Se acerca la primavera a pasos agigantados, una época en la que se agradecen los rayos del sol y salimos a la calle sin tener la excusa del frío o de la lluvia. Con ella los árboles comienzan a florecer, los campos se llenan de colores y se respira un ambiente fresco y natural.
En el campo empezamos a ver despuntar los nuevos brotes verdes en la viña. Como si fuera un milagro despierta después de su largo reposo invernal.
En otoño a medida que se acorta el día y bajan las temperaturas, las hojas de la viña comienzan a cambiar de color. Se tiñen de colores amarillos, rojos, ocres… Y nos dice que se va “a dormir”. Necesita descansar después de la vendimia y coger fuerzas para el año que viene.
Después de que el invierno haya desnudado, la primavera trae vida a la viña despertando y comenzando de nuevo su ciclo vegetativo.
Lo vemos con más detalle en el vídeo.
https://www.youtube.com/watch?v=xsEyKqawBH8&t=7s
Yolanda Hidalgo
GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO
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