Extremadura

Salorino firma su hermanamiento con Brañosera, primer pueblo de España con 1.200 años

Han sellado oficialmente su hermanamiento, reforzando los lazos históricos y culturales que unen a ambas localidades.

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El evento ha tenido lugar el pasado fin de semana, coincidiendo con la celebración del 1.200 aniversario de Brañosera, reconocido como el primer municipio de España.

La ceremonia, celebrada en Brañosera, ha contado con la participación de autoridades locales de ambos municipios, así como de vecinos de ambas localidades.

Este hermanamiento no se basa en efemérides o acontecimientos históricos, lo hace en las relaciones de afecto entre vecinos de ambos pueblos y busca fomentar el intercambio cultural, histórico y turístico entre ambos, promoviendo valores comunes de identidad y cohesión territorial, explica en nota de prensa el Ayuntamiento de Salorino.

Así, el alcalde de Salorino, Álvaro Sánchez Cotrina, ha agradecido la hospitalidad de los abarqueños: "En Brañosera, encontrábamos siempre una mano amiga que nos facilitó la estancia en periodos de incertidumbre y dificultad".

También ha señalado la importancia de este vínculo histórico, haciendo especial hincapié en las relaciones afectivas y sentimiento de unión entre hombres y mujeres de ambos pueblos que surgieron en épocas de la Trashumancia.

Durante años, los vecinos de Salorino emprendían el "duro" viaje cargado de "incertidumbre" hacia tierras palentinas, donde su ganado encontraba alimento durante la época estival. Brañosera y sus habitantes acogieron y cobijaron a los pastores de Salorino forjando así "fuertes lazos afectivos" entre ambas localidades que se fueron intensificando año tras año.

A su vez, el alcalde de Brañosera, Jesús Mediavilla, ha destacado los lazos con Salorino: "La mayor parte de los pastores extremeños que acudían a tierras palentinas procedían de Salorino, por lo que la relación con el pueblo es más estrecha y cercana".

Ambos alcaldes han señalado que el hermanamiento es una oportunidad para estrechar lazos entre pueblos que comparten respeto por las tradiciones, el patrimonio y el desarrollo rural, y avanzar en proyectos de cooperación que beneficiarán a ambas localidades y a sus habitantes.

Han reivindicado un incremento en la financiación municipal que permita "mayores y mejores decisiones en los pueblos"; al tiempo que han apelado también a instituciones e inversores para que no permitan que la nueva revolución industrial, la tecnológica, "pase de largo por los pueblos".