Según los datos oficiales entre enero de 2017 y noviembre de 2018 casi 200.000 venezolanos entraron en Brasil. Una de estas personas es Norma Carillo, una guerrera que con 48 años y una vida estable y cómoda hasta entonces en su país de origen tuvo que salir sola de su país para buscarse la vida en el vecino Brasil. Ingeniera de profesión y enamorada de la música y la cultura brasileña desde niña, desembarcó en Rio de Janeiro hace más de un año. Hoy trabaja como profesora de español y es profesora voluntaria del proyecto “Español para Tod@s”. Cuando entró en el proyecto no tenía nada, no tenía trabajo y empezó a dar clases con nosotros de manera altruista, qué suerte la nuestra poder contar con su experiencia de vida, su resilencia y su valentía.
Yo, siempre interesada por la política, le pregunto mucho por el tema de Venezuela y ella, haciendo alarde de su generosidad decidió escribirme un resumen con todas sus conclusiones. Después de todo lo que se oye dicho por personas que no han pisado Venezuela en su vida y que no sufren cada día con el bienestar de los que dejaron lejos, su resumen me parece un tesoro. Y quiero compartir este tesoro con vosotros. Su opinión sobre lo que está pasando y las causas y posibles escenarios futuros. Os dejo entonces con sus palabras, espero que las disfrutéis tanto como yo lo he hecho.
Resumen de mi humilde opinión referente a dónde estamos parados actualmente en Venezuela.
No estamos en una guerra aún, pero si en algo parecido a la guerra como lo es un juego estratégico de ajedrez en donde los dos bandos (Chavismo y oposición están jugando pieza a pieza, paso a paso jugándose su destino. Por un lado el chavismo juega a mantenerse en el poder y la oposición juega a salir del chavismo al menor costo posible en sangre y violencia según ellos (aunque todo indica que apuestan por una invasión armada de USA)
Este 23 de enero en la gran marcha de manifestación popular se desencadenaron entre otras cosas, los siguientes hechos
Si los militares salen de Maduro se evitaría intervención extranjera se evitaría derramamiento de sangre.
Las transiciones se dan por la relación de equilibrio entre la represión y transición.
La oposición juega a bajar costos de transición al ofrecerles amnistía.
El gobierno para mantenerse juega a la represión, allí los costos son altos.
La oposición juega a la transición a bajo costo ofreciéndole amnistía militares o la garantía de un juicio justo.
El gobierno juega a la represión que francamente teníamos tiempo que no veíamos esto en Venezuela y cuyos costos en vidas son muy altos. Y como resultado tendríamos una dictadura tipo Pinochet pero de izquierda y a diferencia de Pinochet una dictadura no apoyada por EEUU (toque de queda, campos de concentración entre otros).
Por qué Maduro es ilegítimo.
Es importante explicar un conjunto de acciones fuera de la constitución Venezolana que fueron tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro desde el 2015.
En diciembre del 2015, la oposición ganó las elecciones de la asamblea con una mayoría aplastante, barriendo así con la mayoría en la asamblea hasta entonces desde el 2005 del chavismo, pues bien el gobierno de Maduro justo 10 días antes de cesar en sus funciones decidió jubilar a 13 magistrados principales y 21 suplentes del Tribunal Supremo de Justicia cuyos cargos se vencían en 2016, las vacantes fueron ocupadas por dirigentes políticos chavistas que en varios casos no cumplían con las exigencias de la ley orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. Todo eso, con el objeto de garantizar el control del poder judicial y gobernar impunemente sin control del parlamento.
En el inicio del 2016 la sala electoral del TSJ con los nuevos magistrados, desconoció la elección de tres diputados, para dejar a la oposición sin la mayoría calificada. Desde ese momento el TSJ colocó al parlamento en situación de desacato , junto a los demás poderes públicos. Controlados por el chavismo, pasó a desconocer todas sus decisiones. Esa decisión arbitraria ordenada desde el poder ejecutivo fue reconocida por Christian Zerpa, uno de los magistrados de la sala electoral que tomo la decisión, justo después de huir del país.
En marzo de ese mismo año, la oposición comenzó con los trámites para activar el mecanismo de referendo revocatorio, solicitación que fue obstaculizada y dilatada por los poderes electoral y judiciario, incluso imponiendo requerimientos que no se encontraban en la legislación, hasta que finalmente fue neutralizado. En diciembre de 2016 el TSJ, usurpando las competencias del parlamento procedió a renovar los cargos de dos de los cinco rectores del consejo nacional electoral, quienes son abiertamente chavistas ,todo esto con la intención de seguir contando con voto favorable de la mayoría de los rectores del Consejo Nacional Electoral, abiertamente favorables al régimen de Nicolás Maduro.
El 31 de marzo de 2017, el TSJ ilegítimo, a través de las sentencias 155 y 156, asumió arbitrariamente las competencias del parlamento venezolano, esto produjo muchas protestas de los distintos sectores de la sociedad en contramedida a esa decisión ilegal, que culminó con 165 personas asesinadas por las fuerzas de seguridad del estado. Dos meses después, en pleno contexto de las protestas por la arbitrariedad de las decisiones, el régimen decidió convocar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la cual, en contrario del referendo revocatorio, fue organizado por el poder electoral de forma expedita, y, en la cual, entre las varias irregularidades de ese proceso, fueron modificadas las bases comiciales para garantizar que el chavismo tuviese mayoría de los diputados. Días después, la dirigencia de Smarmatic, la empresa responsable del sistema de votación electrónico, denunció que el poder electoral manipuló los datos de la participación por lo menos en un millón de votos.
Una vez impuesta la ANC, esa instancia ilegítima comenzó a fungir como poder supraconstitucional usurpando las competencias de los demás poderes públicos.
Entre las decisiones tomadas, resolvió adelantar las elecciones presidenciales para el 20 de Mayo de 2018. En ese contexto de tensiones, de crisis económica y política, la presión nacional e internacional llevo al régimen de Maduro a aceptar ir a una nueva mesa de negociación con la oposición en República Dominicana, que terminó sin acuerdo debido a la negativa del Gobierno a realizar elecciones apegadas a la ley y con observación internacional imparcial. En ese evento electoral, se cometieron evidentes violaciones de las leyes electorales, enumeradas de forma sucinta por el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), las cuales se mencionan a continuación:
Por ese motivo, la oposición y casi todos los países del hemisferio occidental no reconocieron el resultado, iniciando una nueva etapa de presión política para exigir elecciones limpias que involucre más a la comunidad internacional.
De acuerdo al artículo 231 de la constitución Venezolana, el 10 de Enero de 2019 debería empezar un nuevo período presidencial. Ese día correspondería al presidente electo tomar posesión y ser juramentado ante el parlamento. Sin embargo, como el proceso electoral de mayo 2018 no fue reconocido por la asamblea Nacional y por gran parte de la comunidad internacional, el poder legislativo declaró la inexistencia del presidente electo. Y Nicolás Maduro, quien, en un acto de fuerza, decidió juramentarse ante el Tribunal Supremo de Justicia, fue declarado usurpador por el parlamento, acatando lo establecido en el artículo 138 de la constitución.
Ante la ausencia de un presidente electo y en virtud de lo establecido en el artículo 233 dela constitución, corresponde al presidente de la Asamblea Nacional asumir la presidencia de la República y convocar elecciones en los próximos treinta días posteriores a la toma de posesión del cargo. En ese sentido Juan Guaidó, no se autoproclamó como presidente interino, tal como afirman algunos analistas enfáticamente. En realidad, en su declaración, el legislador ratificó el cumplimiento de os deberes que le impone el artículo 233.
De esa forma, las tesis legalistas que argumentan la existencia de actos golpistas en el país, no se corresponde con la realidad. De hecho, es irresponsable asegurar que fue armado un golpe de Estado en Venezuela de parte del parlamento nacional, cuando, tal como se ha tratado de evidenciar en este texto, Nicolás Maduro tiene años desconociendo la constitución, avanzando hacia la destrucción de las instituciones y cerrando os canales regulares para para dirimir el disenso en este contexto de la crisis. Por eso, hoy, el presidente Juan Guaidó es el interlocutor legítimo que la población Venezolana y la mayoría de los países de la comunidad internacional reconocen para representar a la República Bolivariana de Venezuela y liderar la transición política organizada que el país reclama.
Por eso en mi opinión Nicolás Maduro es sin duda legítimo por lo que se denomina legitimidad de origen, es decir fue elegido a través de elecciones regidas por el poder electoral y todos los procedimientos y reglamentos , pero eso no significa que sea legítimo, es decir es como un matrimonio cuando acaba el respeto, el amor , fidelidad entre otros , ya no es legítimo independientemente de que sea legal ante las autoridades que rigen las uniones maritales, así, uno de los cónyuges o ambos debe solicitar el divorcio. Así mismo Nicolas Maduro no tiene ninguna legitimidad en cuanto al ejercicio de la presidencia de la república. Y esto era lo que quería corregir la constitución de 1999 con el referendo revocatorio, el cual durante el primer mandato de Nicolás Maduro fue simplemente impedido, obstaculizado con restricciones que acabaron neutralizándolo. Así que Nicolás no tiene la legitimidad del ejercicio de la presidencia , de gobernar para el pueblo, contacto con el pueblo, de beneficio para el pueblo. Cuando en Venezuela caminas por las calles encuentras a la gente muy molesta, muy estresada desesperada porque la inflación no le permite alimentarse, transportarse y ni siquiera curarse una gripe por falta de medicamentos o la inaccesibilidad económica para adquirirlos.
Algunos me han preguntado con cierta sorna: “Normita que ha pasado con tus ideales de justicia y tus tendencias izquierdistas trasnochadas?. Pues sigo con mis convicciones intactas, pero mantengo mi ética, mi dignidad que no acepta respaldar la falsa revolución. Sí es verdad que he cambiado, en mi opinión sobre la izquierda totalitaria, pero no sobre la ética y el humanismo que debe sentir siempre el hombre por los otros. Estoy en contra de los radicales de la izquierda corrupta, que se creen los “Torquemadas” de la única verdad posible, que para permanecer en el poder se convierten en opresores del pueblo. En una casta política que vampiriza a la población, que militariza a la sociedad, que quita la libertad a los hombres con el pretexto de combatir la contrarrevolución. Justifican la desolación que provocan, con la promesa de un paraíso irreal, mientras destruyen la vida de sus ciudadanos día a día. El chavismo ha llenado de corrupción, vileza, militarismo y humillación a nuestro pueblo,
Mi posición con respecto a este gobierno de transición como alternativa hacia una gobernabilidad, es que no debe haber un gobierno tutelado porque quien está imponiendo el gobierno de Guaidó es el departamento de estado, los grandes intereses imperiales internacionales sobre todo financieros. El poder en Venezuela representa el poder sobre recursos mineros petroleros.
En Venezuela hay un poder mal ejercido es verdad que se presta para cualquier vileza pero tristemente lo hay. Hay un gobierno al cual los venezolanos tenemos que quitar, no que venga una fuerza externa.
La constitución de 99 es la que nos está dando los mecanismos como lo es consultar al soberano al pueblo. Las elecciones deben ser el producto de un proceso de negociaciones
El proceso de consulta y elecciones pasa por el proceso de tener un nuevo consejo supremo electoral (poder electoral) que genere niveles de credibilidad en el pueblo y que la institucionalidad este por encima de intereses de grupos y personas.
Hay que buscar los canales democráticos populares constitucionales para producir una salida con una ruta elegante a través de la cual el gobierno pueda salir del poder tendiéndole un puente sin persecuciones en el cual los que hayan violado los derechos humanos, estén incursos en hechos de corrupción e les garantice un juicio justo e imparcial como debe ser en democracia y tengan derecho a la defensa si son inocentes o si son culpables paguen a la sociedad con la pena que se les imponga. Para esto como se acaba de explicar se requiere un consejo nacional electoral confiable, renovado que salgan los rectores que tienen sus períodos vencidos.
Todo lo que se haga tiene que estar dentro de la constitución, la salida brusca de un presidente es un golpe de estado, la única manera de adelantar unas elecciones es que el soberano lo decida es una sola pregunta.
Si la oposición a la cabeza de Guaidó tiene la certeza de que cuenta con la mayoría del apoyo popular, debería entonces hacer una consulta popular y preguntar si quieren la renovación de todos los poderes
La polarización nos ha hecho mucho daño y todos en mayor y menor medida somos responsables. La polarización sólo contribuyo a crear sentimientos de odio que fueron abonando el terreno de la confrontación.
El boom petrolero y el cierre de la autocrítica del gobierno de Chavez contribuyeron al surgimiento de castas políticas corruptas que amasaron fortunas y siguen en el poder.
La solución está entre una salida negociada por encima de los intereses grupales y personales o la salida violenta a través de un golpe de estado o invasión.
El gobierno y la oposición debe reconocer la autonomía del movimiento popular que está en la calle protestando por sus derechos sus reivindicaciones, la polarización extrema ha contribuido aunque el pueblo siempre quede excluido de las negociaciones entre las elites.
Las organizaciones internacionales deben ser garantes y acompañar estos procesos, no pueden ser injerencistas, no pueden tomar partido hacia una u otra corriente lo cual contribuye a más polarización y a evitar la salida de la crisis.
Acuerdo de reinstitucionalización de la sociedad venezolana
Restitución a los poderes de la ANC
Hasta ahora esa polarización ha pulverizado cualquier salida, invisibilizando al pueblo.
Como dice nuestra constitución la soberanía reside en el pueblo, es el pueblo quien tiene que hablar es el pueblo desde su soberanía quien debe hablar y evitar esa voluntad intervencionista internacional.
La solución debe ser lograda a través de las luchas de los derechos del pueblo.
Cuál es el futuro que le espera a Venezuela con una intervención militar , política de cualquier naturaleza externa que imponga un gobierno en Venezuela, corremos el riesgo de cometer los mismos errores que se cometieron en las décadas pasadas (1950-1998) que desencadenaron en una crisis que desembocó en la ascensión de Hugo Chávez al poder que infelizmente no concretó los objetivos planteados en su proyecto revolucionario al rodearse de las personas menos capacitadas, y el cierre a la autocrítica desencadenando en la crisis que actualmente afronta Venezuela.
En mi opinión Juan Guaidó como presidente de la actual asamblea nacional goza de más legitimidad que Maduro quien ha perdido toda legitimidad ante el pueblo por su malísima gestión de gobierno.
Los venezolanos son quienes deben resolver este problema.Juan Guaidó es el presidente de la Asamblea Nacional, haría falta que se convoquen unas elecciones para elegirlo a él como presidente y esto es posible a través de la consulta popular solo haría falta voluntad política entre los venezolanos y solucionar nuestros problemas.
Como siempre gracias por dedicarme este ratito, sed muy felices y valorad lo que tenéis. Espero que las crisis y los huracanes os hagan crecer como personas como en el caso de nuestra Normita.