Entrevistas

Javier Peinado subraya el valor de la Declaración para la Concertación Social

“La Declaración para la Concertación Social es un referente y un instrumento para igualarnos con el resto de territorios de España”

Así, lo ha recalcado, el presidente de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), Pedro Castro, tras firmar con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y las secretarias regionales de CCOO y UGT, Encarna Chacón y Patrocinio Sánchez, respectivamente, el documento Declaración para la Concertación Social en Extremadura 2020-2023.

En una entrevista, Javier Peinado, secretario general de la CREEX, ha calificado esta firma como “referente nacional” y, desgrana algunas de las claves y objetivos del documento.

-¿Por qué es tan importante este documento, hasta el punto de haberlo calificado como ‘referencia a nivel nacional’?

Hay varias razones. A lo largo de los años, la CREEX ha suscrito distintos acuerdos y pactos con la Administración extremeña y los sindicatos, referidos a muchas áreas temáticas, pero en este caso es un documento integral, que aborda todo lo que tiene que ver con el desarrollo económico, la cohesión social, el empleo, la eficiencia en el uso de los recursos, etcétera.

Ese es uno de sus grandes valores. El otro es el propio hecho de que tanto la Junta de Extremadura como los agentes económicos y sociales hayamos hecho una apuesta decidida por el diálogo, la concertación, el tomar decisiones de consenso y asumir la responsabilidad.

-¿Puede detallar los aspectos que recoge el documento?

Por supuesto. Abarca una docena de áreas, que implican a todas las consejerías, y que se refieren a empleo y competitividad, estrategia digital, ciencia y tecnología, energía y clima, reto demográfico y despoblación, sanidad y políticas sociales, igualdad, fondos europeos, PAC, vivienda, infraestructuras y participación institucional.

Como se ve, es un documento muy completo en cuanto a áreas, que a su vez se desgranan en un total de 35 planes, estrategias y programas, que se irán poniendo en marcha, en su mayoría, este año, y algunos el que viene.

-¿No es un documento excesivamente ambicioso?

Bueno, en la CREEX aplicamos aquello de ‘paso corto y vista larga’. Tenemos que ser ambiciosos, porque el objetivo lo es. Ahora, ya estamos trabajando en el diseño consensuado de los programas concretos, un trabajo muy intenso, pero que seguro merecerá la pena.

Cuando hablo de objetivo ambicioso me refiero a que la finalidad es hacer avanzar a toda la sociedad extremeña para que nuestra región se iguale con el resto de territorios, y eso, visto de donde partimos, obliga a la ambición, a plantearse metas muy altas, porque partimos de muy atrás.

-Llama la atención que se incluyan áreas que quizá quedan fuera de la acción habitual tanto del diálogo social como de la propia CREEX, ¿por qué se han incluido?

Porque el objetivo obliga a ello. ¿Cree usted que puede avanzarse en el desarrollo y la cohesión sin vincular y conectar infraestructuras, despoblación, políticas sociales, fondos europeos, empleo, empresas, tecnología, energía, vivienda, igualdad o digitalización?

Sin infraestructuras no hay crecimiento económico, sin servicios sociales es imposible por ejemplo la conciliación o el retener población en el medio rural, sin digitalización no podemos atraer talento, sin igualdad desperdiciamos la mitad de ese talento, y así podría continuar. Si nos limitamos a aplicarnos a un sector o área concreta, el desarrollo quedará cojo, desequilibrado, y de ese modo cualquier plan estará abocado al fracaso.

-Pero, ¿por qué tantos planes y programas? ¿No quedarán muchos en nada o tendrán poco impacto?

Es muy importante trasladar las intenciones a programas concretos, si no, serán brindis al sol y poco más.

Cada programa tiene dos virtudes: la primera es que nace del diálogo social y eso significa que nos compromete a todos los firmantes. Aquí no vale mirar los toros desde la barrera, hay que bajar al ruedo y hacerse corresponsables de lo que ocurra.

La segunda es que establece un marco concreto a medio y largo plazo, con acciones específicas, con la necesaria flexibilidad para adaptarnos a los cambios y, muy importante, con sistemas de evaluación, porque bien sabido es el dicho de que lo que no se evalúa, se devalúa.

-¿Cree posible que se cumplan todos los objetivos?

Creo importante intentarlo, al menos. Habrá cuestiones que puedan llevarse íntegramente a la práctica, otras que se cumplirán parcialmente y otras que sea imposible cumplir.

De las que se cumplan a medias, ya tendremos avanzados los cimientos para futuras acciones y de las que no se cumplan, aprenderemos por qué no se han podido plasmar, y corregiremos aquello que lo impidió.

Estoy convencido de que en todos los casos se avanzará, porque los planes y programas serán objeto de un análisis previo riguroso, no vamos a improvisar. Todas las partes firmantes aportaremos lo que se espera de nosotros, y eso me da garantías.

-¿Qué puede aportar la CREEX a los objetivos que se marcan?

Desde su creación hace 35 años, la CREEX, como organización más representativa del empresariado extremeño, siempre ha estado en primera línea, asumiendo compromiso en el progreso de la sociedad extremeña.

Nunca nos hemos limitado a apuntar los problemas, sino que siempre hemos aportado, además, propuestas de solución. El último ejemplo es nuestro documento ’13 Retos y 100 Soluciones’, un documento ambicioso, completo, donde abordamos lo que nos preocupa y proponemos cómo solucionarlo.

En este caso, desde la Junta se nos invita a participar, a aportar, y la CREEX de nuevo asume responsabilidades. Sería más fácil colocarnos en la simple denuncia, quedarnos ahí, pero estaríamos defraudando la confianza que han depositado en nosotros los empresarios y empresarias de Extremadura, y no cumpliendo nuestro papel en la sociedad.

-Hay cuestiones que superan las competencias de la Junta y el ámbito territorial de acción de la CREEX, ¿qué puede hacer la CREEX en estos asuntos?

Aportar ideas, apoyar las demandas que desde la Junta se transmitan a otras instancias, sea el Gobierno de España o sea Bruselas, y estar vigilantes para que los acuerdos se cumplan, para que la Junta alce su voz cuando deba alzarla, sea exigente.

Ya lo hemos hecho en cuestiones como el Pacto por el Ferrocarril, las infraestructuras de transporte por carretera, los fondos de cohesión o la PAC. Aportar, vigilar y exigir, ese es nuestro papel en estos temas.

-Finalmente, y volviendo a la cuestión que ya planteamos, ¿cree que este acuerdo puede servir de ejemplo para el resto de España?

Ojalá así sea. En Extremadura, hemos demostrado que, si hay voluntad, el diálogo y los acuerdos son posibles. Estamos viendo con preocupación cómo ese diálogo social se desvirtúa o, directamente, se ignora, por parte del Gobierno de España, que toma decisiones unilaterales, cortoplacistas y de corte populista que pueden acabar haciendo mucho daño.

Ojalá miren a Extremadura y se convenzan de que tanto los representantes de los trabajadores como, en nuestro caso, los representantes del empresariado, están más que legitimados para participar en las decisiones, porque así lo marca la Constitución y la razón.

Seguir ignorándonos no es solo ignorar a quienes representamos, sino emprender un camino de conflictividad que a medio y largo plazo traerá menos desarrollo y más desempleo.