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Extremadura potencia la agricultura de precisión en las comunidades de regantes
A día de hoy, la Junta destina 15 millones de euros al sector para la implantación de la energía renovable y el desarrollo tecnológico.
La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio continúa implementando medidas pensando en el futuro de la producción agroalimentaria extremeña en un contexto de cambio climático donde se hace cada vez más necesaria una buena gestión de los recursos hídricos y energéticos.
Y es que hoy en día resulta "clave" evitar las emisiones contaminantes generadas por las energías fósiles, en especial el dióxido de carbono y el impacto negativo que tiene sobre el planeta al aumentar el calentamiento global.
Consciente de ello, la Administración regional ejecuta políticas públicas que contribuyen a la sostenibilidad territorial, ambiental y social de la agricultura de regadío, inyectando 15 millones de euros en tres convocatorias destinadas al Plan de Eficiencia Energética de Extremadura en las Comunidades de Regantes.
Esta actuación implica tanto apoyo económico, como asistencia técnica, formación e información, además de otras medidas orientadas a incrementar la efectividad energética en las zonas regables de la región, de forma que las comunidades de riego contribuyan a alcanzar el objetivo de ahorro energético nacional, previsto en la Directiva de Eficiencia Energética.
La Junta estimula así el uso de energías renovables, como una inversión de futuro que ahorrará costes, reducirá el impacto medioambiental y mejorará la competitividad de la agricultura extremeña, y por tanto de la industria agroalimentaria regional. Un sector clave para la economía rural, la empleabilidad y la fijación de población al territorio.
Así, el Ejecutivo extremeño facilita inversiones para sustitución de equipos e instalaciones obsoletas por otras que utilicen tecnologías de alta eficiencia energética y, por otro lado, financia la implantación de plantas fotovoltaicas.
Además, estas medidas suponen un estímulo a la actividad económica al potenciar obras de montaje y mantenimiento de infraestructuras con notable impacto socioeconómico en las zonas rurales. Extremadura avanza así en el proceso de transición energética del país.
En paralelo, la Junta aporta soluciones frente a uno de los problemas que afectan al sistema agrícola productivo del regadío: el coste energético. En esta tarea para reducir los costes de electricidad y disminuir las emisiones de CO2, la Consejería de Agricultura ha trabajado con la Mesa del Regadío, con las miras puestas en la mejora competitiva del sector.
LA JUNTA AVANZA EN LOS REGADÍOS DE MONTERRUBIO DE LA SERENA
Las obras que transformarán 1.200 hectáreas de Monterrubio de la Serena (Badajoz) en regadío por goteo como apoyo al cultivo fundamentalmente de olivar avanzan a buen ritmo.
Las actuaciones contratadas por la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, a través de la Secretaría General de Población y Desarrollo Rural, habilitarán como zona regable 717 parcelas, beneficiando a 311 propietarios.
Se trata de una acometida catalogada de interés público y social ya que repercutirá positivamente en la economía de la zona, aportando un recurso indispensable para potenciar el sector agrario, posibilitar más mano de obra en la región y frenar la despoblación.
En este proyecto se emplean recursos locales, así como energías limpias para su funcionamiento e incluye las balsas Hatillos y Contador, con capacidad de 1,55 hm3 y 0,55 hm3, respectivamente.
Las dos estaciones de bombeo se abastecerán desde la planta fotovoltaica prevista junto a la balsa Hatillos, con 1,2 MW de potencia nominal.
LUZ VERDE AL PROYECTO DE TIERRA DE BARROS
Por otro lado, la Junta de Extremadura publicó este pasado verano -concretamente en agosto- la resolución que da la luz verde a la declaración de impacto medioambiental del Proyecto de Regadío Tierra de Barros.
Una acometida declarada de Proyecto de Interés General por parte del Gobierno central y que supondrán un antes y un después en la economía de los pueblos de la zona.
También incorporará energía solar para el bombeo, reduciendo la dependencia de la energía eléctrica en torno al 78%.
Se transformarán en regadío una superficie de más de 15.000 hectáreas, en las localidades de Almendralejo, Alange, Aceuchal, Villafranca de los Barros, Villalba de los Barros, Ribera del Fresno, Solana de los Barros, Torremejía, La Zarza, Fuente del Maestre, Mérida y Villagonzalo. El presupuesto de ejecución de obra superará los 250 millones de euros.
En estos momentos, la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio ya está trabajando en la certificación de la concesión de agua.