Espectáculo Revelación con "El Búfalo Americano", Premio "Honra" en el Festival Internacional de Teatro de Almada por Pedro y el Capitán, Premio Avuela Pluma de las Artes Escénicas, Premio Reyes Abades Festival de Cine Solidario de Cáceres, El Premios Extremadura a la Creación 2008, Premio Nacional Arcipreste de Hita Guadalajara para el Mejor Espectáculo 2008 , Mejor Interpretación Masculina y Mejor Dirección, premios para el Mejor Espectáculo y Mejor Actor en el X Certamen Nacional de Teatro Garnacha de Haro, y Premio Jara de Teatro Extremeño al Mejor Espectáculo en 2007 para "El Hombre Almohada".
También recogiste premios Jara a la Mejor Interpretación Femenina, Masculina, Mejor Dirección y Mejor Espectáculo de los Premios Jara de Teatro Profesional de Extremadura. Ayax fue un éxito total con premios en el XV Certámen Nacional de Teatro Garnacha de Haro de la Rioja en 2012 al Mejor Espectáculo, Mejor Actor, Mejor Dirección, Premio del Público y con un Premio Ceres en 2012 a la Mejor Actriz...El ultimo, Premio al Mejor Actor en la 44 edición del Festival de Teatro Ciudad de Palencia por El Gallo en Jerusalem.
Si continuamos la lista de galardones que has recibido como actor y los que habéis recibido como Teatro del Noctámbulo, y también las nominaciones, en especial a los premios MAX, la lista nos ocuparía tanto que terminaría abrumándonos a todos al tiempo que causando tanta alegría por contar con un teatro con tanta salud.
Pero, para no dejarnos nada en el tintero, comencemos por el principio. Corría el año 1994 cuando Leandro Rey y tú fundásteis Teatro del Noctámbulo. Cuéntanos algo de aquélla época, de los comienzos de la compañía y de tus comienzos antes como actor.
José Vicente Moirón: Fue una época maravillosa llena de ilusiones pero también de obstáculos. Iniciamos un proyecto, Teatro del Noctámbulo con la necesidad de contar historias contemporáneas, reflejar la sociedad del momento dando prioridad absoluta a los textos.Queríamos darnos a conocer como una compañía emergente con un sello potente, sin pretensiones pero muy ambiciosamente.
Nuestro primer montaje no resultó ser lo deseable, nos situó en la realidad de lo que significaba montar una compañía y nos puso en nuestro sitio.
Iniciamos nuestra aventura en Portugal. Coprodujimos con A Barraca de Lisboa "Mi Rival" dirigido por Helder Costa, no teníamos ni un duro, pasamos hambre, solo comíamos una vez al día y la pensión en la que nos alojamos nos comían las chinches... no resultó ser un espectáculo redondo pero en él, ya se atisbaban los territorios que íbamos a explorar y el camino a seguir.
Ya con algo más de experiencia nos colocamos con nuestro segundo montaje "Pedro y el Capitán" de Mario Benedetti con dirección de Paco Carrillo y galardonado con el "Premio Honra" en el Festival Internacional de Teatro de Almada, en Portugal.
No nos lo podíamos creer, competíamos en esa edición con Peter Brook entre otros grandes referentes del teatro. Y eso nos colocó en un lugar destacado en el tejido teatral.
Hubo un parón durante algún tiempo hasta que en 2003 decidiste continuar con Teatro del Noctámbulo en solitario. ¿Que ocurrió, si es confesable, claro?.
José Vicente Moirón: Claro, no es ningún secreto. Leandro y yo eramos dos actores con mucha fuerza, con muchas ganas de comernos el mundo.
A pesar de nuestra juventud ya habíamos protagonizado otros montajes en Madrid en el teatro comercial , y aunque nos debíamos a nuestra compañía, esta no nos daba para mantenernos, obviamente teníamos que contratarnos en otras producciones.
En el año 2000, ambos hicimos unas audiciones para el Centro Dramático Nacional y fuimos seleccionados por el director, Juan Carlos Pérez de la Fuente para el reparto de "La Visita de la Vieja Dama" de F. Dürrenmatt. Era un contrato muy largo y con posibilidad de renovación, así que decidimos inactivar la empresa pero no cerrarla. Teníamos que aprovechar esa oportunidad, seguir creciendo...
Lamentablemente durante ese período, Leandro enfermó y acabó falleciendo. Uno de los golpes más duros que he recibido en mi vida. Me mantuve trabajando 3 años en Madrid de manera continuada y tras algunos parones y no contento con todo lo que me podían ofrecer, decidí lleno de ilusión y también de miedo volver a poner en activo y ya en solitario Teatro del Noctámbulo.
A partir de ese año, parece que todo se dispara. Llegan "El Búfalo Americano" y "El hombre almohada". Ambos obtienen premios y también un reconocimiento importante muy positivo de la crítica especializada. ¿Dónde estuvo la clave en estos dos montajes para que fuese tan exitoso?.
José Vicente Moirón: Yo creo que son muchos los factores que intervienen, desde luego estoy convencido que en estos dos casos en concreto, la calidad, por encima de todo, pero desgraciadamente no es suficiente.
¿Cuántos montajes gozan de la misma y no trascienden? Influye mucho la juventud, el riesgo, la valentía, las ganas y el respeto al autor y su texto, no me refiero solo a literalidad, sino a la esencia de la historia. Abordarla desde el respeto y hacerlo muy bien. Buenos actores, directores, dramaturgias, profesionales del teatro.
David Mamet es un gigante teatral y Martin McDonagh un brillante autor que en 2008 revolucionó el teatro y el cine. Ofrecer con estos mimbres una obra de teatro que perdure en la memoria del público es más sencillo, si lo haces bien claro, que si lo intentas sin un estudio profundo de lo que quieres contar. Es muy difícil conseguir un éxito, y desde luego no confies en la suerte ni el azar.
Solo Hamlet solo, La decisión de John, un Áyax que puso en pié al público del Festival de Merida todas las noches de representación en la 58 Edición... Edipo Rey y Tito Andrónico volvieron a poner en pié al público del romano... ¿Cómo lo consigues?
José Vicente Moirón: Poniendo el corazón en cada montaje, creer ciegamente en el proyecto, trabajar sin escatimar en esfuerzos, reunir al equipo correcto, seducirlo también, planificar el proyecto como el viaje más deseado, pensar en el público, ensayar, no creer en la suerte sino en el trabajo.
A estas alturas, entiendo que aunque nadie es insustituible sí has tenido el apoyo, en corto, de personas que han sido estratégicamente trascendentales en el desarrollo de tu carrera y en el de Teatro del Noctámbulo. Paco Carrillo, Isabel Montesinos, Gabriel Moreno, Denis Rafter y últimamente, por lo que vemos en los dos montajes más recientes, Antonio C. Guijosa. ¿Qué le debe Teatro del Noctámbulo y qué les debes tú a todas ellas?.
José Vicente Moirón: Los que nombras han sido fundamentales, pero hay muchos otros más. Soy fan de quienes trabajan a mi lado codo con codo, de cada actor, cada director, cada creativo , cada técnico que ha pasado por la compañía; a todos ellos les debo que hayan confiado en cada proyecto, cada montaje, por ser tan exigentes en cada una de sus facetas o cometidos.
Por haber aprendido tanto de ellos, particularmente los admiro y quiero continuar sorprendiéndome con cada uno de ellos. Les doy las gracias a todos! Y Teatro del Noctámbulo es lo que es gracias a todos ellos. Es cierto que existe un núcleo duro en esta compañía, pero sería imposible llegar a nuestros objetivos sin el trabajo de todos ellos.
Además de contar en la dirección con Antonio C. Guijosa en los dos últimos montajes, has conformado un elenco que, después de Tito Andrónico se ha vuelto a repetir en Jerusalem, con Carmen Mayordomo, Gabriel Moreno, Alberto Barahona, José F. Ramos, Lucía Fuengallego y Alberto Lucero. ¿Qué sensaciones te aporta esta "familia"?. Porque es familia, al fin y al cabo.
José Vicente Moirón: Esta profesión crea una familia nueva por montaje, una forma de vivir maravillosa, una filosofía de vida, y soy el tío más suertudo del mundo.
Ojalá pudiera contar siempre con todos los actores que han pasado por Teatro del Noctámbulo. El elenco de Tito y de Jerusalem ha marcado a la compañía en los últimos años. Eso es incuestionable! Qué grandes actores, profesionales, personas... Por eso digo que soy un tio con suerte.
Si echo la vista atrás, Memé Tabares, Kiko Magariño, Candido Gómez, Juan Antonio Lumbreras y uff no puedo seguir nombrando a todos, una lista infinita de enormes actores y actrices. Me emocionan profundamente.
Hablemos de ti, José Vicente. El teatro te lo ha dado todo: una profesión, un medio de vida, una familia realmente. ¿Es para ti quizá una forma de vida también?.
José Vicente Moirón: Absolutamente, es una filosofía de vida. No se vivir sin ensayar, sin leer teatro, sin emocionarme al ir a ver una función, sin escuchar a los teatreros, sin asistir a un estreno, sin estudiar un personaje, sin nervios, sin las giras...es mi columna vertebral.
Te subes a un escenario un día cualquiera, pongamos por caso con Maquiavelo, un montaje en el que te encuentras como único actor. ¿Qué quiere conseguir José Vicente del público, durante los sesenta minutos de representación?
José Vicente Moirón: Abducirlos. Atraparlos, meterlos en la historia y que no se despisten en ningún momento, sorprenderlos y que la hora de representación se les pase en un suspiro. Conseguir que salgan de la sala pensando que ha merecido la pena ir al teatro a ver a un único actor.
Conociéndote y sabiendo que te entregas con tanta vehemencia a tus personajes ¿Te pasa factura fuera del escenario esa intensidad con la que interpretas?
José Vicente Moirón: MUCHÌSIMO. Suelo abordar personajes muy intensos, complejos, que exigen una implicación física y mental sin tregua. Cuando salgo al escenario tengo que darlo todo, y eso conlleva un gran esfuerzo que deja secuelas al final de la representación. Cuando no lo consigo es todavía mucho más agotador.
Si no me concentro lo suficiente llevar a cabo este tipo de personajes es como subir al Himalaya, porque.... ¿cómo se puede sostener un personaje si estás fuera de él?
¿Qué personaje te ha impactado más de todos los que has representado y por qué?
José Vicente Moirón: Hay muchos, he tenido la suerte de ponerme en la piel de personajes muy grandes, todos en su momento han sido un regalo. Si tuviera que destacar alguno sobrevuelan Puck de Sueño de una noche de Verano, Tito Andrónico, Katurian de El Hombre Almohada, y por supuesto El Gallo de Jerusalem.
¿Por qué? Porque me han situado en registros que jamás pensé que tenía, por el impacto que generó en el público, porque me hicieron crecer como actor.
En la última representación tuya a la que asistí, me cayó encima un trozo de cáscara de huevo que Johnny Byron lanzaba al público, y no fue lo único, jajajaja. ¿Es intencionado? ¿Te gusta romper la cuarta pared o simplemente no eres consciente de ello?
José Vicente Moirón: Me encanta provocar al público!! La cascara de huevo y el bote de leche que tiro al publico en Jerusalem no exactamente rompe la cuarta pared, digamos que el patio de butacas representa parte del bosque, por eso Johny Byron arroja elementos a la zona donde se sitúa el respetable. Y en más de una ocasión se dirige a la platea como observador de dicho bosque.
Obviamente, el público reacciona y no sale de su asombro, de alguna manera me alimento de ello y me encanta desestabilizar la tranquilidad del público.
Y ¿Que significa para ti romper esa cuarta pared? ¿Cómo piensas que el público reacciona cuando eso ocurre?
José Vicente Moirón: En Maquiavelo, es más patente la ruptura. Hacerlo es un triple salto mortal, es impredecible la reacción del publico, en cada representación es diferente, entra en juego la improvisación y tienes que tener muchos recursos.
Estoy descubriendo que es maravilloso llevarlo a cabo. Tienes mucho poder en ese momento, el publico es muy respetuoso y puedes oler el miedo y la incertidumbre que se adueñan de ellos.
Por fantasear un poco. ¿Darías algo por poder desdoblarte un día y presenciar desde una butaca una de las obras de teatro que representas?. De ser así, ¿Cuál te gustaría ver?.
José Vicente Moirón: Estaría bien poder hacerlo, pero asistir a una obra mía con mucha distancia, es decir ver una obra mía de la que apenas pudiera recordar nada. Sería fantástico.
Hay una que me encantaría poder ver, el primer Tito Andrónico con el que debuté profesionalmente como actor allá por 1988
Sé de antemano que vas a decir que todos y en todos lugares pero dime....¿cuál es el escenario en el que te has sentido más cómodo trabajando y cuál ha sido el público con el que mejor has sentido que hayas conectado?
José Vicente Moirón: El lugar más increíble y en el que he sentido como si pudiera volar, sin duda alguna, El Teatro Romano de Mérida, desde luego no el más cómodo, pero si el más inspirador y recuerdo el escenario del Teatro Español como uno de los más amables que he pisado.
¿Crees que el teatro está en peligro de extinción?
José Vicente Moirón: No lo pienso, es imposible, ni la IA puede hacer nada ante tal acontecimiento. Es irremplazable, insustituible. ES INDESTRUCTIBLE.
Si nos borraran de un plumazo la memoria, al igual que el comer, volveríamos a generar esa necesidad, es algo natural en la esencia humana
¿Piensas que las instituciones hacen lo suficiente para que el teatro permanezca vivo?....¿Cómo crees que se debería tratar o apoyar desde estas al teatro?.
José Vicente Moirón: Es un debate que me lleva al hartazgo, siempre estamos en la cuerda floja, siempre, así que esto me lleva a deducir que las cosas bien, lo que se dice bien ,no se están haciendo. No tengo una respuesta de verdad, confío en las personas más que en las Instituciones.
Todo depende de las manos en las que caiga la CULTURA, así que según el político, gestor, técnico, legislador, según el amor y la pasión que les caractericen así será de favorecido el teatro.
Pienso que institucionalmente hay voluntad de proteger el teatro, pero también pienso que no se hace un seguimiento para que este perdure y evolucione.
El teatro se debería tratar con honestidad, sin censura, porque es un reflejo de la sociedad y seguirá siéndolo mientras existan creadores. No se puede tapar la luz del sol con un dedo. Es increible que en este momento se estén poniendo trabas al desarrollo teatral con censuras, con vetos, con convencionalismo... si el teatro es rebeldía!! ¿como vas a tratar de despojarlo de su esencia? No es un arma política, no es peligroso, es sanador, es formador, contribuye a hacerte mejor persona y a conocer mejor a la sociedad. Así debería ser tratado, con respeto y admiración. Como decía Lorca, un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad.
Para terminar. Es que si no te hago esta pregunta... reviento. ¿Te ves dirigiendo teatro algún día?
José Vicente Moirón: Por supuesto. Me encantan los actores, son mi debilidad, trabajar con ellos es uno de los placeres de esta profesión.
Llegará el momento de poner en pie una obra de teatro, el único problema es que me gusta tanto interpretar que tendré que estar muy convencido de dejar de subirme a un escenario y priorizar la dirección.